La demanda de pasajes aéreos luego de dos años de restricciones por la pandemia, chocó con las plantillas reducidas de las aerolíneas y la terminales aéreas. Los trabajadores se hicieron fuertes en sus demandas y las compañías se enrocaron en sus cifras. Como resultado, el saliente verano boreal fue una pesadilla de demoras, cancelaciones, esperas. . . y pérdida de equipajes.

En un artículo publicado en el medio estadounidense Business Insider, la reportera detalla que en la temporada el extravío de equipajes en las  aerolíneas creció un 30%, y las historias acerca de los problemas que eso causó circularon ampliamente por las redes.

Por ello -cuenta- se decidió a probar el AirTag. Un pequeño dispositivo de Apple que puede evitar un gran dolor de cabeza

En su informe, Chang destaca o sencillo que resulta usar el aparato que tiene el tamaño de una moneda y cuesta -en Estados Unidos- 29 dólares.

Todo lo que hay que hacer es encender el rastreador y acercarlo al iPhone -eso sí, jay que tener uno de esos teléfonos- para que ambos dispositivos se emparejen. Luego,  basta con meter el AirTag en cualquier parte de la maleta, y problema resuelto.

El aparato puede permanecer activo de forma ininterrumpida por un año. Durante ese tiempo, basta usar la aplicación asociada en el teléfono para detectar el sito donde se encuentra.

“El dispositivo tiene el tamaño de una moneda, y no evitará que una aerolínea pierda tus maletas. Pero al menos siempre tendrás información en tiempo real acerca de su ubicación”, explica Chang.

“Si dispones de 30 dólares extra y la pérdida de equipaje es uno de tus temores cuando viajas,  Apple AirTag puede ser tu mejor opción”, concluye.