Con el dinero crearán el programa Osana Abrahamian, en honor a la madre del exrector, en el que docentes de Secundaria se podrán perfeccionar en Matemática; estudiantes nuevos podrán estudiar dos tipos de carreras matemáticas (una en la Facultad de Ciencias y otra en la Facultad de Ingeniería), y apostarán a que estudiantes de otros países vengan a estudiar el doctorado a Uruguay.
Según Markarian, la idea de donar el dinero surgió de su hija, Vania. “Ella es la única heredera, porque con la madre de ella tenemos separación de bienes; no tengo otra sucesión”, expresó a En perspectiva.
El matemático contó que no heredó nada de su familia, excepto deudas, por lo que este patrimonio surge de sus ahorros. “Una de las fuentes principales es que cuando aparecieron las AFAP yo decidí no acogerme, decidí fundar la AFAP Markarian, y el dinero que hubiera puesto en una AFAP, lo empecé a ahorrar”, contó.
“Lo invertí y no tuve que pagar ningún impuesto extra. Cuando lo invertí de diferentes maneras, me encontré con que tenía mucho dinero; tuve suerte, muchas veces la tuve. Cuando la crisis del 2002 seguí los pasos que recomendó el gobierno en ese momento, después me hice dueño de mi apartamento litigando un poco con el Banco Hipotecario”, agregó.
El exrector de la Udelar sostuvo que la crianza Abrahamian “puede haber ayudado a dar ciertos rasgos de buen vivir, en el sentido verdadero de la palabra”. De este modo, dijo sentirse cómodo con lo que tiene, no estar “sujeto a los golpes del consumismo”, y “simultáneamente ganar cierto dinero con cargos importantes”.
Al ser consultado sobre por qué decidió donar su dinero para que los estudiantes se especialicen en Matemática, Markarian dijo que a él y a su hija les pareció “una cosa muy buena promover estudios en un sector particularmente no atractivo de la vida intelectual, que es fundamental para el desarrollo de la sociedad y de la gente”.
“Todo el mundo sabe que la Matemática es muy importante, lo ve porque hay que estudiarla sistemáticamente desde que uno aprende a leer”. Además, destacó “la importancia que la matemática tiene en la buena formación de los seres humanos”. Para él, “es fundamental”.
Markarian fue rector de la Udelar entre 2014 y 2018, cuando se jubiló. Hoy en día, dice, no tiene jubilación profesional, sino de la Caja Civil. A sus 76 años, tiene un cargo honorario en el Instituto, donde brinda asesoramiento a nivel superior en Uruguay y en el exterior.
Además, integra el comité científico de una escuela en Paraguay. En 2022, la Facultad de Ingeniería le otorgó un título honoris causa por su trayectoria.