El año que viene los uruguayos volveremos a tener que responder nuevamente a un censo nacional, una medición esencial para la definición de políticas públicas que se hace aproximadamente cada 10 años.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ya comenzó en cuatro departamentos los ensayos previos al relevamiento que se hará desde abril del año que viene.
El censo 2023 trae algunas novedades. Por ejemplo, será la primera vez que Uruguay aplique una vía web para responder el cuestionario.
Pero esta no es la única innovación en la que se ha embarcado el INE; también ha lanzado distintos indicadores nuevos, como el de supervivencia y mortandad de empresas, o la medición semestral de pobreza, que ha generado una polémica importante sobre cómo leer ese indicador y contra qué es mejor compararlo. Ahora incluso el INE está embarcado en un relevamiento que refleja la situación de la alimentación de los uruguayos, un aspecto que está en el centro de la polémica hoy en día, y también promete un indicador de pobreza multidimensional, es decir, que contempla mucho más allá de la variable de ingresos que se toma habitualmente.
Sobre el nuevo censo y los cambios que se están dando en el INE, su director, el economista Diego Aboal, habló con En Perspectiva.
Aboal contó que el censo, cuya última edición fue entre 2011 y 2012, se realizará el año que viene entre abril y mayo. Previo a eso, hasta el mes de noviembre, se realizará la etapa experimental para probar el nuevo sistema.
"Va ser un censo que tiene una innovación, que es la posibilidad de que las personas autocompleten la información censal por un formulario web en cualquier dispositivo electrónico. Pero va a ser un censo que, por lo demás, va a ser bastante tradicional. O sea, una vez que se cierre la ventana para completar vía web, van a salir censistas de forma presencial, para hacer dos tareas: pedirle información a aquellos hogares que no brindaron información vía web y a aquellos que si brindaron, pedirle un código de que completó la información", comentó.
Consultado sobre la fiabilidad de los datos proporcionados por medio de esta vía, dijo que a veces "puede ser de mejor calidad incluso que la información que el censista cara a cara puede tomar".
"Por ejemplo, en la variable educación. Puede preguntar cuántos años de educación tiene la abuela. La persona tiene que en ese momento recordar o aproximar los años de educación que tiene la abuela, a lo mejor dice cinco años y tal vez eran seis o eran tres. Mientras, en el formulario web puede esperar a que la abuela llegue de noche y preguntarle", puntualizó.
Sostuvo que el INE ya tiene una empresa contratada para elaborar este formulario web, para que sea "muy ágil" y "muy simple".
"Las preguntas se pueden entender por cualquier persona y además va a haber una campaña de comunicación que también va a ayudar, sobre todo allí en las preguntas que puedan ser un poquito más difíciles o puede haber más dudas", dijo
Aboal comentó que en esta edición se harán "dos censos de forma paralela". Uno, por el método de consulta a los habitantes y el otro, por el relevamiento de registros administrativos en organismos del estado.
"Estamos trabajando con un equipo que está haciendo de forma paralela un censo basado en esos registros, pero eso no va a ser público, lo estamos haciendo simplemente a los efectos de ir chequeando la información que obtenemos por esa vía y luego compararla con la del censo que vamos a hacer", expresó.
"Tenemos un equipo de gente, tenemos presupuesto asignado para eso y el objetivo es que, hacia el próximo censo, en el 2030, ya no tengamos que hacer un censo de forma tradicional, así que estamos trabajando de forma muy fuerte", aseguró Aboal.