Uruguay retomará la búsqueda de petróleo y gas natural en su plataforma marítima, una tarea que se llevó a cabo por última vez en 2016, sin resultado positivo.
La semana pasada Ancap adjudicó a las multinacionales Shell y Apache Corporation, tres de los seis bloques disponibles en la plataforma continental uruguaya para la búsqueda de estos hidrocarburos.
Dos bloques fueron asignados a Shell, que se comprometió a efectuar un programa exploratorio además de invertir en un modelado 3D. En tanto Apache dio un paso adicional y se comprometió en su bloque a la perforación de un pozo en un periodo de inicial de cuatro años. Estas dos resoluciones que ahora deben ser avaladas por el Poder Ejecutivo, se suman al contrato firmado el 25 de mayo entre Ancap y la compañía Challenger Energy para la exploración en un cuarto bloque.
En ese contrato la empresa se compromete a la evaluación y modelado geológico y de recursos prospectivos del área así como el licenciamiento y reprocesamiento de información sísmica 2D existente.
Las autoridades de Ancap destacaron el interés de empresas de primer nivel para volver a colocar Uruguay en el mapa petrolero mundial. Sin embargo al mismo tiempo desde la academia y desde organizaciones ambientalistas se señala que el anuncio implica un retroceso en materia ambiental, cuando el mundo y también este gobierno están apostando por el desarrollo de energías verdes.
Este jueves En Perspectiva dio ese punto de vista crítico. El diálogo fue con Omar De Feo, doctor en Ciencias del Mar, investigador de la Universidad de la República.
En esta ocasión, el programa recibió al presidente del directorio de Ancap, del Alejandro Stipanicic.
El jerarca dijo en primer lugar que el tema genera polémica porque "siempre el mundo energético trae novedades que son revulsivas".
"La exploración petrolera fue la que descubrió las termas. O sea tenemos termas en Salto, Paysandú y después otras, al impulso de la exploración de petróleo de Ancap hace muchos años", defendió Stipanicic.
"Desde hace muchos años en Uruguay se investiga por la posibilidad de que haya petróleo nuestra geología y todas las decisiones del mundo energético son a muy largo plazo", dijo.
El presidente del directorio del ente recordó que el "último trabajo in situ" en la plataforma continental fue en 2016, a cargo de la petrolera francesa Total, en el mismo bloque del lecho marino que ahora se adjudica a Apache.
"Hay 20 o 21 contratos petroleros firmados en Urugua. Tres o cuatro de ellos fueron en los últimos dos o tres años; los otros son anteriores y vienen al caso de empresas de servicios petroleros que fueron las que relevaron, las que interpretan, las que comercializan y las que trabajan los 41.000 kilómetros de sísmica 2D que hay en el mar y los 45.000 kilómetros cuadrados de símica 3D", dijo, en referencia a las "ecografías del suelo marino" que hay hechas sobre la plataforma uruguaya.
"En el 2016 Total deja la operación in situ, pero el trabajo petróleo siguió. ¿Qué ocurrió para que ahora vuelva un interés a venir a trabajar in situ para que venga a trabajar y para reservar bloques? Porque lo que se hace es: se licita para tener el derecho de uso o el derecho de estudio en un determinado bloque en un pedazo del mar. Ese es el paso que dieron Shell y Apache. Apache además, compromete un pozo exploratorio en el plan de trabajo, ¿pero qué fue lo que cambió?", sostuvo.
"Cambio que en enero, febrero de este año Shell y Total las dos ya estuvieron aquí y Shell y Total en Namibia declararon descubrimiento de yacimientos de petróleos. ¿Y qué pasa con Namibia? ¿Por qué Namibia es importante? Porque la geología del oeste africano es idéntica a la geología de nuestra plataforma continental. Si tú ves las líneas sísmicas y tú ves esa radiografía del lado uruguayo y ves una más o menos en la latitud correspondiente del Namibia hay una continuidad notable".
El jerarca aseguró que si bien la probabilidad de éxito siempre fue baja, alrededor del 10%, "ahora quizás estén más cerca del 15 al 20%".