El agua potable en el área metropolitana, que ahora es más salada para poder abastecer a la población en medio de la sequía debido a que OSE recurrió al río Santa Lucía cerca del Río de la Plata, está provocando molestia entre los usuarios, pero también muchas dudas sobre cómo consumirla y los riesgos que implica para la salud.

El viernes de la semana pasada, la ministra de Salud Pública, Karina Rando, dijo en rueda de prensa que por el momento el incremento de cloruro y sodio en el agua de OSE no supone “un problema de salud para la población general”.

De todos modos, el Ministerio de Salud Pública (MSP) recomendó “a las personas con hipertensión o enfermedades renales”, y a aquellas “que tienen recomendación médica de una dieta restringida en sal”, que extremen los controles de presión arterial, no descuiden sus controles médicos y, “en caso de ser posible”, consuman agua embotellada.

Este martes, el MSP actualizó las recomendaciones según distintos tipos de comorbilidades y grupos de riesgo. Estas fueron avaladas por las cátedras de Nefrología, Cardiología y Medicina Interna de la Universidad de la República, la Academia Nacional de Medicina y por la Presidencia de la Comisión Honoraria de Salud Cardiovascular.

Este miércoles, el conductor de En perspectiva Emiliano Cotelo conversó con Víctor Dayán, presidente de la Comisión Honoraria para la Salud Cardiovascular.

En Perspectiva · Entrevista Víctor Dayán - ¿Qué cuidados hay que tener al consumir agua de OSE?

El especialista indicó que los “riesgos potenciales” se vinculan al volumen que se consuma de agua.

“Previamente, el riesgo estaba cuando se consumía de forma excesiva diariamente, se hacía un consumo no habitual. Ahora, en este caso, el riesgo aparece para algunos grupos poblacionales un volumen mucho menor. La prevalencia de riesgo de complicaciones asociadas a la misma puede aumentar”, informó Dayán, que destacó que lo que afecta a nivel de “la salud humana en el manejo de agua corporal es el sodio”.  

El profesional informó que alrededor del 37% de la población adulta es hipertensa y que “una gran proporción lo son sin saberlo”.

Con el cambio realizado por OSE, la persona que tomaba, por ejemplo, un litro de agua por día, le ingresaban a su organismo 200 miligramos de sodio y ahora le ingresa más del doble, más de 400 miligramos de sodio por litro.

“Esto es importante para aquellas personas que tienen un tope. Las que un médico tratante les dijo que tenían que restringir su cantidad de sodio porque, si suben más de cierto nivel, aumenta el riesgo de complicaciones. Las opciones son dos. Bajo la cantidad de agua que tomo, o la mantengo y lo compenso bajando el ingreso de sal a mi organismo por otro lado”, resumió Dayán.  

Sobre el consumo de sodio en particular, el especialista informó que según una encuesta realizada los grupos de ingresos más altos son los que más sodio consumen.

“Uno podría presumir quizás que pueda deberse al consumo de productos manufacturados y ultraprocesados, con mayor contenido de sodio. Los de menores ingresos tienen mucho menor consumo de sodio diario. Están más cercanos al consumo de dos gramos diarios que recomienda la Organización Mundial de la Salud”, señaló Dayán.

En Uruguay, se estima que el consumo aparente de sal es de 8,3 gramos en promedio para toda la población, lo que equivale aproximadamente a 3.400 miligramos de sodio.

Consultado sobre la utilización de agua de OSE para preparar el mate, Dayán advirtió que al calentar y dejar hervir el agua se “concentra más el sodio”, por lo que es recomendable “para el mate tomar agua embotellada”, sobre todo para las personas con enfermedad renal crónica, insuficiencia cardíaca, cirrosis o que están embarazadas.