La cantidad y la violencia de los homicidios que hubo en nuestro país en abril y en lo que va de mayo, se instaló al tope de la agenda de noticias esta semana. Según el último informe oficial del Observatorio Nacional Sobre Violencia y Criminalidad en el primer trimestre de este año, la cantidad de asesinatos fue 33 % mayor que en el mismo período de 2021.

Abril cerró con 32 homicidios, uno más que un año antes y mayo trajo una avalancha: en los primeros nueve días ocurrieron 15 casos; cuando en todo el mes de mayo de 2021 había habido 16.

Ayer se sumaron en el barrio Peñarol otro homicidio y una muerte dudosa. Esta situación tiene repercusiones políticas. En este marco, el ministro del interior Luis Alberto Heber se reunió con el presidente Luis Lacalle Pou para discutir medidas a efectos de frenar el alza en los homicidios.

Heber dijo que se continuará dando una batalla frontal al narcotráfico incluido el narcomenudeo, que según el gobierno está detrás de este tipo de crímenes. Además, informó que pidió que en la próxima Rendición de Cuentas se aumenten las vacantes para policías, recursos para adquirir vehículos y la creación de otra fiscalía de estupefacientes.

La oposición, por su parte, prepara una interpelación a Heber por este tema. En esta línea, el senador Charles Carrera dijo que, desde su punto de vista, el ministro no tiene un plan para bajar estos delitos.

En Perspectiva conversó con uno de los tres fiscales especializados en homicidios, Carlos Negro, fiscal de homicidios de primer turno.

 Sobre los homicidios relacionados a los conflictos entre grupos criminales, al tráfico de drogas y a los ajustes de cuentas, el fiscal indicó que es un “proceso” que viene desde hace muchos años, “no es un tema de hoy”, aclaró.

Agregó que los fiscales “no tienen la formación para sacar conclusiones” en cuanto a cifras o hacer interpretaciones que permitan “reaccionar frente a un fenómeno social como es el delito”.

“Nuestra función es otra, es investigar, llevar los casos a juicio y ganarlos, en la medida de lo posible, para lograr una condena contra el delincuente. Ese es nuestro trabajo y en eso nos concentramos”, afirmó.

Multicausal

Por otro lado, sostuvo que “la cotidianeidad de los fiscales gira en torno al 50 % de casos de homicidios que se dan en un contexto de bandas criminales y que el ajuste de cuentas”, según Negro, corresponde a la mitad de los casos.

Asimismo, el aumento en la tasa de homicidios “tiene una explicación en los ajustes de cuentas entre los narcocriminales” que no son un fenómeno “actual” sino que tiene sus años de formación y crecimiento y “hoy estamos donde estamos”, aseveró.

De acuerdo con el experto, algunos parámetros “son constantes” en este tipo de hechos: el narcotráfico, que lleva al ajuste de cuentas cuando hay deudas. “En general se ajustan estas cuentas mediante hechos de violencia que pueden ser homicidios, homicidios que también vemos son elegidos como el castigo preferido de las bandas criminales frente a sus oponentes”, expresó.

En tanto, dijo que la disponibilidad de las armas “seguramente es otro gran factor”, que en la discusión no ha sido escuchado “con la frecuencia que deberíamos”, y agregó que hace “muchos años” se calcula que en Uruguay circulan “más de un millón de armas” de las cuales la mitad son clandestinas.

La existencia de esta “proliferación” de las armas es uno de los factores que agudizan la violencia porque “lógicamente la disponibilidad de un arma de fuego genera que “ese acceso sea el vehículo para el homicidio”, constató.

“Cotidianamente tenemos homicidios entre personas privadas de libertad, las cifras son alarmantes y a eso sumamos la incidencia de esa usina de violencia interna que sale al exterior de la cárcel por las muertes que son por encargo. Los líderes de las bandas criminales muchas veces están dentro de la cárcel, desde allí operan, encargan homicidios, sicarios, etcétera”, apuntó.

Formas de articular

De acuerdo con el fiscal, en Uruguay hay bandas territoriales que ocupan determinadas zonas de un barrio. Estos grupos nacen a partir de familias que se conectan con otras, que viven en predios que son comunes, viviendas extendidas, sin un límite claro de dónde empieza una vivienda y termina la otra.

“Empiezan a competir en el tráfico de estupefacientes contra otro sector del barrio lindero con el cual empiezan esas pequeñas guerras que terminan en la muerte de integrantes de de ambos bandos”, añadió.

Al respecto de las cifras que se manejan, Negro señaló que “hay que ser cuidadoso”. "Son períodos cortos de tiempo, no dan una pauta clara del fenómeno en sí", explicó.

En cuanto a las señales de extrema violencia en algunos de los homicidios registrados en estos días (cuerpos descuartizados, desmembrados y quemados), el fiscal dijo que la demostración de esa violencia “es una actividad post mortem, por lo tanto no hay una violencia en la muerte en sí sino en la actividad posterior del homicida frente al cadáver”, e indicó que eso tiene una explicación simbólica: la demostración de poder. 

Para Negro, estas acciones responden a un “denominador común” que es el de la banda criminal: la muerte como castigo frente al otro grupo.

“Una deuda que es la justificante del castigo, puede ser una deuda pero también puede ser la necesidad de captar un territorio nuevo para una banda, una finca, una boca”, puntualizó.

Además, reparó en que los involucrados en estos crimines son personas jóvenes, “van entre los 15 y los 30 años, tanto en víctimas como en victimarios”, aclaró. 

El experto volvió sobre las demostraciones de poder y dijo que estas demostraciones "pasan por una construcción específica de una masculinidad de las personas. Hay una demostración de virilidad, esto lleva a que cuanto más cruel, se es más valioso”.

Roles desdibujados y falta de esclarecimientos

En cuanto a la participación de los servicios médicos en este tipo de situaciones, Negro recordó que los médicos están obligados por el secreto profesional a no realizar la denuncia si el paciente se niega a hacerla. Asimismo, es importante destacar que muchas veces no se recurre a un servicio médico.

Por otra parte, el fiscal se refirió a la falta de esclarecimientos y señaló que en el 50 % de los casos “no se aclara quién fue el responsable''. “Los fenómenos de bandas criminales y de ajustes de cuentas son los que mayores dificultades tienen en el esclarecimiento de los hechos”, informó.

En este sentido, indicó que las bandas criminales trabajan de forma “planificada”, por tanto es más difícil que el hecho sea aclarado. “Por más que existan testigos del hecho, que frecuentemente los hay, también el temor que infunden estas bandas es muy grande y las personas no quieren testificar”, aseveró.