El caso de Nicolás Schiappacasse sacudió el mundo del fútbol uruguayo en los primeros días del año. Este jugador de 23 años que estaba por renovar su contrato con Peñarol fue detenido en la Ruta Interbalnearia mientras viajaba a un clásico de verano frente a Nacional. Ese día, el pasado 26 de enero, se le incautó una pistola 9 mm con 8 municiones.
En su declaración inicial, Schiappacasse dijo a la Policía que el arma iba destinada a la hinchada carbonera.
En la audiencia de formalización se le imputó trafico interno de armas de fuego y municiones, receptación y porte de armas en lugares públicos.
Este jueves, la defensa del jugador cerró un acuerdo con la Fiscalía. Fue condenado a 14 meses de prisión, de los cuales ya cumplió 2. Los 12 restantes serán los 6 primeros en prisión domiciliaria y los 6 últimos en régimen de libertad a prueba. Solo tendrá permiso para salir de su casa para entrenar y para jugar partidos con el club El Tanque Sisley. Además deberá cumplir tareas comunitarias.
Schiappacasse tiene ahora, prohibicón expresa de concurrir a espectáculos deportivos, salvo como integrante del plantel.
Para profundizar en el caso, En Perspectiva habló con la fiscal de Maldonado, Carolina Dean.
La letrada recordó en primer lugar que su detención se dio en el marco de un control de rutina y que, a diferencia de lo que se comentó en su momento, "no había ninguna intervención respecto de él".
Al detenerlo se le incauta el arma y las municiones, junto a un celular, que, tras pedirse autorización para periciarlo, al momento de registrarlo se encuentran numerosas conversaciones donde se entendía que Schiappacasse "había adquirido en otras oportunidades, al menos tres armas de fuego y que esas armas circulaban entre algunos de los hinchas de Peñarol".
Sobre el arma, Dean dijo que tras la pericia se estableció que no participó de ningún hecho violento.
Remarcó que si bien la investigación sobre el futbolista está cerrada, se está cerrada. Fiscalía está llevando a cabo otra investigación vinculada, que refiere a la barra brava de Peñarol, a cargo del fiscal de Flagrancia del 9º Turno, Fernando Romano.
Dean dijo que hay derivaciones del caso Schiappacase que siguen en curso en su jurisdicción fiscal.
Explicó que por ahora no se identificó a la persona que le vendió el arma a Schiappacasse y, consultada sobre si efectivamente se la compró a un policía, dijo que "hay algún avance" y que esa persona "no sería actualmente funcionario policial".
Respecto a los registros fílmicos que muestran a la madre del futbolista junto a dos hombres ingresando al apartamento de Schiappacasse el día que fue detenido, del cual retiraron dos bolsos, la fiscal aseguró que se sigue investigando pero que aún no se pudo determinar el contenido de los bolsos.
Respecto de la resolución del caso, a la que se llegó al firmar un acuerdo abreviado entre la fiscalía y la defensa, Dean dijo que el Ministerio Público entendió que "ameritaba darle una oportunidad, porque (si) no aceptaba ahora esa contratación del Tanque Sisley, la iba a perder".
"Él asumió todos los hechos, se mostró siempre muy arrepentido, tuvo un excelente comportamiento dentro del centro de reclusión", aseguró la letrada.