El presidente de Argentina, Javier Milei, participó este lunes y martes de la Cumbre del G20 en Brasil.
Primero, el mandatario tuvo un frío primer encuentro con su par brasileño, Luiz Inácio da Silva; hasta el momento y a casi un año de su asunción nunca se había reunido con él por sus notorias diferencias ideológicas. El libertario lo trató de “comunista” y “corrupto” en campaña electoral y Lula no asistió a su toma de poder en Buenos Aires.
Milei dejó en claro que estaba en contra de la agenda que Lula da Silva impulsaba en la cumbre. Argentina finalmente adhirió a la declaración final de la Cumbre que incluyó los puntos que Milei cuestionaba, pero la Casa Rosada emitió un comunicado donde dejó constancia de sus discrepancias.
El martes, el mandatario argentino se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, y ambos manifestaron interés en ampliar las relaciones comerciales. Esto muestra un marcado viraje en relación a la postura de Milei con el gigante asiático. En su campaña, Milei había rechazado hacer negocios con “comunistas”. Sin embargo, de forma progresiva moderó su discurso hacia el país asiático.
En diálogo con En Perspectiva, tres analistas dieron sus puntos de vista sobre la jornada de Milei en la cumbre internacional con otros jefes de Estado.
Fernando Gutiérrez, corresponsal del programa en Buenos Aires, dijo que Milei “ha tratado de comunicar un cambio drástico en el alineamiento internacional” y su actuación en el G20 “es la ratificación” de esa impronta.
Si bien el analista indicó que “hay un giro de 180° en política exterior” de Argentina, acotó un detalle.
“La realidad es que, a la hora de los acuerdos, Milei está mostrando ser más pragmático que en los discursos, porque su antipatía personal con Lula no le impidió que, por ejemplo, el ministro de Economía, Luis Caputo, estuviera firmando con el ministro de Energía de Brasil un convenio por el cual Argentina va a ser uno de los principales proveedores de gas natural”, explicó.
“El anticomunismo de Milei tampoco impidió mostrarse más amistoso con el gobierno de China”, agregó.
Según Gonzalo Pérez del Castillo, “no es gratis y no es gracioso lo de Milei”, ya que “tiene costos muy altos”.
“Lo que es más peligroso es que decir que está en contra de la Agenda 2030 es estar en contra de los valores occidentales”, opinó.
Por su parte, Leonardo Harari manifestó que el mandatario “hace su show, y después hace lo que conviene”. “Es un show para la opinión pública”, aseguró.