Surgido durante el segundo mandato de Tabaré Vázquez, el movimiento "autoconvocado" Un Solo Uruguay (USU) organizó diversas movilizaciones durante el pasado quinquenio.
Ahora, a cien días de comenzado el gobierno de la coalición multicolor, el movimiento asume la que podría calificarse como su primera postura crítica hacia la actual administración. En un comunicado publicado en las últimas horas, USU criticó que el Ejecutivo haya decidido dejar sin efecto el gravamen que durante los dos últimos meses aplicó a los salarios y jubilaciones públicas superiores a 120.000 pesos, pese a que la normativo habilita a hacerlo por dos meses más.
Este viernes, el ingeniero agrónomo Marcelo Nougué, uno de los voceros más visibles del movimiento, fue entrevistado por el periodista Emiliano Cotelo en su programa En Perspectiva, que se emite por Radiomundo.
Durante el reportaje, Nougué destacó el carácter deliberadamente informal de USU. "Nuestro objetivo no es tener personería jurídica, socios ni afiliados. La gente que integra el movimiento sigue pensando y actuando sobre los problemas del país".
En el mismo sentido, destaca que USU "no está a favor ni en contra de ningún gobierno", y que si identificación como oposición al Frente Amplio se debe "a una estrategia del gobierno anterior". Igualmente, afirma que no se trata de "una representación del sector del agro".
"Una de las actividades más fuertes que hemos tenido es con las cámaras comerciales del este, vinculadas al comercio y al turismo, y hemos dado batalla contra la obligatoriedad de la inclusión financiera, que no es algo que afecte especialmente al agro. Hablamos de los temas nacionales, y nuestro principal foco son las fuentes de trabajo", sostiene.
La pandemia y la declaración de emergencia sanitaria han afectado mucho al empleo y a las empresas, que han tenido que bajar las cortinas y dejaron de generar ingresos". En ese contexto "Entendemos que el sector público, y así lo dijimos desde el principio, tiene que hacer un aporte", considera.
Según el vocero, "el trabajador privado ve menguadas y en riesgo sus fuentes laborales, y la mayoría de los empresarios en Uruguay retira (por concepto de ganancia) menos de un salario mínimo", y además "ve en riesgo la posibilidad de seguir adelante". En contrapartida, entiende que "el único sector que sabe que tiene la vaca atada, que todos los meses van a cobrar y que no tiene en riesgo en su fuente laboral, es el sector público".
Por ello, Nogués defiende "que los salarios más altos del sector público puedan aportar un par de meses más, ante una situación que todavía no sabemos cuánto va a costar". A ese respecto, recuerda que en principio se estimó que las consecuencias de la pandemia tendrían un costo aproximado de 400 millones de dólares, "pero ya todos sabemos que va a estar muy por encima de eso".
Para el portavoz de USU, mantener ese gravamen "sería de orden, porque el sector privado está poniendo todo lo que puede, desde la gente que está en seguro de paro, la que ha perdido el trabajo, la que ha cerrado empresas, la que no ve cómo va a retomar la actividad económica. Esa gente pone todo lo que tiene".
Sin embargo, los empleados públicos con sueldos altos no serían los únicos en tener "la vaca atada". Durante la entrevista, se le apunta a Nogués que hay muchos ejecutivos en el sector privado que ganan abultados salarios, y que también existen sectores económicos que han obtenido pingües beneficios durante la pandemia, y a los que quizá podría aplicarse idéntico criterio, e imponérseles un impuesto transitorio.
"En general, a los sectores que les ha ido muy bien nadie lo explicita. Nosotros los explicitamos y decimos que estamos de acuerdo", expresa Nougué.
"Al sistema financiero estaría muy bien ponerle un impuesto, pero es un sistema que ha estado protegido desde hace muchísimos años", ejemplifica.
"Capaz que a las plantas (de celulosa) y al sector forestal, que tiene muchos beneficios, también se podría, pero también están protegidos y no se les puede poner impuestos. Probablemente el sistema empresarial medico también", enumera.
Así las cosas, USU vería con buenos ojos "aumentar cargas para determinados sectores económicos que han tenido ganancias extraordinarias, pero que están protegidos. Hay que ponerles nombres y apellidos a las cosas. Cuando hablan de sectores que han ganado mucha plata, que digan cuales son y discutámoslos", subraya.
