En pleno avance hacia la nueva normalidad, poco a poco los diferentes sectores del ocio se van reactivando. Sin embargo, no todos los rubros tienen la seguridad de que su regreso sea a la brevedad.
"Por ahora para los salones de fiesta no hay una fecha definida para volver. Estamos lejos de poder cumplir con los ‘protocolos' establecidos. Y ahí es el primer cambio que creo que deberíamos tener, porque la palabra protocolo quedó obsoleta, deberíamos pensar en el sentido común", recalcó en diálogo con Montevideo Portal el RR.PP. Diego López de Haro.
Entre las medidas propuestas de seguridad estarían la prohibición de soplar velas (en caso de que sea un cumpleaños), bloques de música que no superen la hora y media para que no haya aglomeraciones de personas durante largos períodos y limitar los eventos a un máximo de 6 horas de duración.
"Se puede hacer el evento en menos horas, pero hay que entender que la gente invierte miles de dólares y estas medidas perjudican tanto al dueño del local como a quien contrata el servicio, porque habría que pagar un local para 300 personas donde solo podrían entrar 150", resaltó López de Haro.
Para el empresario, los más afectados por este parón indefinido son los trabajadores, que en la mayoría de casos tienen pequeñas empresas. "Hay mucha gente del rubro, los DJ, los que alquilan mantelería, las empresas de catering... Muchos tienen literal e, y aunque en marzo y abril no tuvieron que aportar ya en mayo sí lo tuvieron que hacer, con retroactivo de los meses anteriores. Son personas que no tiene miras de arrancar su trabajo, no puede proyectar. Porque al organizar eventos se agenda todo el año, con base en eso se calcula cuánta gente se va a contratar, qué mejoras hay que hacer en el local, qué equipos hay que renovar... Si de golpe para todo, ¿cómo se proyecta?", lamentó el relacionista público.
Para López de Haro, la labor del Gobierno "ha sido muy efectiva porque ha pensado en el bien mayor de empresarios y empleados" pero espera que, de cara a una posible reactivación del sector a mediano plazo, también sea el Gobierno el que ayude a paliar gastos como los aportes o los servicios básicos en lo que será un arranque de cero.