Los precandidatos para las elecciones internas de junio empiezan a presentar sus primeras propuestas de campaña.
Este lunes fue el turno del colorado Robert Silva, que dio a conocer un paquete de medidas sobre seguridad pública, uno de los asuntos más importantes del debate político de cara a las próximas elecciones.
Las propuestas incluyen algunas novedades. Por ejemplo, la creación de un Comando de Seguridad Integral presidido por el presidente de la República, un programa de desarme civil voluntario, y el blindaje del puerto de Montevideo con apoyo militar para prevenir el tráfico de droga.
Para profundizar sobre las propuestas, En perspectiva habló con el politólogo Diego Sanjurjo, coordinador de Estrategias Focalizadas de Prevención Policial del Delito del Ministerio del Interior y, además, uno de los asesores programáticos de la campaña de Robert Silva.
Sanjurjo dijo que no respondió a una estrategia política el presentar las propuestas ahora, pero que sí le parece que ya era “el momento”, comenzando con los planteos en materia de seguridad porque es la “preocupación número uno de los uruguayos”.
“Más allá de eso, también porque nos parece que es un área que preocupa a todos los uruguayos con razón, porque hay algunas cifras del Ministerio del Interior, del que soy parte, [que] no hemos logrado bajar de manera sustantiva, como son los homicidios sobre todo. Y sobre la cual se habla de manera, creo que a veces, poco seria. Una discusión en donde, creo que todos, sepamos o nos especialicemos o no del tema, sabemos que se habla con mucha liviandad. Y que muchas veces se tiran propuestas que son o extremadamente vagas, o propuestas que ya sabemos que se han probado en Uruguay y en otros países y que, por lo menos, no van a cambiar la aguja”, comentó.
Por fuera de los homicidios, remarcó que “prácticamente todos los demás delitos han bajado de manera sustantiva” en un 20, 30 y “a veces 50%”.
“Es la primera vez en la historia, desde que se tiene registros, que un gobierno logra bajar esos delitos de manera sostenida, durante cuatro años. Es la primera vez desde la vuelta a la democracia y desde que se tiene registros”, afirmó.
Consultado por la propuesta de crear un comando de seguridad integral encabezado por el presidente, Sanjurjo dijo: “Esto es una manera que nosotros entendemos que va a servir para dar ese salto de calidad y terminar de comprender la seguridad pública como un esfuerzo interinstitucional. En los países desarrollados, hace mucho tiempo que la seguridad pública se concibe como responsabilidad no solamente de la Policía y no solo como un esfuerzo represivo, sino también como un esfuerzo que conjuga la actuación de varios ministerios, de varios organismos, actores públicos y privados, y también trabajo sobre las causas directas”.
“Robert, desde el primer día, me dijo: ‘Yo me puse la educación a cargo en el período anterior, porque para mí —y seguramente sigue siendo para él— es la prioridad número uno del país’. Algo que seguramente compartimos todos los que apoyamos su candidatura”, comentó el politólogo.
Sanjurjo dijo que Silva, como aspirante a presidente, quiere “estar al mando de ese esfuerzo” para asegurar un “salto de calidad en seguridad”.
“Ese salto en el cual en la mesa se siente no solamente la Policía, Defensa e Inteligencia, sino también la ANEP [Administración Nacional de Educación Pública], el Mides, ASSE y la Junta Nacional de Drogas”, comentó el asesor de Silva, que en las elecciones pasadas acompañó a Ernesto Talvi como técnico.
En referencia a otra de las propuestas, la de realizar una auditoría nacional de seguridad en colaboración con la oficina de Naciones Unidas contra la droga y el delito, el politólogo explicó: “Hoy el crimen organizado, a nivel internacional, se concibe a veces con la metáfora del pulpo. Es un pulpo que, de diferentes formas, intenta corromper a la sociedad, a los distintos actores, y agrandar, expandir sus mercados ilegales, por todos los recovecos que dejan el Estado y la sociedad civil. Lo que se está haciendo para contrarrestar esas posibilidades es realizar auditorías de seguridad. Hay países europeos que lo han hecho a nivel nacional, hay otros países de América Latina, por ejemplo México, que con la ayuda de Naciones Unidas lo hacen a nivel estadual o a nivel local”.
“Lo que nosotros planteamos, ya lo hemos hablado con actores de Naciones Unidas, es invitar a la Oficina de las Naciones Unidas contra las Drogas y el Delito a que se instale en nuestro país temporalmente y nos ayude a hacer una auditoría a nivel local, departamental y nacional, para entender todas las fortalezas y debilidades que estamos dejando abiertas”, agregó.
Sanjurjo sostuvo que la auditoría no solo apuntaría a identificar situaciones de corrupción, sino otras debilidades en áreas que se han “dejado de lado” o que “no hemos fortalecido en lo más mínimo”.
“Algunas instituciones que son elementales para prevenir la expansión del narcotráfico. Por ejemplo, la Educación Pública, que la dejamos en manos de quienes la obstaculizaron durante décadas. El sistema penitenciario, la posibilidad de rehabilitar a los presos. Algo que ningún gobierno se tomó en serio realmente al día de hoy por falta de medios, por falta de apoyo ciudadano”, señaló.
“El tratamiento de adicciones está en pañales. Esto no es en desmérito de la Junta Nacional de Drogas o de Daniel Radío, a quien admiro un montón, pero está en pañales. Eso es lo que ha permitido que a nuestro país llegara el narcotráfico y llegara el narcomenudeo, que al fin y al cabo no es más que la respuesta a un consumo y una adicción que se ha expandido en el territorio”, dijo.
“Queremos un centro público de rehabilitación y tratamiento de adicciones en cada departamento del país; queremos crear tribunales de tratamientos de drogas. Que, de vuelta, son políticas que en otros países se crearon, se hicieron hace décadas, y por eso no tienen los problemas que tenemos nosotros. Tenemos que ponernos a tiro”, aseveró Sanjurjo.
Por otra parte, el asesor de Silva fue consultado por otra de las propuestas, el llamado a concurso público para la selección de las Direcciones Nacionales y Jefaturas Departamentales de la Policía.
Sanjurjo dijo que en ese caso no habla del Director Nacional de Policía o la cúpula más alta de la dirección, cuyos cargos considera “que tienen que ser de confianza”.
Sin embargo, en el caso de los jefes departamentales dijo: “La verdad que no es lógico en lo más mínimo, en el siglo XXI, que puestos de esa responsabilidad sean elegidos a dedo y con selección directa. A mí me parece que no, me parece que al revés, lo lógico hoy por hoy sería que tengamos un comité de selección donde los postulantes presenten su currículum, sus aptitudes, lo que han hecho y, lo más importante, lo que harán. Una estrategia de desarrollo institucional para su jefatura, para su departamento, eso me parece a mí lo lógico”.
“Ahí hay una lógica, que es algo que hemos hablado muchas veces con Robert, que yo me he encontrado cuando, desde que estoy en el Estado y en el ministerio, una infinidad de veces, que es lo más uruguayo que hay: ¿por qué se hace esto? Porque siempre se hizo. Uruguay es así y siempre se hizo. Y no importa que en España, en Dinamarca, en Alemania, en Holanda, en Chile, se haga diferente; como en Uruguay siempre se hizo, está bien y hay que seguir haciéndolo. Y no es así, es al revés”, comentó Sanjurjo.