Las compañías Emirates (de Dubái) y Etihad (de Abu Dabi) anunciaron en los últimos días diferentes iniciativas en detección del coronavirus en pasajeros ante un panorama sombrío en el que a la crisis económica global se suman las incertidumbres sobre cómo serán los viajes tras la emergencia sanitaria.
El pasado miércoles Emirates realizó un test que permite el resultado en 10 minutos a todos los pasajeros de un vuelo a Túnez antes de embarcar en Dubái.
La compañía celebró convertirse en la primera en el mundo que hace un test médico in situ a los pasajeros y anunció su intención de ampliar estas apruebas a otros vuelos para "proveer inmediata confirmación de pasajeros de Emirates viajando a países que requieran certificados de test COVID-19".
También Etihad anunció el 6 de abril una nueva tecnología en el aeropuerto de Abu Dabi para detectar síntomas en los pasajeros y que será instalado en mostradores y máquinas de facturación y comprobará la temperatura, el pulso cardíaco y el ritmo respiratorio de los pasajeros.
Respuestas inmediatas para un nuevo mundo
Saj Ahmad, analista jefe de la consultora StrategicAero Research, indicó a Efe que las medidas de respuesta a la crisis sanitaria que han comenzado a aplicar las compañías emiratíes pueden marcar tendencia.
"A medida que los medios de detección evolucionan y proveen resultados más rápidos eso significará que casi seguro todas las aerolíneas del mundo recurrirán a una estrategia similar para garantizar el bienestar de los pasajeros y de las tripulaciones", indicó.
En su opinión, hasta que se desarrolle una solución medica a la COVID-19 este tipo de medidas se aplicarán en sintonía con restricciones como la prohibición de introducir líquidos en vigor desde hace más de una década.
"Las medidas tomadas por Emirates en términos de revisión pude ser una forma de avanzar hasta que tengamos vacuna para la COVID-19", afirmó a Efe Tim Coombs, director de la consultora Aviation Economics.
Un panorama lúgubre
La Asociación Internacional del Transporte Aéreo (IATA) calcula que las pérdidas para el sector en todo el mundo pueden rondar los 250.000 millones de dólares.
Por eso ha venido pidiendo insistentemente en las últimas semanas a los gobierno que apoyen un sector que solo en Oriente Medio afrontará una pérdida de unos 23.000 millones de dolares.
El negocio vinculado al transporte aéreo y la industria del turismo representa el 13% del PIB de Emiratos Árabes Unidos, un país que depende sobremanera del petróleo y el gas.
En Dubái, la capital económica del país y sede regional de muchas multinacionales, es además un valor en alza que había convertido a la ciudad en uno de los nodos de transporte más importantes del mundo y su tarjeta de presentación en todo el mundo.
"Emirates está en una posición bastante afortunada ya que tiene una chaleco salvavidas de 6.000 millones de dólares en líquido. No muchas aerolíneas pueden decir lo mismo, pero teniendo en cuenta el costo de mantener en tierra aviones y el escaso ingreso, ese dinero no durará para siempre" dijo Ahmed
El mundo postcovid
Los efectos en la economía son aún inciertos, mucha gente ha perdido o perderá el trabajo y hay dudas sobre el impacto que tendrá la crisis tanto en los viajes por placer como en los vuelos de negocios, en momentos en que miles de compañías están normalizando las reuniones telemáticas.
Un mundo con más encuentros virtuales y menos traslados supondría una pérdida enorme de negocio para las aerolíneas.
"Puede que veamos a esas compañías (aéreas) más pequeñas en tamaño en el futuro. Aviones viejos se han ido retirando en todo el mundo y es probable que haya mucha menos demanda como resultado de la recesión global lo que requerirá flotas más pequeñas", dijo Coombs.
"Aerolíneas y aeropuertos tendrán que cambiar la forma en que operan para ganar la confianza del publico que viaja para que vuelvan a volar de nuevo", señaló.
La respuesta no está lejos. El jueves Etihad expresó su intención de retomar la actividad lo antes posible y anunció que reanudará los vuelos comerciales a partir del 1 de mayo y que espera retomar la operación en su totalidad en junio, siempre y cuando cuente con aprobación del Gobierno.
"Aunque la intención es asumir una actitud de 'negocios como de costumbre' para reanudar nuestras operaciones, el panorama de la aviación ha cambiado y cómo será mes a mes es difícil de predecir".
aFP