La cantidad de niños heridos de bala o muertos en hechos delictivos viene generando alarma pública.
En los últimos dos meses, siete niños recibieron disparos en episodios de violencia muchas veces vinculados a disputas entre narcotraficantes.
A raíz de estos casos, el Ministerio del Interior convocó este martes a una reunión interinstitucional para “coordinar acciones”, de forma de prevenir estas situaciones.
Pero, en particular, ¿qué dicen los médicos que atienden estos casos en los hospitales?
En el Hospital Pereira Rossell, según ha informado, el fenómeno no ha pasado desapercibido porque la atención a niños baleados se ha vuelto más frecuente.
Este miércoles, el conductor de En perspectiva Emiliano Cotelo conversó con el jefe de Emergencia Pediátrica del Pereira Rossell, Javier Prego, para profundizar sobre esta problemática.
El especialista dijo que se vienen monitoreando los datos estadísticos desde hace muchos años, y que efectivamente se “ha visto un aumento progresivo, pero no es que haya un momento de corte, a partir de tal año se generó un quiebre”.
“Los números de niños con lesiones de armas de fuego son pequeños, por lo que uno o dos casos generan modificaciones de los porcentajes. Pero es verdad que se atendía tal vez a un niño por mes o cada dos meses. Sin embargo, en el último tiempo hemos tenido períodos en los que asistimos hasta dos niños por mes”, confirmó el pediatra.
Prego informó que, de abril de 2022 a marzo de 2023, se atendieron 27 casos de niños baleados, lo que da aproximadamente la cifra de dos por mes.
“En el último semestre que hubo más casos, y en lo que va de este año también, pero además con algunos cambios desde el punto de vista epidemiológico. Entre 1998 y 2004, se daban casos de niños baleados de forma ‘accidental’. Eran niños con heridas por arma de fuego a raíz de que exploraban en sus casas las armas de sus familias. Había muchas heridas de ese tipo, no intencionales, y eran la mayoría. El perfil era de niños grandes o adolescentes, pero se fue modificando”, señaló.
En esta línea, Prego dijo que el cambio de escenario pasó de ser dentro de las casas a predominar las heridas fuera del domicilio.
“Lo que pasó a ser no intencional pasó a ser intencional en la mayoría de los casos. Vinculados, además, a escenarios de violencia. También hubo un cambio en las edades, empezamos a ver niños más pequeños que fueron víctimas de estos escenarios de violencia y con una mayor gravedad en las lesiones provocadas. Esto coincide con estas últimas semanas en las que hemos tenido niños que han fallecido. En el hospital murió un niño de edad escolar por herida de bala, y otros dos no llegaron al centro. En pocos meses hemos tenido tres fallecidos. Es un número que para Uruguay genera mucha preocupación. Y la mayoría de la población afectada por heridas de arma de fuego es vulnerable, que se atiende en el subsector público”, afirmó.