En febrero de este año el gobierno de Nicaragua resolvió despojar la nacionalidad nicaragüense a los escritores Sergio Ramírez y Gioconda Belli, al obispo auxiliar de Managua, Silvio Báez, y al excomandante de la revolución Luis Carrión, además de declararlos prófugos de la Justicia, una situación que alarmó a la comunidad internacional, pero principalmente a la región de América por el nivel al que escaló la crisis política en dicho país.
También fueron declarados apátridas la veterana defensora de los derechos humanos Vilma Núñez, al excanciller Norman Caldera, al exmagistrado sandinista Rafael Solís, al exembajador de Nicaragua ante la OEA Arturo McFields, al periodista Carlos Fernando Chamorro y a otros 85 nicaragüenses acusados por delitos considerados “traición a la patria”, según una sentencia del Tribunal de Apelaciones de Managua.
Nicaragua atraviesa una crisis política y social desde abril de 2018, que acentuó luego de las controvertidas elecciones generales del 7 de noviembre de 2021, en las que Ortega fue reelecto para un quinto mandato, cuarto consecutivo y segundo junto con su esposa, Rosario Murillo, como vicepresidenta, con sus principales contendientes en prisión o en el exilio.
La condena no se hizo esperar para sus países cercanos e incluso de la región. Incluso, puso en aprietos a las fuerzas políticas partidarias de los diferentes países que anteriormente habían apoyado al gobierno de Ortega.
Para hablar de eso, el programa En perspectiva de Radiomundo habló con una apátrida para conocer en profundidad la realidad que se vive en Nicaragua, pero también conocer lo que implica tener ese título.
Los apátridas recorren el mundo buscando presionar a Ortega y así generar la liberación de los presos políticos que todavía están encarcelados en el país. Uno de ellos está en Uruguay, justamente para mantener contactos con partidos políticos, con el gobierno y con organizaciones sociales, y se hizo presente en los estudios del programa.
Se trata de Mónica Baltodano, historiadora y excomandante del Frente Sandinista de Liberación Nacional. Exiliada en Costa Rica desde 2021, es parte de 95 nicaragüenses que se encontraban en el exterior y a quienes declararon apátridas.
Ocupó cargos políticos durante el primer gobierno de Ortega luego de la caída del régimen de Anastasio Somoza, pero hace décadas está en la oposición.
A continuación, la entrevista completa: