Se llevó a cabo ayer miércoles el paro de 24 horas convocado por la coordinadora de sindicatos de la enseñanza del Uruguay.
La medida vino precedida de una discusión en torno a qué iba a ocurrir ayer con la alimentación escolar; qué iba a pasar en aquellos centros educativos donde los niños reciben un plato de comida. En medio del debate, se presentó un proyecto de ley de la diputada nacionalista Alexandra Inzaurralde que pedía que se decretara la esencialidad de la alimentación escolar durante el paro. Luego de la iniciativa, la Federación Uruguaya de Magisterio (FUM) anunció que se iba a prever que la alimentación no faltara.
Un comunicado del sindicato emitido el viernes, expresó: “Entendemos fundamental atender el día del paro nacional de 24 horas, el próximo 15 de junio, un sistema de emergencia de reparto de viandas por sedes territoriales. Somos especialmente sensibles a la situación que atraviesa nuestra infancia, por eso reivindicamos la necesidad de atender su alimentación no (solo) un día sino todos”.
Según el gremio de los maestros, el gasto y su ejecución en 2020 muestran “un recorte en alimentación (escolar) de 200 millones de pesos”.
El secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, valoró la decisión sindical e hizo este comentario a la prensa: “Yo creo que la cordura primó y hay que valorar esta rediscusión interna del sindicato. Cambió de posición, de negarse a hacer guardias gremiales para asegurar la comida a los gurises; ahora aparentemente van a asegurar ese día que haya guardias gremiales para los gurises y hay que valorar esa decisión, ese cambio de posición que me parece que va en sentido de lo lógico, lo normal, y de pensar en los más vulnerables”.
Soledad Moraes, maestra y secretaria general de Asociación de Maestros de Montevideo (Ademu), conversó con Romina Andrioli, conductora de En Perspectiva, acerca del funcionamiento del servicio de alimentación en el día de ayer.
La docente valoró el paro como “sumamente positivo” y de una gran convocatoria. “Fue muy importante no solo el acatamiento al paro, sino también la concentración de todos los sindicatos y la llegada también de muchos sindicatos, de representantes de sindicatos del Interior”, expresó.
Ayer, Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central, publicó en su cuenta de Twitter un cuadro con distintas cifras que señalan la evolución de los servicios de alimentación en la Administración Nacional de Educación Pública (ANEP) en 2019, 2020, 2021. En 2019 la ANEP destinó 2.381 millones de pesos a este servicio, mientras que en 2020 bajó a 2,138 millones de pesos. Sin embargo, en 2021 la cifra ascendió a 2.875 millones de pesos.
“Más allá de las cifras, las partidas que se destinan para comedores, para cada uno de los comedores que funcionan en las diferentes escuelas, es una partida que no ha sido actualizada. Se siguen manteniendo los precios o se valora los mismos precios que se venían valorando en el año pasado y todos conocemos la suba de los alimentos, la suba de combustibles…”
Moraes explicó que los servicios de comedores funcionan de “diferentes maneras”. Algunos trabajan con empresas tercerizadas que son las encargadas de elaborar los alimentos y que no dependen de la Dirección General de Educación.
Agregó que hay otros comedores “tradicionales” en los que el alimento se elabora en la escuela “y son las maestras directoras, los maestros directores, los encargados de las compras de esos alimentos (en algunas escuelas cuentan con un ecónomo que se encarga que esa compra sea la necesaria); en esas partidas es necesario que se actualicen".
La docente dijo que las cifras señaladas por Silva corresponden al servicio de viandas que se brindó durante el tiempo de pandemia. "Fue mucho más importante el costo de las viandas porque las hacían empresas tercerizadas, que lo que cuesta el dinero que se destina”, sostuvo y señaló que cuando se cocina dentro de la escuela es “mucho más económico”.
“Tuvimos dos años de pandemia donde esa elaboración no se pudo realizar en los comedores tradicionales dentro de las escuelas y se brindó viandas”, acotó, al tiempo que indicó que el funcionamiento actual es el mismo que se tenía previo a la pandemia.
En relación con el servicio que se brindó ayer, Moraes comentó que fue una resolución del Secretariado Ejecutivo de la FUM. Desde Ademu, señalan que una de las consecuencias fue el "nerviosismo" de aquellas directoras encargadas de los comedores escolares, "que iban a hacer uso de su derecho a huelga —consagrado en nuestra Constitución, específicamente en el artículo 57—. Un montón de directoras y maestras hicieron uso de ese derecho, pero no sabían qué era realmente lo que tenían que realizar respecto a estas guardias, cómo era que se iba a proceder porque no ha llegado la información con el tiempo suficiente”, manifestó.
Y continuó: “Nosotros lo consideramos como que era necesario otro tipo de organización y, sobre todo de información a la familia”.