"Uruguay es uno de los países donde el porcentaje de ganancias por comisión de los bancos es más grande. Más del 40% de sus ganancias son comisiones que nos cobran de forma obligatorio, romper esa obligatoriedad implica que esos sectores que fueron favorecidos dejen de ganar tanto y que ese dinero circule en la economía", opina.
En ese sentido, apunta que USU remitió al gobierno una propuesta de que "los bancos y las tarjetas deberían cobrar la mitad de la comisión mientas dure la emergencia".
Interrogado acerca de las razones por las que el gobierno habría decidido dejar de cobrar el citado impuesto, Nougué supone "que es para n enfrentar al sindicato" de los empleados públicos (COFE).
"Porque estamos hablando de una franja de sueldos de 120.000 a unos 320.000 pesos. Un aporte extra de esos salarios nos parece que no debería se demasiado complejo de implementar", sostiene.
Por otra parte, advierte que "se siguen extendiendo los seguros de paro, se abren líneas de crédito blando para que las empresas chicas no se fundan, pero hacer que una empresa chica tome un crédito blando es como ponerle zapatos de plomo. No se ha recuperado la economía y se habla de que el próximo semestre va a ser muy duro y hay que levantar a los heridos, y el sector público se retira del aporte".
Cuando se le señala que el impuesto recaudó poco dinero -unos 8 millones de dólares- en relación a la magnitud del costo de la crisis, e incluso menos de lo previsto. El ingeniero entiende que esa no es razón para quitarlo.
"Si la situación va a ser critica en adelante y la exigencia va a seguir aumentando, lo que habría que preguntar es cuál es la lógica de no extenderlo un poco más. Sería entendible si la situación estuviera resulta y superada, pero no es así. La única explicación que uno encuentra es que se quiere evitar una confrontación con el gremio", insiste.
Interrogado acerca de si han mantenido reuniones con la actual administración, Nogués responde de forma negativa. "Nunca fuimos recibidos por el gobierno actuando. Todas la reuniones que tuvimos fueron antes del 1º de marzo , y desde entonces nunca nos reunimos con ningún jerarca del Poder Ejecutivo". Sobre este aspecto, aclara que "no solicitamos reuniones, quedamos a disposición y ya enviamos siete documentos. Hasta ahora no nos han planteado la necesidad de profundizar sobre ninguno de ellos".
En cuanto a las propuestas de USU hacia el futuro inmediato, el vocero enfatiza que "la prioridad es sostener a la gente que está en peores condiciones, por eso los que están mejor tiene que hacer sus aportes".
Comparando la situación del país bajo el gobierno del FA y la de hoy "no vemos mucho cambio en competitividad, no vemos medidas para que haya sectores que puedan genera empleo rápidamente", señala. En tal sentido, explica que remitieron un documento a El interior se hace oír, iniciativa desarrollada por tres ex intendentes de diferentes partidos (Marne Osorio, Yamandú Orsi y Sergio Botana). En dicho documento "hablamos de la necesidad de fomentar las pequeñas iniciativas en algunos sectores que se han perdido, básicamente vinculados a la granja, porque son muy dinámicos y puedan genera rápidamente empleo. No sabemos muy bien cómo se va a salir de esto, en la medida que los que generan empleo real no tienen muchas condiciones para el arranque. Muchas de las medidas que planteamos son en torno a ese tema".
Similar es a postura del movimiento respecto a la actividad turística, un sector que "paga por adelantado los impuestos en base a lo que la DGI estima como ganancia futura" y donde "las tasas e impuestos municipales que pagan son muy altos y previos a la temporada".
"Ante una situación de gran incertidumbre como la del turismo en el próximo año ¿Quién se va a arriesgar a abrir un hotel, un comercio, en semejantes condiciones? Aflojémosle y cobrémosles después, en base cómo les haya ido", sugiere.
"Si a la pequeña o la gran empresa uno le exige de antemano por miedo a que evadan, muchos no se van a arriesgar, porque hay gran incertidumbre", remarca.
En cuanto al futuro del movimiento, Nougué vuelve a señalar que no tiene un carácter político partidario, y asegura que las movilizaciones del año pasado no fueron en oposición al gobierno de entonces ni a favor de ningún partido, sino "para que todo el sistema político, que estaba en campaña electoral, escuchara lo que teníamos para decir".
"Le mantenemos la carta de crédito a todo el sistema político en la medida en que se sostenga el diálogo y la capacidad de escuchar. Hemos ido a dialogar con todos los que nos han abierto las puertas", asevera.