Este viernes los dos proyectos que ganaron el concurso de la Agencia Nacional de Investigación e Innovación (ANII) entregarán los 50 respiradores nuevos que serán utilizados en caso de que el sistema de salud se vea sobrepasado por la pandemia del coronavirus.
Las empresas agrupadas en el proyecto Respirone elaboraron 25 respiradores con $1,5 millones, mientras que el proyecto Respiradores Neumáticos Modulares de Emergencia (RNME) recibió $4,5 millones para realizar idéntica cantidad de ventiladores.
Este llamado lanzado el 23 de marzo y que fue impulsado además por el Ministerio de Industria, Energía y Mineria y el Plan Ceibal, estipulaba que los insumos debían ser de fabricación rápida, completos y avalados por los estándares de las organizaciones médicas correspondientes.
En la mañana de este viernes Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, entrevistó a Pablo Díaz, uno de los realizadores del proyecto RNME.
Díaz aseguró que pese al poco tiempo con que contaron para la realización de los respiradores el resultado "colmó las expectativas". En ese proyecto trabajaron 18 personas de las empresas Vivestar, Spectrum e Inteka.
El realizador contó que comenzaron "sin conocer especialmente como funcionaba un respirador", por lo que fue "medio loco presentarse". Para adentrarse en la realidad contaron con la ayuda del intensivista Daniel Chafes.
"La inspiración surgió porque Vivestar e Inteka coincidieron en un trabajo para el sector petrolero. Realizamos un sistema para inyectar un engrase con determinados controles de presión y temperatura en los pozos de petróleo y pensamos que el sistema se podría utilizar en el área médica", expresó.
Sobre los respiradores, Díaz contó que funciona con un sistema de electroválvulas que con energía eléctrica abren o cierran simulando el proceso de respiración. "Uno controla los tiempos y hace que llegue un volumen determinado de la mezcla de aire y oxígeno al paciente. Todo eso es controlado por un cerebrito que se utiliza a nivel industrial y que se puede visualizar a través de una tablet que brindó el Plan Ceibal", señaló.
El referente de Vivestar dijo también que el RNME requiere que el paciente esté inconsciente. "La persona en forma consciente respira de una forma determinada y este equipo impone una frecuencia, por lo que el respirador competiría contra la persona. Los pacientes que están graves, una vez que comienzan a hacer un esfuerzo inspiratorio deberían cambiar el respirador", explicó.
Los tiempos de testeo de los ventiladores no fueron los habituales, pero Díaz indicó que hubo varias pruebas. "Una vez hecho el prototipo fuimos al piso 14 del Hospital de Clínicas donde los intensivistas nos recibieron para testear con un pulmón artificial y comprobar que funcionara correctamente. Eso nos habilitó el protocolo y posteriormente fuimos a hacer la experiencia en un cerdo. Luego estuvimos también en un laboratorio privado que se dedica a realizar certificaciones de equipamiento médico", finalizó.