A falta de cuarenta días para el recambio de autoridades en Estados Unidos, el presidente electo Joe Biden avanza en el armado de su gabinete. Mientras tanto, Donald Trump sigue sin admitir formalmente su derrota y vuelve una y otra vez a sus denuncias sobre el fraude que habría existido en las elecciones.
¿Qué diferencia tendrá el gobierno de Biden con el de Barack Obama, del cual el presidente electo, fue vicepresidente? ¿Qué giros anuncia con respecto a la administración actual? ¿Qué Huella deja, por otro lado, la actitud de resistencia de Trump?
Sobre estas interrogantes, en el programa En Perspectiva, conducido por el periodista Emiliano Cotelo y emitido por Radiomundo, se buscó el análisis de una experta: Jennifer Pribble, politóloga estadounidense, profesora adjunta de Ciencias Políticas y Estudios Internacionales en la Universidad de Richmond.
"Está pasando todo lo necesario para una transición formal operacional. Estamos cumpliendo con las fechas, pero lo que no está pasando es la parte política, la parte social de la transición", dijo.
"A pesar de que todos los Estados certificaron los resultados, que ya nombraron sus electores, que se va a votar en el colegio electoral el 14 de diciembre, el presidente no reconocer el resultado. Por lo tanto, hay una tensión política", reconoció. Ayer supimos que 106 de los 196 diputados republicanos firmaron a favor del nuevo caso que lleva la Corte Suprema a favor de Trump. Es una gran mayoría que no está reconociendo los resultados".
Una de las grandes preguntas surgidas a raíz de esta situación de negación es si el entrante mandatario, Joe Biden, tiene acceso a la información necesaria desde el gobierno saliente acerca del estado del país, algo necesario para la toma de decisiones.
A ese respecto, Pribble explicó que si bien Biden no tuvo acceso desde un primer momento a "todos los recursos oficiales", en las últimas dos semanas sí lo consiguió, aunque "todavía no mantuvo una reunión con el presidente Trump ni ha visitado la Casa Blanca".
"Lo que sí dicen es que están teniendo reuniones con gente que está trabajando, sobre todo en el tema del coronavirus y de la vacuna. Pero se puede pensar que el proceso es más lento de lo normal por la resistencia del presidente", consideró.
En cuanto a la atmósfera política que se respira en el país, la experta no duda en señalar la presencia de algo que, en términos más usuales en esta parte del mundo, podría calificarse de grieta.
"El clima está muy polarizado. El país está muy dividido. Como dije, mayoría en los de los parlamentarios que apoyan a Trump no reconocen los resultados. Este nuevo caso que se está llevando la Corte Suprema tiene el apoyo de 18 estados, todos liderados por republicanos, y pretende rechazar los votos de 4 estados. Ahora las divisiones no son sólo partidarias, sino en entre estados, unos que piden de no reconocer el voto de otros estados", describió.
Pribble recuerda que mientras esta polarización causa discusiones y ocupa la atención de medios y ciudadanos "estamos en medio de la crisis de la pandemia más grave que hemos vivido, con 3000 personas muriendo al día, los casos subiendo, y una crisis económico social terrible. Sabemos que hay muchas familias que no pueden comer", lamentó.
"La preocupación del día a día de la gente está en el tema de la pandemia y de la crisis económica, que es muy grave en el país en este momento", diferenció.
Posteriormente, Cotelo recordó que este martes el Tribunal Supremo de Estados Unidos rechazó la demanda que había presentado miembros del Partido Republicano para que se anularan los resultados ya certificados del estado de Pensilvania. Pese a la contundencia de esa decisión unánime, esto no parece haber desinflado la capacidad de acción de Trump y sus adláteres.
La entrevistada coincidió en ello, señalando que "quizás lo más preocupante es que el nuevo caso no viene de Trump y su equipo, sino de la procuraduría general de Texas, que armó este caso en contra de otros estados" y al que luego se sumó el equipo de Trump. "A pesar de que hubo una decisión clara de una sola frase y unanimidad, siguen persiguiendo este caso que, si uno lee a los expertos constitucionalistas, no tiene ningún mérito".
Según Pribble, "el argumento de este nuevo caso es que esos cuatro Estados (Wisconsin, Michigan Pensilvania y Georgia) violaron la Constitución al cambiar sus reglas en cuanto al voto por correo, que cambiaron por temas de la pandemia y que eso por algún motivo viola la Constitución. Todos dicen que no tiene mérito, además de que Texas, que está llevando el caso, también hizo cambios a sus reglas de votación por el tema de la pandemia, pero no reclamo en contra de sí mismo".
"Dudo que eso resulte", dijo sobre el posible andamiento del reclamo", pero también dudo que eso culmine con todo el proceso de contestar los resultados. Porque lo que sabemos de este presidente es que no tiene límite en violar normas y reglas democráticas. Y sigue empujando, empujando, y es difícil saber lo que lo que va a hacer en el próximo paso".
