En noviembre próximo, millones de personas de todo el mundo van a estar pendientes del Mundial de Fútbol que tendrá lugar en Catar.
La atención que concita este gran espectáculo lo transforma en la vidriera perfecta para promocionar cientos de productos. Por ejemplo, la lana uruguaya.
Este martes se presentó la iniciativa “Lana Celeste a Catar”, que vestirá a todos los integrantes de la delegación uruguaya que viajarán al torneo internacional con trajes confeccionados con lana fina uruguaya merino de altísima calidad.
La movida, impulsada por varios actores de la cadena de producción lanera, con el Poder Ejecutivo y la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), busca posicionar a nuestro país como productor de lana de primer nivel, y referente en moda y diseño sustentable.
Este miércoles, el conductor de En perspectiva Emiliano Cotelo conversó con Alberto Bozzo, directivo de las Cooperativas Agrarias Federadas, Romeo Volonté, gerente del Secretariado Uruguayo de Lana, y con Álvaro Fossati, presidente de la Cooperativa Central Lanera, con el fin de profundizar sobre el trabajo y desarrollo de la lana fina y lo que implica esta promoción para el sector.
Bozzo relató el proceso que llevó desde el mes de abril lograr concretar la idea de los trajes que usarán los jugadores de la selección, que empezó con una presentación en la junta del Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA).
Posteriormente, contó el productor que estuvieron “casi dos meses golpeando un montón de puertas” en varios niveles, pero “era todo negativo”.
“Lo que muchas veces tenemos los uruguayos. Primero decimos que no, y después empezamos a ver que capaz sí se puede. En un momento, lo único que nos quedaba era directamente intentar llegar al presidente Lacalle Pou, para ver si se entusiasmaba con la idea y hacía un lineamiento hacia abajo”, apuntó Bozzo.
El director gremial dijo que, un día después de entrevistarse con el presidente, pasó a integrar la junta del INIA un nuevo delegado que había sido compañero de liceo y amigo del presidente de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF), Ignacio Alonso.
“A mediados de junio, en la reunión, lo llama a Alonso y le encantó la idea. Dijo que iba a apoyar y a partir de ahí fue un antes y un después. Se ubicaron que había 300 metros de lana merino de tela hechas en Uruguay en Italia y que eran del color [azul marino] que la selección nos había pedido”, comentó Bozzo.
En este sentido, Bozzo informó que tras un acuerdo entre la AUF y Luis Muto se logró poder confeccionar los trajes “a muy bajo costo”.
“Hay que aclararlo, porque por ahí quedó la idea de que estos trajes valen 3000 euros e iban a salir carísimos. No, no. Tres mil euros es lo que vale hoy un traje de estos en una tienda en Milán. Es el precio final porque estamos hablando de un traje de altísima calidad y hecho por los mejores sastres del mundo, pero gracias al acuerdo y la buena voluntad de Muto y de las instituciones que apoyaron la idea, el 100% del costo lo asumieron las cuatro industrias fabricantes de tops en Uruguay, que son las cuatro que quedan”, contó Bozzo.