En los últimos días han aparecido varias noticias auspiciosas sobre la efectividad de las vacunas que están desarrollándose contra la covid-19. Pero al mismo tiempo ese vértigo informativo provoca dudas y hasta temores.
¿Qué diferencias hay entre las distintas vacunas en danza? ¿Cómo elige un país como Uruguay la más adecuada? ¿Con la llegada de las vacunaciones se terminaría la pandemia y se podría volver a una vida normal? ¿Cómo jugaría la no obligatoriedad de la vacuna? ¿Cuáles serían las fechas en el caso de nuestro país?
En la mañana de este lunes el periodista Emiliano Cotelo, conductor de En Perspectiva en Radiomundo, evacuó esas dudas con el inmunólogo Alejandro Chabalgoity, miembro del Comité Asesor de Vacunación del Ministerio de Salud Pública (MSP).
Tres compañías han dado resultados de cómo les ha ido con las vacunas en fase 3. Pfizer y su socia BionTech, Moderna y este lunes AstraZeneca junto a la Universidad Oxford. También están, entre otras, las vacunas del laboratorio Gamaleya (Rusia), con su Sputnik V y la vacuna de la empresa Sinovac de China, con su CoronaVac.
"La velocidad con la que se han desarrollado las vacunas no tiene precedentes pero no es fruto de la casualidad sino que es fruto de haber llegado tarde a otros varios intentos", dijo Chabalgoity, y contó que se han aprovechado proyectos de vacunas desarrolladas para otras epidemias.
Por ejemplo, contó que la vacuna de Oxford y AstraZeneca es una adaptación que una vacuna que desarrollaron para la enfermedad respiratoria MERS, pero que nunca se llegó a licenciar. Lo mismo con la vacuna Sputnik V, que es una adaptación de una vacuna que se desarrolló para combatir el ébola.
Pfizer y Moderna presentaron una efectividad superior al 90% en sus vacunas, mientras que la de AstraZeneca tiene una efectividad de 70%. Consultado sobre si es normal una efectividad tan alta en estas herramientas, el inmunólogo contó que esta "depende del patógeno", y ejemplificó con la malaria.
"El mundo viene buscando hace 40 años una vacuna contra la malaria. Al principio del 2000 se decía que las vacunas con 30% o 40% de efectividad podían llegar a habilitarse porque es tal el nivel de impacto que tiene que 'cualquier monedita ayuda'. Este virus (el covid-19) es bastante estable y permite tener una aproximación inmunológica para el desarrollo que generan esta inmunidad", explicó,
El entrevistado contó que los ensayos clínicos fase 3 "son aquellos que se prueban en varias decenas de miles de personas" y que "buscan definir la efectividad de la vacuna y asegurar su seguridad".
Luego de infectar a una cantidad de voluntarios se abre el ensayo, se mira quienes recibieron las vacunas y quienes un placebo. "En función de las cantidad en un grupo o en otro se calcula la efectividad. Moderna dice 95%. 95 personas se habían contagiado y 90 de ellas recibieron el placebo. Solo cinco de los que habían recibido la vacuna se habían infectado. Eso da un porcentaje de 95% de eficacia. 95% de posibilidades de que la persona que se infecte no haya recibido la vacuna", relató.
Chabalgoity explicó que la otra parte que se mide es la seguridad, en base a "la cantidad de reacciones adversas luego de al menos dos meses de aplicadas las segunda dosis". Se trabaja sobre 2.000 personas y se obtiene el resultado de seguridad.
Además, todos los voluntarios de los ensayos clínicos van a ser seguidos durante dos años, tendrán que reportarse semanalmente durante dos años para ver si no surgen reacciones adversas.
"Dentro de lo humanamente posible, se están tomando todos los recaudos para asegurar la seguridad de estas vacunas. (...) La suma de estas dos (efectividad y seguridad) permite solicitar el uso de emergencia", dijo.
Con respecto a la vacuna de AstraZeneca, que reportó una eficacia de 70%, el inmunólogo dijo que no necesariamente "es peor" que las vacunas de Pfizer y Moderna, que tienen una efectividad mayor, dado que "tener el principio activo de la vacuna no alcanza para que una vacuna sea real".
"Hay que tener la capacidad de producir, administrar y de llegar a los lugares. Tiene menor efectividad, pero tiene otras particularidades. Primero, declara una capacidad de producir vacunas mayor que la de Pfizer y Moderna. Pfizer dijo que tendrá un billón para 2021, Moderna 500 millones y AstraZeneca habla de tres billones. Eso puede quedar en el terreno de las especulaciones de todas formas. Lo que sí es claro es que las características son distintas: mientras que la de Pfizer requiere una cadena de frío de menos 80ºC y la de Moderna requiere también un freezer especial, la de AstraZeneca se mantiene hasta seis meses en freezer convencional. Es un cambio dramático a efectos logísticos", detalló.
¿Qué pasa con la vacuna rusa? ¿Y la de Cuba?
"Creo que la vacuna rusa tiene el problema de que fue presa del entusiasmo de un gobernante. El apresuramiento del gobierno de Rusia en salir a anunciar que tenían la vacuna antes de completar la fase 3 le jugó en contra en la opinión pública mundial", señaló el experto, aunque agregó que de todas formas puede ser una "muy muy buena vacuna".
"El problema es que como se autorizó su uso antes de completar la fase 3, no tenemos los datos de efectividad y eso hace que la gente no la considere tanto como a las otras vacunas. La política no siempre ha jugado a favor del desarrollo de las vacunas", dijo.
