Por The New York Times | Brian X. Chen

Cole, de 33 años, vio una opción tentadora para pagar sus compras. Tras ver algunos textos con información, podía comprar la ropa en cuatro abonos divididos en seis semanas. De esa manera, una camiseta de 50 dólares representaba un pago de 12,50 dólares; un par de mallas de 130 dólares, solo 32,50. Lo mejor: podía recibir los artículos antes de cumplir con los pagos y no tenía que pagar intereses.

Esta opción sin problemas para pagar los artículos en parcialidades (llamada “Compra ahora, paga después”) se popularizó debido a Afterpay, una firma financiera tecnológica con sede en Australia y fundada en 2014. A lo largo de la pandemia, a medida que las personas se resguardaron en casa y buscaron llenar vacíos con posesiones materiales, los planes de pagos a plazos ganaron terreno. Afterpay, que Square adquirió por 29.000 millones en 2020, generó el surgimiento de servicios parecidos, incluyendo Affirm, Klarna y Fingerhut. Este mes, Apple anunció que ofrecería un programa similar.

Aunque los programas de financiamiento ofrecen ventajas como pagos sin intereses, hay peligros potenciales. Expertos en finanzas personales afirman que la regla de oro para la seguridad financiera es estar consciente de tu presupuesto y en control de tu gasto. Sin embargo, críticos aseguran que los programas compra ahora, paga después parecen tener la intención de hacer que las personas perciban un producto como más barato de lo que realmente lo es y pierdan control de su gasto.

En diciembre, la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor inició una investigación sobre estos programas, ya que expresó preocupación porque la gente podría acumular deuda con compras múltiples.

Laura Udis, una gerenta de programa en la oficina mencionó sobre los programas: “Pueden ser útiles para consumidores en el sentido de que no tienen intereses si se pagan a tiempo, pero los consumidores pueden acabar pagando más de lo que planeaban”.

Cole cayó en la trampa. Manifestó que, usando los planes de pagos a plazos, incrementó sus compras promedio de 200 a 400 dólares por cada orden con el paso del tiempo. Los paquetes llegaban a su puerta cada día. Lo que más lamentaba haber adquirido era una alfombra de 600 dólares de Anthropologie (divididos en cuatro pagos de 150 dólares).

Cole con rapidez comenzó a atrasarse en los pagos de sus cuentas regulares. Al final, le confesó todo a su esposo y, para ponerse al día con los pagos, consiguió un trabajo en una panadería y vendió algunas de sus compras impulsivas a través de eBay. Hace algunos meses, cerró su cuenta de Afterpay.

Relató: “Tenía un clóset hermoso lleno de ropa, bolsas y zapatos divinos. Sin embargo, también está repleto de vergüenza, culpa y remordimiento”.

Compra ahora, paga después se ha vuelto imposible de ignorar. A continuación, lo que hay que saber.

¿Cómo funciona compra ahora, paga después? Depende.

En general, los programas de compra ahora, paga después de compañías como Afterpay, Affirm, Klarna y Zip parecen idénticos, pero tienen diferencias importantes.

Habitualmente, son préstamos a corto plazo que te permiten pagar un artículo en cuatro parcialidades (o menos) en un periodo de alrededor de seis semanas. Después de que un consumidor brinda algo de información, como su nombre y un número de la seguridad social, las compañías retiran un poco de crédito. A partir de ahí, pagas un enganche, que es el 25 por ciento del costo total del producto, y los cobros de los tres pagos restantes llegan cada dos semanas.

Los préstamos son sin intereses para las personas en gran medida porque la tienda paga una cuota por transacción más alta (el cuatro por ciento, cerca del doble de la cuota de una transacción normal con una compañía de tarjeta de crédito). Jared Wiesel, un ejecutivo en Revenue Analytics, una firma de precios y consulta de ventas, explicó que el beneficio para el minorista es que los planes de facilidades pueden persuadir a la gente de comprar cosas que de otra manera no lo haría.

¿Qué pasa cuando no realizas un pago? Ahí comienzan las diferencias. Afterpay cobra una tarifa plana de 8 dólares por retraso cerca de diez días después de no efectuar un pago. Affirm no cobra una cuota, pero asegura que los pagos retrasados pueden afectar tu calificación crediticia, lo cual a su vez pueden dañar tus oportunidades de obtener otro préstamo.

Esa fue una gran desventaja destacada por John Cabell, un director de banca e investigación de pagos en J. D. Power, que en fechas recientes publicó un estudio sobre problemas con los programas de pagos.

Cabell explicó: “No te ayuda a construir tu crédito como lo hace una tarjeta de crédito, pero es seguro que puede dañar tu crédito si no estás haciendo los pagos de manera puntual”.

Las devoluciones también han sido una fuente de confusión entre consumidores que han usado el financiamiento de compra ahora, paga después, según la Oficina para la Protección Financiera del Consumidor. Para algunos minoristas, los consumidores tienen que contactar primero a quien otorga el crédito, quien entonces congela el calendario de pagos e informa al minorista de la devolución. Para otros, el cliente contacta al minorista, quien entonces se pone en contacto con quien otorga el crédito.

Todo esto es para aclarar que esta es apenas la primera etapa de los programas compra ahora, paga después, que tienen muchas variaciones y cuestiones desconocidas. Como siempre que tomas cualquier tipo de préstamo, le conviene a la gente leer las letras chiquitas.

Entonces, ¿para quiénes es útil?

Comprar ahora y pagar después puede ser benéfico en algunas situaciones. A Cabell se le ocurrió una en la que un plan de facilidades puede usarse para hacer una sola compra de emergencia, como remplazar un electrodoméstico, para que el dinero no salga de una cuenta bancaria en un solo movimiento.

Aun así, esa no es la forma en la que la mayoría de las personas usan estos préstamos, según la investigación de Cabell. La mayoría de las adquisiciones de compra ahora, paga después involucran ropa y decoraciones para el hogar y el 21 por ciento de los consumidores más jóvenes dicen que usan múltiples cuentas de compra ahora, paga después.

Cabell observó: “De repente, tienes ocho pagos sobre tu tarjeta y se puede volver complicado”.

Sobre todo, la clave para aprovechar los beneficios de estos préstamos sin intereses es saber si de verdad puedes costear lo que estás comprando, recomendó Jully-Alma Taveras, una asesora de finanzas personales. Agregó que es igual de importante evitar el uso de parcialidades como una excusa para adquirir más cosas de las que necesitas. Afterpay, Apple y otras compañías tecnológicas financieras están popularizando planes de abonos para pagar compras con derroches. A los críticos les preocupa que los programas parecen tener la intención de hacer que las personas perciban un producto como más barato de lo que realmente lo es y pierdan control de su gasto. (Glenn Harvey/The New York Times)