Compartir el hogar con extraños es una tendencia a nivel mundial y en Uruguay viene instalándose hace algunos años, principalmente apuntando a las personas de entre 18 y 35 años. En Montevideo existen varias opciones de lo que se conoce como coliving o cohousing y crecen también en Punta del Este. Pero ¿qué pasa con la tercera edad?
La cooperativa Carpe Diem propone una alternativa para vivir en comunidad y armonía con la naturaleza. Se presentan como una organización de personas entre 55 y 65 años “unidas por relaciones de amistad, emprendedores, con ganas de conducir la madurez juntos en un entorno colectivo, creativo y amigable con el ambiente”.
Luis Sancho, secretario de Carpe Diem, explicó a Montevideo Portal cómo fueron los inicios. “¿Quién no ha pensado alguna vez en irse a vivir con amigos? Y en la tercera edad, en la que uno ya tiene su vida, se trata de pensar en cómo nos gustaría vivir la vejez, disfrutando en compañía. Así surgió la idea entre un grupo de amigos”.
Cuando crearon la cooperativa eran 11 integrantes. Ahora, están sumando a nuevos socios y socias; la perspectiva es llegar a ser entre 45 y 48. En el camino de maduración del proyecto pasaron a formar parte de la incubadora Incubacoop, que cuenta con el respaldo del Ministerio de Industria, Energía y Minería y el Instituto Nacional de Cooperativismo.
Tuvieron que reunirse numerosas veces, conseguir permisos, armar su plan de negocios, crear estatutos y definir el sitio donde querían vivir. Esto hoy ya es una realidad: el terreno, de unas seis hectáreas, está ubicado en la avenida Luis Batlle Berres, con Aldeas Infantiles y el Parque Lecocq como vecinos, con los que esperan estrechar vínculos.
Para la elección tuvieron en cuenta la distancia de Montevideo (que fuese menor a 40 kilómetros), buen acceso, servicios, transporte y superficie mínima. En el proceso de búsqueda han tenido diálogo permanente con la Intendencia de Montevideo.
Además, han contado con asesoramiento en distintos ejes: habitacional, de financiación y en cuanto a cuidados. Ejemplos de otras partes del mundo también les sirvieron como insumos, por ejemplo, en cuanto a los servicios que tendrán en esta gran casa. “El sistema de cuidados médicos queremos que vaya acorde a lo que buscamos, que es centrarnos en la persona, que el colectivo tenga un peso en cuanto al acompañamiento, la cercanía, la parte emocional”, agregó Luis Sancho.
“Los familiares de los integrantes del grupo están muy contentos, porque es una etapa de la vida en la que cuando las situaciones son adversas la familia tiene que tomar decisiones difíciles, y en este caso ya está tomada por el propio interesado o interesada. Algunas personas no están de acuerdo porque creen que es ingresar a un residencial antes de tiempo, pero lo cierto es que el concepto de cohousing nada tiene que ver con un residencial, sino con un proyecto de vida”, comentó el secretario de Carpe Diem.
Una vivienda sustentable
Dentro del grupo hay personas vinculadas a la agronomía, al cuidado del medio ambiente y la ecología. “La idea de que sea una casa sustentable nace con el grupo, es una señal identificatoria. No solo por tener conciencia ambiental, sino por llevar una vida más equilibrada en el uso de energía, reciclaje, en todo el funcionamiento que sea amigable con el medio ambiente y que nosotros participemos”, explicó Sancho.
Han generado contactos con diferentes emprendedores, destacando un colectivo de mujeres arquitectas que captaron la esencia de su propuesta y realizaron un anteproyecto. “Tenemos que definir cómo queremos hacerlo, qué posibilidades hay. Algo que sí está bastante consolidado es que la construcción será con madera”, señala Luis Sancho a Montevideo Portal.
En el interior serían dos pisos conectados por rampas y espacios comunes y en el exterior tienen pensado tener huertas, piscina abierta y garaje.
Se plantean comenzar con el acondicionamiento del terreno y el proyecto arquitectónico en el primer semestre del 2024. El horizonte tentativo está puesto en 2026 para que el sueño del cohousing se concrete. Luis Sancho destacó además que vienen recibiendo muchas consultas de otros colectivos que están pensando en armar proyectos similares. “Es una alternativa novedosa en Uruguay en la que una franja de la población tiene un interés y muchas ganas por generar estos espacios de vida”.
Desde Carpe Diem ya pusieron la primera piedra.