El intendente de Canelones, Yamandú Orsi, y el ministro de Defensa, Javier García, se reunirán este jueves para evaluar la conformación de un pacto político partidario sobre narcotráfico. El 24 de agosto, el jerarca del Partido Nacional manifestó: “El narcotráfico es la amenaza más grande que tiene la democracia en Uruguay y cuando hay una amenaza de ese tipo, yo creo que todos quienes abrazamos la democracia y queremos a nuestras instituciones tenemos que unirnos. Creo que es tiempo de pensar en un gran pacto democrático político contra el narcotráfico. Esto no puede ser cosa de peleas entre partidos de oficialismo y oposición”. En tanto, Orsi lo llamó por teléfono para hablar sobre esta temática, y declaró que compartía las declaraciones de García.
El ministro dijo a En perspectiva: “cuando el narcotráfico avanza, la democracia pierde”. De este modo, el jerarca señaló que las noticias relacionadas a este tema que se ven en otros países de la región podrían suceder en el país. De hecho, para García, quienes piensan que no, lo dicen con “cierta ingenuidad” o “cierta irresponsabilidad”. El manual del narcotráfico “está escrito” y dice que “va por el sistema democrático, tiene poder de corrupción”; “¿quién está vacunado contra la corrupción?”, agregó el político.
Así, el jerarca aseguró que “no hay nadie que esté libre
del enorme poder de crimen y de corrupción que tiene el
narcotráfico” porque no es un “crimen asilado”. García dijo que es un crimen
que se organiza y en la que participa una tríada compuesta por “narcotráfico,
lavado de activos, narcoterrorismo”. Por eso, según García, su rol en este tema
le corresponde, independientemente de su papel institucional, como
ciudadano, “padre de familia” y vecino. Del mismo modo ve su encuentro con
Orsi, más allá de que su llamado fue como “dirigente político”.
“Ni Orsi ni yo vamos a cambiar nuestras posiciones políticas ni nuestro debate ideológico por una reunión”. Porque, en palabras del ministro, “para reunirse y para hablar con aquel que piense distinto, hay que estar convencido las ideas”. En esta línea, la reunión de dos personas que “piensen distinto no es un signo debilidad, es un signo de fortaleza donde cada una de sus posiciones puede encontrar un pedazo de verdad, o en el otro o común”, formuló el jerarca.
Si bien
los dichos de los políticos coincidieron temporalmente durante el caso de
Sebastián Marset, el narco uruguayo que recibió un pasaporte mientras estaba
preso en Dubái, García dijo que sus dichos no fueron específicamente por ese suceso.
Para el ministro, tanto el sistema político, la Justicia o las fuerzas de
seguridad pueden ser corrompidas. Así, expresó que tomar el narcotráfico en “términos
de batalla política coyuntural” es “darle un enorme cachón de ventaja al crimen.
Asimismo,
expresó que espera “que en el sistema político
uruguayo nos animemos a encontrarnos
un poco más”. Según
el ministro, Uruguay “no es un país chico”, sino “poco poblado”. En esta línea,
aseguró que “escuchar a la gente es muy sencillo” en el país: “hay que querer
nomás” y “tratar a un dirigente político es empezar por ahí”. Para el ministro,
su reunión con Orsi es una manera de escuchar su pueblo y su gente, “los dirigentes políticos que tengan
sensibilidad y cercanía, saben que ese es un clamor
que nosotros tenemos”, adicionó.
Por último, García opinó que hay temas con los que “hay que hacer como una especie de sacabocados y sacarlos del campo de batalla de la división porque nos afectan a todos”. “¿Quién va a ser gobierno dentro de dos años y medio?”, se preguntó. “Yo no sé”, respondió. “Lo que sí sabemos es que el crimen organizado avanza y va a avanzar independientemente de quién sea gobierno dentro de dos años y medio, o dentro de siete años y medio”, concluyó.