Después de que la Rendición de Cuentas en el Senado de 2023 respaldara la renovación del Hospital de Clínicas, el proyecto comenzó a recibir el dinero necesario para comenzar las obras. En una primera instancia, el centro de salud recibió US$ 3,7 millones; luego serán US$ 5 millones. Además, el próximo gobierno se deberá a comprometer a invertir unos US$ 60 millones, dijo el director Álvaro Villar. Es que, según dijo el médico a En perspectiva, la obra tiene una meta: estar “absolutamente remodelado” para “cuando se dé el pitazo inicial” del Mundial del 2030.

El proyecto, que fue aprobado por el Consejo Directivo Central de la Universidad de la República (Udelar), estima una inversión total de US$ 110 millones. La transformación implicará, entre otras áreas, agregar más camas y blocks quirúrgicos, así como una sala de salud mental que permitirá darle seguimiento a los pacientes que acuden a la emergencia del hospital.

Asimismo, habrá una nueva sala de diálisis, que fue construida con el presupuesto propio del hospital, que depende de la Udelar. Según explicó Villar al programa radial, con el paso del tiempo “han ido incrementando las especialidades y los posgrados que se forman en el hospital”, que además de recibir usuarios de la Administración de Servicios de Salud del Estado, recibe a estudiantes y profesores de carreras de Medicina, Nutrición, Odontología, Cosmetología, entre otras.

El fin de la transformación, entonces, parte de la base de que “un hospital de 350 camas con las características de la medicina actual se puede compactar”. Así, el director del Hospital de Clínicas indicó que el predio tiene 110 mil metros cuadrados construidos, la superficie equivalente a unas “once manzanas”. Por lo tanto, buscan “compactarlo”. Por ejemplo, el área de internación será en cinco pisos; habrá salas nuevas; se remodeló el piso 8, donde se hicieron espacios con una o dos camas, con aislamientos y baños individuales.

Para este 2024, prevén que haya obras de 1300 metros cuadrados terminadas, tanto en el piso 8 como en el 9, que permitirán que para finales de año haya 80 camas nuevas.

De todos modos, Villar explicó que uno de los desafíos es “remodelar totalmente el hospital al tiempo en el que los médicos siguen atendiendo”. Eso implica, entonces, hacer nuevas salas; cambiar de lugar al personal y a los pacientes al mismo tiempo en el que están construyendo; rotar de espacios y volver.