"Creo que hay que destacar que esto ya no es un tema del presidente Trump, sino de todo el Partido Republicano, que está yendo cada vez más hacia un comportamiento antidemocrático. Y eso abre un espacio de no poder saber exactamente lo que podía pasar en las próximas semanas.
Luego, el entrevistador quiso saber qué huellas dejaría en la institucionalidad de Estados Unidos toda esta serie de demandas y reclamos de los republicanos, que constituyen una campaña inédita en la historia de país.
"Es una muy buena pregunta y no sé si podemos saber todo el impacto que tendrá este proceso", dijo la especialista, quien, a título personal, calificó la situación como "grave".
"Los politólogos están divididos. Hay un grupo que dice ‘sobrevivimos a Trump, las instituciones son fuertes, pudieron resistir'. Otro grupo -y yo estoy más afín con este- ve lo ocurrido como un primer paso al debilitamiento institucional. Por ahora resistieron las instituciones, pero dudo que tengan la misma capacidad de resistir en el futuro. Creo que lo que deja es como huella institucional es mucha desconfianza en las instituciones", aseguró, dejando al nuevo mandatario como "un presidente que no será visto como legítimo por lo menos por el 30% de los de los ciudadanos, creando una dificultad de gobernar".
El porcentaje señalado por Pribble se desprende de las encuestas, que indican entre 25 y 30 por ciento de los ciudadanos cree que hubo fraude en las elecciones, una opinión especialmente enraizada entre simpatizantes republicanos. Además, resulta especialmente llamativos que esta creencia haya ido en aumento luego de los comicios.
"Yo leo estos datos como una señal de que esta gente cree que el presidente electo fue elegido de manera fraudulenta, y por lo tanto no es un presidente legítimo".
En vista de lo expuesto, Cotelo quiso saber si esta situación podría afectar la tradicional ceremonia de cambio de mando, prevista para el mes próximo.
"Creo que va a haber (ceremonia de) cambio de mando. No va a ser normal por el tema de Trump, pero también por el tema de la pandemia. Biden ya dijo que toda la ceremonia y todo lo que normalmente se hace en estos casos, no se va a poder hacer este año.". Para la experta, "eso da una posible excusa a los republicanos para no estar presentes, porque una manera de demostrar apoyo a Biden habría sido e estar ahí para la ceremonia".
En cuanto al futuro de Trump y las demandas de fraude, la politóloga entiende que "esa historia va a seguir, incluso después de la decisión de La Corte Suprema que puede llegar hoy o este fin de semana", con lo que Trump "va a tener otra manera para para resistir, y cuando se vaya va s seguir diciendo que la elección fue robada y utilizará eso como una plataforma para mantener la atención pública y como apoyo para lanzarse como candidato en 2024".
En lo económico, se llamó luego atención sobre el hecho de que mientras se denuncian situaciones de familias que atraviesan situaciones muy difíciles, en la bolsa de valores se alcanzan cotizaciones muy elevadas.
"Creo que hay dos temas. Sabemos que las bolsas en general miran más hacia el futuro. Y las noticias de la vacuna y de lo que se ve para el futuro económico podrían sugerir una rápida salida de esta crisis", dijo. En contrapartida, aseveró que "la otra cosa que sabemos que esta es la crisis más desigual que ha tocado el país. Ya la crisis de 2008 lo fue y mucho, pero ésta es aún peor por el tema del desempleo, que golpeó sobre todo a la gente que trabaja en el sector de servicios, que ya por general es gente de bajos ingresos. Es muy desigual el impacto de esta crisis. Hay mucha gente que siguió con el trabajo como siempre, pero es la gente más bien de la clase alta. La bolsa de valores es claramente reflejo de un mundo de gente con mayores recursos", expresó.
Entrevista adelante, se abordó la conformación del gabinete del presidente electo, quien ya designó aproximadamente a la mitad de sus ministros. En la lista destacan varios nombres que tuvieron destacada participación en la era de Barack Obama.
"Yo creo que en general la tendencia es hacia la continuación. Esta gente o bien trabajó en la en el Gobierno de Obama, o tiene una larga historia con el Partido Demócrata", lo que "demuestra una cierta continuación en el seno de la élite del partido, y no una renovación de los liderazgos" dentro de la fuerza política.
En cuanto a las posibles razones de Biden para apelar a estas figuras, la politóloga entiende que quizá tenga que ver con "las dificultades que afronta Biden, porque tiene que hablar a varias audiencias cuando toma su decisión. En general, cuando se nombra el nombre el gabinete se está hablando al partido, a la audiencia de la élite económica y política, pero no al votante promedio, que no sigue tan de cerca el tema del gabinete". Por esa razón Pribble estima que el electo presidente "está mandando por lo menos dos señales: al partido y también al mundo de la élite política. El primero es mostrar que estamos volviendo a una política de expertos, una política de competencia burocrática, una política de experiencia. Los cuatro años de Donald Trump han sido años en los que trató de nombrar gente que era más bien de afuera de la burocracia, gente que tenía lealtad de con él, o gente del mundo de negocio, pero que no tenía mucha experiencia en trabajar en el Estado y en política públicas".
