El pasado 20 de julio, los cancilleres y ministros de Economía de los países integrantes del Mercosur celebraron una nueva cumbre del bloque. Entre varias negociaciones, una fue el anuncio de un tratado de libre comercio con Singapur.
Diego Martínez Bernié, presidente de la Cámara de Comercio Mercosur-Asean (Asociación de Naciones de Asia Sudoriental), explicó en el programa radial En perspectiva cómo es ese pequeño país asiático que se posiciona en el séptimo lugar del mundo en el índice de producto bruto interno (PBI) per cápita —con 72,073 mil dólares—, cuatro veces más que Uruguay.
Singapur, la ex provincia de Malasia que tiene un territorio de 719 kilómetros cuadrados y que dobla en cifras a la población uruguaya (5,5 millones), es uno de los integrantes de la Asean. La organización está compuesta por países del sudeste asiático como Vietnam, Camboya, Laos, Myanmar, Brunéi, Tailandia y Filipinas.
Podría decirse que, con la fundación de Singapur, existe algún tipo de “paralelismo” entre los orígenes de Uruguay y Argentina, expresó Martínez. Es decir, un grupo de provincias que se independizaron. El proceso del pequeño del sudeste asiático es posterior, después de la segunda Guerra Mundial, cuando “tomó una línea muy agresiva en el sitio”. Tiene un territorio un poco mayor que el del departamento de Montevideo; Uruguay es 245 veces más grande en territorio.
“Somos muchísimo más grande que Singapur, y ellos, sin embargo, tienen una población que casi nos duplica”, dijo Martínez. “La densidad de población es muy elevada, es casi 8000 personas por un kilómetro cuadrado”, agregó.
Además, en términos generales, el país ocupa el número 39 en el mundo en términos nominales de PBI con 396.995 millones de dólares, pero “quizás lo que conviene tomar en cuenta es el el PBI per cápita”, recomendó el presidente.
Asimismo, Martínez formuló que el contexto de Singapur es “complejo” desde una perspectiva “racial” porque hay una combinación “impresionante”: las personas de India que los británicos “trajeron” desde Punjab, chinos, malayos y el resto de los extranjeros que habitan el espacio. Una “mezcla muy grande”. “La línea de Singapur fue generar una forma de gobierno que ordenara lo más posible las cosas”, “minimizara la corrupción” y aumentara el “nivel de seriedad y de proyección”.
Según el presidente, el país “hizo un trabajo muy grande”, aunque es una “democracia no perfecta”, en términos de “salud”, “vivienda”, “educación” y en “incentivos a las empresas extranjeras para desarrollarse”.
En la actualidad, Singapur es un “centro financiero global” y un “hub de distribución global”. Además, cuenta con una ubicación “clave” que atraviesa “la ruta del camino” de países como China e India.
Sin embargo, hay muchas personas que “califican de autocracia” al Gobierno. “Hay países en el mundo que uno puede ver que van muy rápido y es porque tiene muchas opiniones que disienten”, indicó Martínez. “No se escuchan las opiniones, entonces van en un solo sentido, es la contracara de un país democrático dónde se escucha todas las opiniones y se expresan las opiniones”, adicionó. “Eso también enlentece la toma de decisiones como debe ser en un lugar donde hay absoluta libertad”, concluyó.