Un conjunto de ventajas para el usuario, como ahorros en combustible y en reparaciones, una opción por la eficiencia energética, y el cuidado del ambiente ante la limitación a la emisión de dióxido de carbono, son solo algunos de los motivos por los que año tras año los automóviles eléctricos ganan cuotas de mercado en Uruguay y distintas partes del mundo.

El gobierno busca promover la movilidad eléctrica en el marco de un camino hacia una segunda transición energética, y por eso dispuso un conjunto de beneficios para las personas que accedan a estos vehículos.

Desde el 1º de enero de 2022 está vigente en Uruguay la reducción a cero del valor del Imesi para vehículos eléctricos, que además no abonan arancel externo (del 23%). Hasta 2021 los autos eléctricos estaban gravados con un Imesi de 5,75%. Por su parte, los de tipo híbrido tienen descuentos en función de su condición —del tamaño del motor, o de si son enchufables o no—.

Esto se suma a otros beneficios otorgados para la importación de estos vehículos, baterías de litio y cargadores.

Para vehículos considerados de uso intensivo, como taxis, remises o transporte de aplicaciones, el Estado otorga un bono por US$ 5.000 para ayudar a los interesados a incorporar los vehículos eléctricos a su flota.

El bono corresponde al programa Subite Pasajeros, que todos los años abre 100 cupos para que los dueños de este tipo de transportes puedan ser beneficiados. El Estado destina para este programa un total de US$ 500.000, que se distribuyen por orden de inscripción.

En cuanto a las patentes, los autos y utilitarios puramente eléctricos tributan 2,25% del valor de mercado, o sea la mitad que los que son por combustión.

Según datos de la Asociación del Comercio Automotor del Uruguay, en 2022 fueron vendidos en el país 1.044 vehículos eléctricos. Con base en el registro de la gremial, en 2019 se vendieron 163 vehículos; en 2020, la venta fue de aproximadamente 300, y en 2021 trepó a 600.

La oferta de vehículos eléctricos registrados por UTE abarca 32 modelos de 16 marcas diferentes, tanto de autos como camionetas y camiones.

Ahorro en costos y beneficios ambientales

Un vehículo eléctrico es un coche propulsado por uno o más motores eléctricos. Esta es la principal diferencia frente a los convencionales automóviles con motores a nafta o gasoil.

Pero, además, el vehículo eléctrico no cuenta con una cantidad enorme de elementos que tienen los vehículos a combustión. Por ejemplo, no tiene aceite, bujías, ni sistema de escape, caja de cambios, embrague, ni una gran cantidad de piezas móviles como árbol de levas, cigüeñal, pistones, válvulas, y bielas, según consigna UTE en su sitio web.

Los dos aspectos generan una doble ventaja. Por un lado, recorriendo los mismos kilómetros se gasta menos energía que en un vehículo a combustión. Además, desde el punto de vista mecánico, tiene muy pocas piezas móviles, lo que implica bajos costos de mantenimiento.

Los vehículos eléctricos no cuentan con caño de escape, lo cual hace que no exista combustión y por lo tanto no haya emisión de dióxido de carbono a la atmósfera. Además, tienen una conducción silenciosa y ausente de vibraciones.

En un país donde la producción de energías de fuentes renovables, como agua, viento y sol ha superado en los últimos años el 80% del total utilizado —llegando al 90% en 2022—, el auto eléctrico supone un beneficio ambiental colectivo, ya que implica menos gasto en petróleo.

¿Dónde cargar?

Los autos eléctricos ofrecen la posibilidad de cargarlos en la vía pública, en el domicilio o incluso en los lugares de trabajo. Uno de los aspectos a tener en cuenta es que cambia la velocidad con la que se puede llenar el tanque de un vehículo a combustión.

En el circuito de cargadores de vehículos eléctricos hay cargadores rápidos y otros más lentos. Los cargadores rápidos (que son unos 30 en todo el territorio) permiten cargar en el entorno de un 80% en media hora. Los lentos completan la carga en unas siete u ocho horas.

UTE cuenta con el Plan Movilidad Eléctrica, que para este año llegará a la cifra de 300 puntos de carga en todo el país, lo que significaría un punto de carga cada 50 kilómetros. Los puntos y las tarifas están disponibles en este enlace.

Tal vez uno de los principales beneficios radica en la exoneración que realiza UTE a los hogares por el aumento de la potencia contratada. Si la potencia solicitada es hasta 20 kW, el descuento alcanza el 100% de la potencia instalada. Si la potencia solicitada es mayor a 20 kW y menor a 200 kW, el descuento tiene un máximo del 50% del aumento de potencia.

Según recomendaciones de la empresa estatal, el mejor momento para cargar es el “Horario Valle”, desde la medianoche hasta las 07 horas, seguido del “Horario Llano”, de 07 a 18 horas y de 22 horas hasta la medianoche. El horario no recomendado por su precio elevado es el “Horario Punta”, que va de 18 a 22 horas.

El gobierno estableció un período promocional para que los privados que instalen cargadores en la vía pública estén exonerados por 30 meses del pago de potencia y cargos fijos. Y firmó un decreto de interoperabilidad de carga, que regulará las medidas de seguridad y tipo de conector de los sistemas de cargadores eléctricos.