El próximo lunes comenzarán las labores de patrullaje en zonas fronterizas por parte de las fuerzas armadas. Se trata de 500 unidades de las tres armas que estarán abocadas a combatir delitos como el narcotráfico, el abigeato y el contrabando.
Sobre los alcances y objetivos de esta medida fue entrevistado esta mañana el ministro de Defensa, Javier García, en el programa En Perspectiva, emitido por Radiomundo con la conducción de Emiliano Cotelo.
García explicó que estos trabajos fueron mandatados en octubre de 2018 por el Parlamento con la aprobación de la ley número 19.677, que le da jurisdicción a las fuerzas armadas para actuar por un espacio de 20 kilómetros hacia adentro de la frontera. Este espacio representa 35.000 km², la quinta parte del territorio nacional. Se exceptúan los centros poblados.
"El problema más grave que tenemos los uruguayos es la inseguridad. Si hay una ley que contribuye a atacarla y que se votó por unanimidad en el Parlamento, se va a poner en vigencia", dijo el ministro, y agregó que algunas unidades se instalarán en puntos críticos, que no serán revelados, y otros realizarán patrullaje móvil. El secretario de estado dijo que la detención en las rutas con el fin de pedir documentación o registrar los vehículos será una de las tareas.
El jerarca explicó que no será necesario aumentar el personal de las Fuerzas Armadas y que en las zonas de patrullaje habrá jurisdicción doble, ya que no deja de tener labores la Policía.
Con respecto a las potestades de los militares, García explicó que si un militar comienza una persecución y la persona sale de los 20 km estipulados, el militar no lo podrá detener pero sí continuar la persecución y transferir la responsabilidad a la Policía.
Además, aseguró que se extenderá la legítima defensa presunta policial al personal de las fuerzas armadas que participarán esta ley. "Sería ilógico que dos servidores públicos que cumplen la misma función tengan protecciones diferentes", argumentó García.
Con respecto a la situación económica de las Fuerzas Armadas, García aseguró que "la Armada, la Fuerza Aérea y en menor grado el Ejército, tienen enormes carencias" y que la Armada y la Fuerza Aérea están "prácticamente sometidas al desmantelamiento".
El ministro aseguró que "hay recursos que no es que falten sino que están mal gestionados", y mencionó que durante la transición, el ex ministro Bayardi le dijo que se construiría un edificio con el fin de agrupar las oficinas del ministerio que saldría 3 millones de dólares y él se negó. "Yo no voy a gastar 3 millones de dólares en un edificio administrativo para oficina cuando me está faltando dinero para los soldados y equipamiento para las fuerzas", concluyó.
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