"Yo creo que lo que está diciendo Biden es que ahora volvemos a una época donde están los expertos, la gente que tiene experiencia, la gente que conoce el área, la gente que sabe cómo trabaja el Estado y sabe cómo usar las oficinas del Estado para para hacer avanzar la política pública. Y de eso le habla a la elite de su partido".
Esto podría resultar problemático, porque "no está hablando al sector más progresista y no está hablando al sector que le dio la victoria. Si Miramos los resultados de la elección, es claro que las comunidades de color, las mujeres, sectores que históricamente son más marginalizados de estos puestos de poder, son los que se organizaron y lo que llevaron a la victoria a Biden. Entonces, yo creo que va a haber tensión claramente entre el sector más progresista, entre los más jóvenes, y los sectores que históricamente son más marginalizados del poder", previno.
Pese a lo dicho "hay algunos nombres en el listado de Biden que muestran nuevas caras o la incorporación de latinos y mujeres de color" algo que "puede ser un puente entre la elite histórica del partido y los sectores emergentes, que van a ser muy importante para el crecimiento del partido y para ganar en el futuro.
Luego se abordó la peculiar situación del estado de Georgia, donde se llevará cabo una segunda vuelta electoral en enero, que podría tener incidencia en la conformación mayorías en el Congreso
"Es un estado donde esa pelea sobre la elección presidencial ha generado divisiones muy importantes dentro del Partido Republicano, porque Trump peleó directamente con el gobernador y con el procurador general del Estado y trató, junto con algunos senadores, de intervenir en el conteo de los votos". Dicha intentona no tuvo andamiento "pero generó mucha tensión dentro del Partido Republicano y no se sabe cómo eso va a impactar en el voto".
Sobre el final de la entrevista, se preguntó a Pribble acerca de cuál sería -en su opinión -el giro principal del nuevo gobierno respecto a la administración saliente.
Es difícil decirlo. Yo creo que hay que diferenciar lo que sería el giro ideal y lo que será el giro en la realidad, porque todo depende de lo que pase en el Senado, y yo creo que (Biden) va a afrontar una situación muy compleja para gobernar y avanzar en materia de legislación, por el tema de la polarización del país, y también por la política que está llevando adelante el Partido Republicano. Pero yo creo que Biden va a tratar de poner énfasis en restablecer la confianza de la gente en el Estado y en la institucionalidad política del Estado. Entonces va a tratar de enfatizar actos legales, evitar, ojalá, situaciones de corrupción, poner énfasis en la capacidad, el expertise de la burocracia, tratar de generar confianza, sobre todo con el tema de la pandemia. Entonces yo creo que un primer acto claro será sobre la pandemia, pero en un aspecto más general se tratará de restablecer confianza en el Estado y en el sistema político, algo que no va a ser fácil".
La politóloga entiende que semejante tarea "requiere trabajo en el terreno, no se hace sólo desde Washington, con charlas y con discursos. Requiere trabajo, mostrar que el Estado puede hacer cambios en la vida de la gente, demostrar que el Estado es capaz, que el sistema funciona, porque el discurso antisistema funciona, sobre todo cuando el sistema no está funcionando, Si Biden puede hacer que el sistema empiece a funcionar, que el Estado tenga relevancia en la vida de la gente. Yo creo que será un primer paso para generar más confianza en las instituciones, en la democracia y en el sistema político en general".
Finalmente, s ele preguntó sobre el posible enfoque de los asuntos de comercio exterior, tema en el que Trump lideró una política confrontativa, particularmente con China. En ese tema, Biden anunció que, al menos de momento, mantendrá los aranceles comerciales impuestos por su predecesor. Además, el país ha tenido contenciosos comerciales con sus vecinos, México y Canadá, así como con otros países.
"Si miramos la preferencia de Biden y también a su equipo, es claro que es un equipo que es bastante neoliberal en su orientación económica, que no cree mucho en el libre comercio. Pero yo creo que además, aprendiendo de los años de Trump, quizás se dieron cuenta del peligro que corren en no mirar las desigualdades ni problemas que generan estos tratados de libre comercio, etcétera. Yo creo que va a tomar su tiempo con China todavía", aventuró, llamado la atención sobre el hecho de que en el equipo del nuevo gobierno no hay ningún experto en el gigante asiático. Sin embargo, los nombres que se barajan para la embajada en ese país apuntan a que se tratará de una persona de muy alto nivel.
"Esa relación va a ser muy importante para el gobierno, pero creo que va a levar su tiempo. También fue un tema de crítica durante la campaña, se lo acusó de no ser tan duro con China como lo era Trump", recordó.