El gerente de Estrategia e Innovación del Instituto Nacional de Carnes (INAC), Pablo Caputi, se refirió este lunes a la producción y comercialización de carne sintética, a raíz de su autorización en Estados Unidos.
El 21 de junio, el Departamento de Agricultura de EE. UU. autorizó a las empresas Upside Food y Good Meat a comercializar pollo creado a partir de células de animales.
“Desde el punto de vista ambiental, no creemos que sea ninguna solución”, dijo Caputi en entrevista con En perspectiva, y agregó que la carne sintética es “mucho más contaminante” que la carne natural. Además, comentó que el pollo sintético suele parecerse a “pechuga y carne picada”.
Con respecto al aspecto comercial y productivo de la carne sintética, Caputi señaló que “es una muy mala idea pensarlo como negocio”.
“Perder el 93% de una inversión es casi una estafa. Esto sucedió con quienes invirtieron en carne sintética. Estados Unidos es un país generoso en autorizar cosas, pero después los riesgos son de cada uno, no garantiza el éxito empresarial”, manifestó.
También se refirió al posible impacto ambiental y al efecto invernadero, e indicó que la cadena de producción de carne orgánica genera un “ciclo”.
“Las vacas comen pasto, lo rumian en sus cuatro estómagos y, al hacerlo, emiten metano, que ha sido mal contabilizado. Es un gas de potente efecto invernadero, pero dura unos 10 a 12 años en la atmósfera y se rompe. Ese carbono que está en el metano se rompe para formar dióxido de carbono, vuelve a las plantas que lo capturan en la fotosíntesis”, explicó.
“La fuerza de esto viene muchas veces del veganismo. El 80% de los que empiezan siendo veganos al año dejan de serlo, porque es muy difícil sostenerlo desde el punto de vista de la salud”, afirmó.
“No puede ser que cuando hay alguna crítica a la carne nosotros tenemos que salir a rebatirla, analizarla, estudiarla científicamente, fundamentar y mejorar, pero cuando viene del lado del elogio se dice ‘esto es carne’. Hay que ponerse de acuerdo de qué lado se está de la vida”, dijo, en alusión a críticas de personas que impulsan la producción y consumo de carne sintética.