En un contexto en que el gobierno se muestra confiado acerca de lo que ocurrirá con la economía uruguaya en el próximo año, el Banco Central del Uruguay (BCU) decidió realizar una nueva suba de la tasa de interés este miércoles, llevándola a 7,25%.
En esta línea, la inflación se ubica por encima de las metas fijadas por el gobierno en un contexto además de alta inflación a nivel global.
A este desafío se suma la caída del dólar, que preocupa a los exportadores y a los operadores turísticos, por la pérdida de competitividad.
Sobre este y otros temas conversó este jueves el conductor de En Perspectiva Emiliano Cotelo con el presidente del BCU, Diego Labat.
Labat aclaró que el eje central de la institución es “proponer que la inflación es un problema para Uruguay, no es lo mismo tenerla en el 8% o 10%, que en 4%”.
“Por más que haya mecanismos de protección como que los salarios suban al 8% y los empresarios los precios al 8%, no es lo mismo. Tiene consecuencias y la central es que se afecta el crecimiento a largo plazo de la economía. A los empresarios les cuesta más acceder al crédito, además de las señales distributivas que ya conocemos. La inflación siempre termina pegándole a los más débiles”, sostuvo el economista.
Sobre la inflación actual, Labat dijo que no hay conformidad, y explicó que “hay una serie de presiones relevantes de varios precios en alimentos, combustibles, en particular por el lado de los bienes transables”.
Labat recordó que por la pandemia y la recesión que hubo en la actividad económica, se optó por una política monetaria “expansiva” para “poner toda la liquidez necesaria y que no hubiera ninguna restricción financiera”.
Sin embargo,
indicó que el objetivo central del BCU es la inflación y no la actividad
económica, en referencia a la política de suba de la tasa de interés que lleva
adelante la institución desde mediados de 2021.
Sobre la apreciación del peso uruguayo con respecto al dólar de las últimas
semanas, Labat reivindicó el régimen de libre flotación, debido a que en “un
país chico como Uruguay es el que mejor permite absorber cualquier shock desde
el exterior, sea negativo o positivo”.
“Es lo que hemos hecho estos dos años, tratar de dejar flotar el dólar todo lo que se ha podido. En algunas ocasiones hemos intervenido cuando entendimos que el dólar se ha desviado excesivamente de sus fundamentos o cuando hubo algún episodio puntual que ameritaba tomar alguna acción. Ahora entendemos que el dólar está en el valor que fija la oferta y la demanda. Simplemente, que estamos en un momento en que hay una oferta de dólares muy grande que está presionando a la baja. Es un fenómeno que está pasando en toda la región”, explicó el funcionario.
Agregó que sacando el peso argentino y el guaraní, todas las monedas se han apreciado bastante más que el peso uruguayo.
“Tenemos proyecciones de una leve depreciación de acá a fin de año, de entre 3% y 4%”, sostuvo.