La película La sociedad de la nieve se estrenó este miércoles 15 en salas de cine y llegará el 4 de enero a Netflix en todo el mundo. El film de ficción, dirigido por el español Juan Antonio (J. A.) Bayona, está basado en el libro homónimo, escrito por Pablo Vierci y publicado en 2008.
Vierci, guionista y productor asociado, y Fernando Parrado, uno de los sobrevivientes, contaron este viernes, en entrevista con En Perspectiva, cómo fue su experiencia con la película y su desarrollo.
“‘Me cambió la vida. Estuve ahí con ustedes’. Eso es lo que me dice todo el mundo”, dijo Vierci, y destacó “la asistencia constante de los sobrevivientes”, durante el rodaje.
“Bayona es un obsesivo, quería lograr el mayor realismo posible”, agregó.
De la mano de la dirección de fotografía del uruguayo Pedro Luque y la música de Michael Giacchino, el largo metraje retrata la tragedia de Los Andes ocurrida en octubre de 1972. Además, La sociedad de la nieve fue seleccionada por España para competir por los Premios Óscar.
Parrado aseguró que “la película como cine es magnífica”.
“Es una de las películas de la década, una persona que la vea no la va a olvidar jamás. Por la historia en sí, pero también por la calidad de cada ítem que hace que una película sea grande: la filmación, la fotografía, los lugares, la música, la edición, la actuación”, afirmó.
El guionista señaló que, en un principio, fue “desesperante” ver en los ensayos que los actores “no llegaban al calibre exacto del personaje”. En ese sentido, explicó que el proceso de los actores fue germinando en el desarrollo del rodaje y la dinámica con el propio Vierci.
“Su tarea fue entender quiénes eran”, puntualizó, y destacó a necesidad de “un puente emocional” entre los actores y la audiencia.
Con respecto a eso, Parrado indicó que el actor que lo interpreta a él, Agustín Pardella, le dijo: “Nando, yo no quiero parecerme a vos, quiero sentir lo que vos sentías”.
“Hay gente que me ha dicho ‘A mí me hubiera gustado estar ahí’”, comentó, y afirmó también que “en España, en Oslo, en Dallas, cuando la gente sale del cine, salen con un silencio, algo les cambió adentro”, en referencia al impacto de la película más allá de Uruguay.
Vierci sostuvo además que “los riesgos que se vivieron en el rodaje ayudaron muchísimo a generar una suerte de sociedad de la nieve entre los actores, los técnicos, el director”.
La película se rodó en varias ubicaciones, entre ellas Sierra Nevada en España, Montevideo, y Chile y Argentina en Los Andes, incluido el lugar real del accidente.
“Hay cosas que son del director. Por ejemplo, Bayona hizo algo fantástico, que es borrar esa grieta entre las familias de los que no volvieron y los que no volvieron, al poner a Numa Turcatti como el narrador, una de las personas que no volvió”, contó Parrado.
Aun así destacó que la película “muestra la grandiosidad del lugar” y tiene “una certeza y una veracidad increíble”.
Este viernes 22 de diciembre, se cumplen 51 años del día en que los helicópteros llegaron al sitio del siniestro para rescatar a las 14 personas que quedaban en los restos del fuselaje.