En la rambla de Punta del Este, a la altura de la Playa Brava, ya puede verse la silueta del nuevo Hotel San Rafael que será, a su vez, el emblema de un resort de lujo del grupo Cipriani.

Después de diez años de polémicas, marchas y contramarchas, que incluso llevaron a algunos a temer que la iniciativa podría quedar en la nada, la obra, que se ha desarrollado de manera silenciosa, muestra avances importantes.

Concretamente, hoy es posible observar la estructura de tres elementos fundamentales del proyecto.

Por un lado, el hotel, que será una réplica del viejo edificio demolido. Por otro lado, la sala de convenciones. Y, por último, el casino, que es crucial para la viabilidad de esta iniciativa.

En total hay 550 personas trabajando en el predio, según pudo verse en la visita que los promotores organizaron la semana pasada, para autoridades y medios de comunicación.

Se define como un complejo de lujo, el más grande de Sudamérica, compuesto por tres torres residenciales, que van desde 30 a 60 pisos.

El proyecto fue realizado por el reconocido arquitecto Rafael Viñoly (fallecido en 2023) y uno de los elementos polémicos apareció cuando fue presentada la primera maqueta de la estructura en 2018.

Es que el hotel tendría, de acuerdo con cómo lo proyectó Viñoly, tres torres que se construirían al lado, cuyo estilo arquitectónico dista mucho del tradicional ladrillo y las cerchas de hormigón del techo original, que sí respetará el hotel.

Las torres, al menos en los planos, tendrán estructuras delgadas y altas.

“Ese fue un punto de discusión previo a la aprobación y previo al debate en la Junta Departamental. Ahora es un hecho asumido”, apuntó, en diálogo con En Perspectiva, la directora de urbanismo de la Intendencia de Maldonado, la arquitecta Soledad Laguarda.

“La obra en ejecución en este momento es el casino, el hotel y los cimientos de la primera torre, o sea, no es que esté en ejecución la primera torre”, aclaró y explicó que las torres “van a construirse de a una y de acuerdo con las ventas”.

“Por ahora pensemos en una torre, que es lo que, a mediano plazo, podemos llegar a ver”, sumó.

Consultada sobre si efectivamente terminarán existiendo las tres, respondió que existe la chance de que no: “Dependerá de lo que interese o no tener un apartamento en la altura en ese lugar de San Rafael, de los costos y de las ventas”. “Como todo negocio inmobiliario”, subrayó.

La infraestructura del inmueble histórico, cuya proyección data de 1946, debió ser demolida, lo que también generó conmoción entre los vecinos.

Sobre esta controversial, la integrante de la comuna de Maldonado argumentó que era la única forma de que el proyecto pudiera ser “actualizado, de este siglo y con mucho lujo”.  En esta línea, dio dos ejemplos. El primero fue el de las dimensiones de las habitaciones, que distan mucho de las que se proyectan actualmente. El segundo fue la creación de un estacionamiento subterráneo gigante, que es una de las novedades de esta nueva construcción.

“No solo el tamaño de las habitaciones era el incorrecto, sino que la altura de las habitaciones, que era de 2,60 metros. Con esa altura todo lo que se requiera a nivel de instalaciones, equipamientos técnicos, etcétera, era más complicado”, apuntó.

A continuación, ejemplificó: “El hotel no tenía aire acondicionado. En los 90s se le intentó poner, funcionó unos pocos años, hubo que perforar el hotel desde los subsuelos hasta los techos y terminó siendo por muy poco tiempo”.

“Es impensable hoy, menos en un hotel de lujo, que no tenga aire acondicionado”, consideró.

“El antiguo hotel San Rafael no tenía estacionamiento, tenía solo al aire libre un parking. Por eso, esa es una de las apuestas importantes en cuanto a valor de obra”, apuntó sobre el primer elemento.

“Todos los que trabajamos acá en la costa sabemos que el agua está muy cerquita, así que hacer subsuelos para que todos los equipos técnicos, todas las salas de máquina y los autos estén bajo tierra es realmente una inversión impresionante”, indicó la jerarca.

Laguarda explicó que, por eso, hubo algunos meses en donde no se veía el lugar en obra. “Estaba la empresa Costa Fortuna de Brasil haciendo unos muros colados gigantes para contener esos subsuelos y una parte bien importante de la obra es el costo de esos subsuelos”, detalló.

En este sentido, para construir este subsuelo, si no se hubiese demolido el edificio, este se debía “levantar y construir por abajo”, algo que era muy complicado y costoso.

Para Laguarda, “cuando esté terminado y pasemos por ahí nos vamos a acordar del San Rafael”. “Pero, cuando entremos, va a ser un proyecto actualizado, de este siglo y con mucho lujo”, resumió.

“Cipriani y todos sus locales tienen ese plus de tener un carácter histórico. Todos los lugares que él elige son icónicos. Tiene un restaurante donde era la antigua bolsa de Wall Street, en el propio edificio”, recordó y destacó que la apuesta es a “una muy buena calidad en cuanto a hotelería”.

“Aparte de ver con satisfacción que realmente se está reconstruyendo primero el hotel, y no las torres, lo otro importante y fundamental es que va a volver a ser un hotel emblemático. Lo que fue en los años 50 y 60, ahora va a serlo en 2025”, ponderó.

La directora municipal dijo que actualmente se está trabajando en la estructura del casino, “que es lo que se ve por la rambla de Lorenzo Batlle Pacheco”. “Esa es la cubierta del hall de entrada del casino, que, a su vez, es el fondo de la piscina del hotel”, amplió.

De acuerdo con lo que describió la jerarca, el cronograma viene “ajustado a obra”. Quedan “69 semanas” para la inauguración, es decir, alrededor de un año y medio: “diciembre 25 es la fecha que piensan inaugurar para estar abiertos la temporada 2025-2026”.

Asimismo, dijo que se está trabajando en la circulación urbana en las calles aledañas a la estructura y se están analizando los pluviales de la zona, “para que no haya afectaciones ni en la playa ni en el entorno de la edificación”.

“Todo eso va a conectado a obras de ensanche de la avenida del mar, que va a sufrir un ensanche desde bulevar Artigas hasta la rambla, que ya está proyectado”, adelantó.

Por eso, explicó el trabajo “conlleva una parte de pluviales”. Esto quiere decir que se incorporará “un gran colector” para recoger el agua de todos los barrios de la zona.