Con respecto a la vacuna cubana, el inmunólogo explicó que "tampoco hay datos", pero aseguró que el centro que la está desarrollando (Centro de Inmunología Molecular) tiene un "excelentísimo nivel" y ya "ha desarrollado vacunas de altísima efectividad que se usan regularmente". "No hay duda que estos centros están avanzando en muy buen camino, pero no hay datos todavía como para poder hablar", sopesó.
¿Vale para todos?
Cotelo le consultó al entrevistado si las vacunas que se están desarrollando son eficaces en todas las poblaciones. Chabalgoity explicó que "no necesariamente" es así y que por eso todos los anuncios de los desarrolladores "hacen referencia a que incluyeron en sus ensayos clínicos personas de diferentes etnias y diferentes edades".
"Es sabido que el sistema inmunológico tiende a decrecer su efectividad con el paso de los años. Por tanto la población de riesgo son quienes tienen un sistema inmune más débil. Por eso es importante saber como funciona en esos casos. En los casos que tenemos, ellos (las empresas) dicen que en los grupos se infectaron también personas mayores de edad. Da la impresión de que sí", declaró.
¿Cuántas dosis y a qué precio?
"Por ahora todas las vacunas requieren dos dosis y no me parece que en el cortísimo plazo vaya a salir una que arriesgue con una sola dosis", dijo sobre el tema el inmunólogo, y contó que hay distintos precios de acuerdo a las empresas.
"Los precios que se saben son los que acordaron algunas empresas en acuerdos bilaterales para acceder a las vacunas. Pfizer venderá a 19 dólares la dosis para Estados Unidos. AstraZeneca comprometió un precio de tres dólares la dosis con COVAX. Hizo un llamado para no obtener un beneficio exacerbado de la vacuna", contó Chabalogity.
¿Que vacuna viene a Uruguay?
Como ya ha sido informado, Uruguay es parte de la iniciativa COVAX, que es una iniciativa global con el apoyo de la OMS y del Banco Mundial, entre otros organismos, que asegura el acceso a un portfolio de vacunas que se están desarrollando.
COVAX negoció y adquirió los derechos de varias vacunas, contó el entrevistado, entre ellas la de AstraZeneca y la de Moderna. La de Pfizer no está en principio, aunque se está negociando.
"A cada país pueden llegar varias vacunas, y Uruguay tiene derecho a elegir" con cual quedarse, contó Chabalgoity. COVAX recibe las vacunas y de acuerdo al compromiso que firmó Uruguay tienen que dar dosis para 750 mil personas, alrededor de 25% de la población. Estas vacunas ya están pagas a un costo cercano a los tres dólares las dos dosis.
"Te llega la vacuna A. Uruguay tiene derecho a decir que no la quiere y esperar la vacuna B. Por eso estudiamos las distintas vacunas junto al GACH, para ver cual se podría llegar a aceptar", explicó.
En cuanto a plazos, el experto contó que AstraZeneca habla de entregar en junio sus vacunas a COVAX: "Alrededor de esa fecha podría estar llegando. Cuando tengamos la oferta resolveremos (que vacuna aceptar)".
Con respecto al anuncio del presidente de Casmu, Raúl Rodríguez de que la mutualista adquiere dosis de la vacuna rusa, Chabalgoity explicó que "la autoridad sanitaria, el MSP, determina el uso y distribución de la vacuna. No es que Casmu no pueda hacer su compra, pero tiene que estar autorizadas por el MSP".
"No necesariamente" apuntar a la vacunación universal
Chabalgoity dijo que, seguramente, en primera instancia los vacunados serán el personal de la salud y la población de riesgo.
Consultado sobre el acceso general a la vacuna, el inmunólogo señaló que "no necesariamente" la vacuna será de carácter universal.
"En contexto de pandemia lo que se busca es disminuir la tasa de replicación de la infectividad. Controlar. Para lograrlo no necesariamente hay que vacunar a toda la población", dijo, y le atribuyó una especial importancia a la situación sanitaria que tenga el país en el momento de administrar las vacunas.
"El problema que tenemos en Uruguay es el síndrome de ahogarnos en la orilla. El panorama viene bien, pero venimos cansados", dijo, y agregó que no hay que relajar las medidas sanitarias pese a tener en el horizonte la posibilidad de la vacuna.
"Necesitamos nadar un poco más para llegar a la orilla en forma segura. Ese es el tema central: las vacunas están, van a estar, ya no hay duda de que vacunas va a haber, (pero) No es lo mismo empezar a introducir la vacuna con el nivel de circulación actual que si tenemos un porcentaje de infectividad mayor", dijo.
"En una población con un porcentaje de circulación viral bajo la vacuna va a tener un impacto muy fuerte. En una población con un porcentaje de infección viral altísimo, la vacuna va a funcionar menos. Ese es el mensaje más importante. Necesitamos llegar en las mejores condiciones al momento de administrar la vacuna", prosiguió.
"Probablemente la vuelta a la normalidad será mucho más rápida si llegamos en las condiciones actuales (...) La vacuna no va a ser un blanco o negro, no va a pasar que hoy vacunamos y mañana está todo abierto. Eso no es así, hay que dar las vacunas, eso no va a permitir ir abriendo posibilidades y gradualmente llegaremos a esa normalidad que será en 2022", finalizó.