La Intendencia de Canelones recibió luz verde para comenzar con un plan de obras que hace seis meses había provocado un choque político fuerte entre el Gobierno y la oposición.
La semana pasada, el Banco República aprobó un crédito de US$ 43 millones para un paquete de inversiones en calles, saneamiento e infraestructura social.
La autorización para tomar ese endeudamiento fue aprobada en abril de este año en la Junta Departamental de Canelones con los votos de los ediles frenteamplistas y el de un edil del Partido Nacional, que, al dar su apoyo a la Intendencia, generó una tormenta política que tomó dimensiones nacionales.
Luego de la resolución del BROU, el intendente Yamandú Orsi celebró la aprobación del crédito “en un año tan particular” como el 2023, dado que terminan las obras en UPM, el Ferrocarril Central y en el puerto de Montevideo.
“El propio sindicato de la construcción está planteando la necesidad de que aparezcan más obras para que esa masa de trabajadores tenga la actividad permanente”, destacó.
Por otro lado, Orsi viene posicionándose en varios temas de la agenda nacional y participando de actividades políticas en otros departamentos del país.
Este miércoles, los conductores de En Perspectiva Emiliano Cotelo y Romina Andrioli conversaron con Orsi sobre la actualidad de Canelones y sus aspiraciones políticas.
Sobre el plan en particular, Orsi dijo que el objetivo es la conciliación barrial: trabajo sobre calles, drenajes pluviales (cunetas y cordones) e ir “hacia un pavimento firme en la mayor cantidad de espacio urbano posible”.
“La otra parte de la obra es sobre espacios públicos. Trabajos en plazas, centros culturales, espacios deportivos. Después hay US$ 1 millón destinado a la adquisición de móviles para personas con discapacidad, que tenemos uno solo. La demanda es enorme y no hay instituciones que puedan bancar esto”, afirmó el intendente canario.
Sobre su gestión, Orsi respondió a denuncias realizadas por el diputado Javier Radiccioni y reconoció que en la Intendencia “debe haber” unas 270 designaciones directas.
“Hay sí compañeros y compañeras que trabajaron en el gobierno nacional (pasado). Traen experiencia y conocimiento, por lo que tienen mucho para aportar. Por ejemplo, la directora de Recursos Financieros trabajaba en el Ministerio de Economía y Finanzas”, ejemplificó el político, en referencia a Laura Tabárez y el exdirector de Casinos Javier Chá, que se desempeña actualmente en el Hipódromo de Las Piedras.
En este sentido, el jerarca expresó que hay una “diferencia entre las administraciones departamentales y la central” que es abismal.
“En cuanto a normativa y potestades, es bueno que nos acerquemos a lo que en la Administración Central se ha instalado desde hace años. En las del Frente Amplio (FA), pero también ahora, que implica cierta rigurosidad. A ver, hecha la ley, hecha la trampa. Aparecen mil formas después, la cantidad de adscriptos que debe haber en el gobierno nacional no tengo idea, pero hay un montón. Lo que yo no voy a hacer es dejar atornillado adentro de la Intendencia gente que yo decidí traer por decisión política”, afirmó.
Sobre la actual coyuntura política y su potencial candidatura presidencial, Orsi manifestó que “aspira a un proyecto de acumulación de fuerza que no sea anti, sino pro”.
“Yo lo que visualicé es que este gobierno que llegó, que se llama de coalición multicolor, fue una alianza anti-Frente. Incluso se explicitó así y así funcionó. En los discursos de cada uno de ellos, lo que unía con aquel eslogan ‘está bueno cambiar’, era que había que sacar al FA. Es una lógica que tiene vuelo corto, y poco proactiva. Aspiro a una política bastante más proactiva en el que haya cierto nivel de acuerdos, sea con uno u otros. Igualmente, hay temas que exigen de un consenso nacional”, dijo Orsi.
Consultado sobre las expresiones realizadas por el presidente de Chile, Gabriel Boric, sobre las características democráticas de los regímenes de Cuba, Venezuela y Nicaragua, Orsi manifestó estar de acuerdo con las expresiones realizadas por el primer mandatario trasandino.
Boric había expresado: “Me enoja cuando eres de izquierda y no puedes hablar de Venezuela o de Nicaragua. El gobierno de Nicolás Maduro está violando gravemente los derechos humanos. Desde la izquierda debemos condenarlo sin empates ni matices. En Cuba hay presos por pensar distinto y eso es inaceptable”.
“Comparto. A veces me preguntan sobre la democracia, y en Cuba, desde el año 1959, está la dictadura del proletariado. Los viejos manuales. Eso fue fruto de una experiencia política que marcó toda una época y en esa se quedó. Yo soy de los que considero que la democracia implica pluralidad de partidos. No me hagan que discuta la democracia china. Tampoco soy dramático. En Cuba tampoco, sistema de partido único. Si le quieres llamar democracia, no es la que a mí me convence. Dictadura es la forma de acceder al poder. Yo puedo llegar por elecciones y ser tan autoritario como el mayor de los dictadores. La forma de acceso al poder es una cosa, la forma cómo me conduzco después es otra. En una situación hipotética, yo puedo llegar por una dictadura y después generar libertades o sistemas de participación”, argumentó Orsi.
Y añadió: “Chávez ganaba elecciones y las ganaba en buena ley. Y una y otra y otra. Sin embargo, el giro autoritario que después tomó, por las circunstancias que sean. Una de ellas es que es del Caribe, con todas las tradiciones que tiene. No hablo de Nicaragua porque es indescriptible. No se discute. La izquierda no puede perder la capacidad de ser crítico”.
Sobre diversas posturas en el FA sobre este tema, Orsi dijo que la fuerza política es una “coalición” con “diversidad de opinión”.
“Yo no me olvidó de la época del socialismo real o lo que fue la experiencia de Checoslovaquia para la izquierda uruguaya. Eso no impide que puedas seguir trabajando juntos llamando las cosas por su nombre. Respetando las realidades concretas locales y evitando la hipocresía. Me da mucha gracia cuando fuerzas occidentales critican a Maduro, que parece ahora se llevan mejor, y para Estados Unidos no es dictadura porque el petróleo está subiendo. Ahí es como que la ideología empieza… pero cuando me hablan de Arabia Saudita o de Catar. Sin hipocresía discutimos lo que sea. Creo que hay que discutir Cuba, Venezuela, Argentina, Bolivia. No es un problema de la izquierda solamente, cuando alguien defiende regímenes como los que yo describí recién. No puedo aceptar o coincidir con que, por más democracia y elecciones que sean, uno pueda acompañar expresiones o conceptos de Bolsonaro. Porque se puede llegar por vía electoral, pero se puede ser en el fondo un perfecto fascista”, añadió el intendente de Canelones.