La frontera entre Polonia y Ucrania está recibiendo una avalancha de refugiados que escapan de la guerra con Rusia. Todavía en invierno, las poblaciones polacas han debido afrontar la situación sin preparación ninguna.

El alcalde de la ciudad fronteriza de Przemysl,  por donde está pasando la mayor cantidad de personas, dijo a la agencia Euronews lo siguiente: “No tenemos tiempo. Tenemos que acoger muy rápidamente a todas las personas de la frontera. Durante la noche las temperaturas son de dos o tres bajo cero, así que no podemos dejar a la gente congelada allí afuera. Así que es una situación difícil y probablemente será más difícil en un futuro cercano”.

Pero además de refugiados, también están llegando voluntarios a ayudar. Entre ellos, hay uruguayos. El conductor de En Perspectiva, Emiliano Cotelo, habló con uno de ellos, que está justamente en Przemysl.

Valentín González, oriundo de Piedras Blancas, estaba radicado en España pero dejó todo para irse a colaborar allí.

En Perspectiva · Entrevista Valentín González - Voluntario uruguayo que asiste a los refugiados ucranianos

El joven uruguayo junto a un amigo -ambos residentes de España viajaron casi 3.000 kilómetros hacia frontera entre Polonia y Ucrania para prestar ayuda voluntaria.

Aclara que no son de ninguna organización, “con lo poco que teníamos fue con lo que nos movimos y llegamos hasta acá para poder hacer un proyecto y ayudar a todas las personas que están acá”. Mencionó que muchos son niños y mujeres que “tienen a sus padres y a sus maridos en la guerra luchando”. “Yo me puse en su situación y por eso estoy acá”, añadió.

González se refirió a lo que lo llevó a dar ese salto: “Yo vivía con mi compañero allá en España, estábamos viendo las noticias, veíamos todo el rato lo que estaba pasando, que había muchísima gente que necesitaba ayuda, nos miramos en ese momento y dijimos: ‘nos quedamos viendo la tele en casa sin hacer nada’, como hace casi todo el mundo o hacemos algo y ta, al final tomamos una decisión y dijimos ‘vamos a hacer algo’, lo que tengamos en nuestra mano pero lo vamos a hacer”.

Los dos jóvenes se habían quedado sin trabajo porque se dedicaban a la venta de energía, de luz y gas, y, según explicó González, “las ventas de energía cayeron muchísimo, un disparate. La cosa por la guerra se complicó bastante en España, subió la luz muchísimo”.

Consultado acerca de cómo financiaron el viaje dada la situación de desempleo en la que se encuentran, dijo que crearon una plataforma que se llama “ucraniasos.org” y a través de ella comenzaron a recibir ayuda de otras personas. No obstante, señaló que tuvieron que vender algunas de sus pertenencias para poder costearlo. “Los suministros fueron facilitados por la gente, no tuvimos que comprar nada”, agregó.

Además, González contó su periplo para llegar a la frontera: el viaje duró tres días, fueron días “largos” y “duros”, “durmiendo en el coche, pasando frío”. “Pero tenemos un propósito y es lo que estamos tratando de cumplir por todos los medios”, aseguró.

Por su parte, explicó que ellos trabajan por su cuenta: “Nosotros no trabajamos con ONG porque no quieren que los ayudes, lo único que quieren es que les aportes dinero”. Y agregó que no querían ayuda del gobierno, "toda la ayuda que hemos recibido ha sido de gente como yo", concluyó.