A mediados de mayo la Comisión de Promoción y Defensa de la Competencia denegó las solicitudes de concentración que habían presentado el año pasado las empresas Bimbo y Minerva para comprar, respectivamente, la empresa Pagnifique y tres plantas frigoríficas pertenecientes al grupo Marfrig.
Ambas operaciones habían llamado la atención del sistema político y buena parte de la población. En particular, hubo numerosas voces que marcaron su preocupación por el escenario que podía plantearse en la industria frigorífica.
El economista y socio de Exante, Pablo Rosselli, sostuvo que la “ley es sumamente amplia” en cuanto a las concentraciones. “Una empresa le vende la fábrica, el equipamiento para vivir pero no le vendió las acciones”, puso como ejemplo el experto en diálogo con En Perspectiva.
Rosselli sostuvo que al momento de establecer si una empresa está violando la ley, hay que evaluar si tiene una posición dominante y en qué mercado se daría esta situación. “Definir ese mercado relevante es un aspecto clave”, agregó y el modo de hacerlo “es estrictamente técnico”.