"La oferta de Argentina se queda corta ante lo que los grupos de acreedores pueden aceptar", señalaron en el comunicado en el que aseguran que no concurrirán al canje, cuyo plazo vence el 4 de agosto.

Sin embargo, los acreedores se mostraron confiados en que se podrá alcanzar una "solución de consenso" que asegure "la sustentabilidad económica futura para el pueblo argentino".

Los grupos Exchange Bondholders, Ad Hoc y Argentina Creditor Committee sostienen que representan a un tercio de los titulares de bonos argentinos emitidos bajo legislación extranjera y sujetos al canje.

Ese porcentaje les conferiría poder de veto en esta propuesta de reestructuración de deuda, según los expertos.

La oferta argentina abarca bonos de 2005 y 2010, fruto de una anterior reestructuración de deuda, y también otros emitidos a partir de 2016.

En los bonos de 2016 en adelante, el porcentaje mínimo de adhesión debe ser de 66,5% para que el canje sea válido. En los de 2005 y 2010 se eleva a 85%, explicó a la AFP el economista Nery Persichini.

Aunque no dieron detalles de la propuesta que presentaron a Argentina, estos tres grupos afirman que brindaría alivio a las exigencias urgentes del país, constituiría una solución que permita el acceso a los mercados de capitales y ofrecería el marco legal necesario para alentar las inversiones.

AFP