La empresa Starlink, propiedad del multimillonario sudafricano Elon Musk, comenzó de manera efectiva a ofrecer su servicio en Uruguay, después de lograr en marzo la habilitación de la Unidad Reguladora de los Servicios de Comunicación (Ursec).

Así, Starlink ofrece conexión a internet a través de una constelación de satélites que orbitan a unos 550 kilómetros de la Tierra.

El kit estándar motorizado del servicio en Uruguay tiene un costo de $ 14.460, lo que incluye $ 1.000 por envío. En tanto, el costo mensual por el servicio es de $ 1.900.

En diálogo con En perspectiva, el ingeniero Carlos Martínez, gerente de Área Técnica del Registro Latinoamericano de Direcciones de Internet (Lacnic), explicó cuáles son las mejores condiciones para que el nuevo servicio “brille”.

Martínez explicó al programa radial que el servicio de Starlink “es como si fuera una conexión de banda ancha”. “Hay países donde lo que se ofrece como banda ancha fija es eso, es el uso normal”, mencionó. De todos modos, explicó que si un usuario baja muchos archivos o baja películas en 4K, la calidad “va a sufrir”.

Así, explicó que para que el servicio funcione de manera óptima, se necesita “una línea de vista lo más despejada posible” entre el receptor y el satélite.

“Eso es una de las cosas que hace que, por ejemplo, en una ciudad quizá no performe tan bien como en una zona de campo. Porque, naturalmente, en las ciudades tenés más obstáculos”, agregó Martínez.

El ingeniero aseguró que es “mayormente cierto” que Starlink funciona “en cualquier lado”, aunque señaló que hay “determinadas limitaciones”.

“Donde realmente va a brillar es en lugares alejados de la ciudad. En la ciudad, si vivís en un barrio sin demasiados edificios y la podés poner arriba de tu casa, capaz que te funciona bien también. No es que sea una receta fija. En realidad, hay que ver si en la ciudad te conviene por precio”, indicó.