La Operación Océano, que está en curso desde marzo, destapó el mayor caso de explotación sexual infantil de la historia del país. Ya se han identificado 15 víctimas y se han imputado a 21 personas. 20 de ellas son hombres mayores de edad que pagaban por sexo a adolescentes. Entre los imputados hay un exjuez, empresarios y personas vinculadas a la educación, entre otros.
Para conocer el alcance de esta operación, en la mañana de este lunes Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, entrevistó a Darviña Viera, fiscal responsable del caso.
Viera explicó que el expediente comenzó con una denuncia contra un adulto por presunto abuso de una adolescente. "No sabíamos sobre esta cantidad de gente involucrada hasta que incautamos el celular de la adolescente y de ahí surgen los chats y se empieza a averiguar quiénes son estas personas y ahí sí se genera otro panorama", señaló.
La fiscal indicó que "el principal elemento de evidencia" que maneja la fiscalía son los chats, puesto que ahí surgen "claramente" las retribuciones o promesas de retribuciones. "En algunos casos les decían exactamente la cantidad de dinero, los tipos de regalo, incluso drogas", dijo.
La doctora también se refirió a los imputados, y explicó que todas las personas involucradas ya estaban identificadas desde el inicio, pero que la fiscalía trabajó "estratégicamente" por etapas en los pedidos de imputación.
"Por esa razón, la fiscalía cuando pide los primeros cinco allanamientos y detenciones, solicita la reserva de determinadas actuaciones. Para que justamente no se conociera con antelación por parte de los abogados y los propios imputados en primera instancia, de otras personas que iban a ser detenidas próximamente", declaró.
Según dijo la fiscal del caso, ninguno de los imputados admitió el delito y se excusaron diciendo que no sabían la edad de las adolescentes o que estas les habían mentido diciéndoles que eran mayores. "Ponen también la responsabilidad en las adolescentes", dijo la fiscal y manifestó que el argumento es inválido dado que "es responsabilidad del adulto saber con quién se está vinculando". Además, contó que la mayoría de los involucrados apeló la sentencia de formalización.
"Si alguien tiene sexo por dinero con un adulto, está todo bien, no es ilegal, pero estamos hablando de niñas niños y adolescentes, es considerado el cuerpo de la víctima como una mercancía. El término mercancía se usó para clarificar un poco de qué estamos hablando, estamos hablando de un delito", expresó.
Consultada sobre el perfil de los imputados, Viera dijo que son "todas personas que tienen cierto poder económico, algunos más otros menos". "Este tipo de delito no lo cometen los pobres, hay que tener dinero para hacer ciertos regalos o pagar determinadas sumas de dinero. Además en casi todos los casos son mayores de 50 años. Incluso hay personas de 60 casi de 70 años", manifestó.
Con respecto a la difusión de sus nombres, la doctora explicó que "la fiscalía no publica jamás los nombres, ni por este caso ni en otros", pero que si se pidieron algunas medidas cautelares, como la suspensión de cualquier actividad que los imputados tengan en vínculo con niños y adolescentes. Además dijo que en todos, menos en un caso, son formalizaciones sin prisión.
En otro plano, Viera contó que las víctimas tienen entre 14 y 17 años, que son de "clase media" y que estima que "no tenían necesidad económica". La doctora contó que también hay varones adolescentes presuntamente abusados en este caso.
"Son casos que se dan porque la persona tiene determinada vulnerabilidad que la lleva a embarcarse en eso y más siendo adolescente. No hay un único perfil de vulnerabilidad, son distintas circunstancias familiares. En algún caso puede haber violencia familiar, cierto abandono por parte de la familia", explicó.
"No hay un red"
La doctora Viera indicó que "no hay una red" de explotación sexual, sino que cada persona se "conectaba individualmente a través de páginas de internet". "No hay conexión entre los adultos", enfatizó.
"El punto de contacto era a través de las páginas, son varias páginas de compra y venta de cosas. Por ejemplo, se ofrecen desde una bicicleta, o un auto hasta la venta de sexo. Los adultos sacaban los número de celulares de ahí y hablaban por WhatsApp a las adolescentes", explicó.
Por otra parte, sí señaló que "hay alguna conexión" entre las adolescentes porque son amigas o conocidas: "Alguna le paso algun dato a otra, pero nada más, una cosa aislada, no un grupo organizado para realizar determinadas cosas, no lo hemos visto. (...) No hemos visto que haya ninguna red, ni de un lado ni del otro".
Línea de denuncia y lo que se viene.
La doctora aseguró que el caso "recién empieza", dado que faltan los juicios de las 21 personas y, entre otras cosas, hay un pedido de detención para otras dos personas que se cree no están en el país.
Para seguir profundizando en la operación, la fiscalía habilitó una línea de denuncia. "Tenemos conocimiento de que hay más víctimas en este caso. Se da esta vía de comunicación para que las víctimas o alguien que supiera de víctimas se comunique a través de este teléfono. Ya ha sucedido. Se comunicaron víctimas y gente que tiene información para el caso", dijo.
Viera también señaló que por el momento no se está investigando el papel de las páginas de internet donde difunden sus datos las adolescentes: "Estamos investigando los delitos que imputamos a estas 21 personas. Lo de las páginas web es harina de otro costal, habrá que investigarlo en otro momento, ni siquiera sé si le corresponde a esta fiscalía".
Utilizó términos similares para referirse a la responsabilidad de los padres de las adolescentes: "Es una cosa colateral que la fiscalía aún no se encuentra investigando".
"Esas personas que dicen ‘ah hay que castigar a las familias', lo dicen hasta que las toca de cerca. Puede pasar, hoy con redes sociales no nos damos cuenta lo que están haciendo nuestros adolescentes hasta que nos explota en la cara. Entonces, a veces no sé si hay responsabilidad o simplemente pasó porque no lo vimos, hubo un descuido, porque las redes sociales hoy por hoy ya sabemos hasta donde llegan", dijo Viera.
"Espero que esta investigación, como ha tenido tanta repercusión en los medios, propicie otras denuncias. Desde la fiscalía estamos seguros que hay muchos casos más como Océano. Que esto propicie a que la gente se anime a hacer estas denuncias o a denunciar estos casos. (...) También que esto sea un llamado de atención a las familias en el sentido de que presten más atención sobre en qué andan sus niños, niñas y adolescentes, a veces no nos damos cuenta el impacto que pueden tener las redes sociales en los adolescentes", finalizó.