Autoridades del Ministerio de Ambiente y de OSE asistieron ayer a la Cámara de Diputados en régimen de Comisión General para informar sobre el llamado proyecto Neptuno, que está destinado a reforzar el abastecimiento de agua potable en el área metropolitana y Montevideo.

Esta iniciativa, que implica la instalación de una planta potabilizadora de agua del Río de la Plata a ubicarse en Arazatí, departamento de San José, fue presentada en 2020 por las empresas Saceem, Berkes, Ciemsa y Fast, unidas en el Consorcio Aguas de Montevideo. 

Durante su exposición, el ministro de Ambiente, Adrián Peña, manifestó: "En el río Santa Lucía, no podemos procesar más de 690.000 m3 de manera efectiva", y agregó que "estudios en el ámbito de OSE y consultorías determinan una proyección de la demanda futura; para el año 2034, por ejemplo, será de 711.000 m3 y para el 2045, de 820.000".

"Aquí está instalado el problema que tenemos: el sistema del río Santa Lucía está al límite y estresado", señaló. Continuó diciendo que se trata de un problema de seguridad pública por la "enorme vulnerabilidad a la que estamos expuestos". 

Peña informó que todavía no hay un proyecto definitivo, aunque adelantó que el Gobierno había tomado la decisión política de que la operación esté a cargo de OSE, algo que había sido solicitado tanto por el sindicato de trabajadores como por la oposición. 

"Hay una probabilidad alta de que el Ejecutivo otorgue el privado, la construcción y el mantenimiento", indicó el jerarca y añadió: "Si todo anda bien, el proyecto antes de fin de año va a estar aprobado y quizás de aquí a un año estaremos comenzando las obras".

 La convocatoria había sido realizada por la diputada del Frente Amplio (FA) por Río Negro, Silvia Ibarguren, que, cuando terminó la sesión, en conferencia de prensa señaló que tenía "mayores dudas, incertidumbres e inconsistencias que antes de empezar el debate".

Sobre esto, la legisladora, que es además veterinaria, máster en calidad y seguridad alimentaria y exdirectora de Medio Ambiente en la Intendencia de Río Negro, habló en En Perspectiva.

Si bien apuntó que los debates “siempre resultan útiles”, desde el FA se quedaron “con un montón de dudas”.

"Las dudas principales que nosotros teníamos, que tienen que ver con las limitantes que le vemos a este proyecto siguen estando porque hay una serie de inconsistencias desde el punto de vista técnico-ambientales que realmente no fueron contestadas, más allá de otros cuestionamientos que nosotros podemos tener en relación al financiamiento, a la intervención de un privado en una política pública”, manifestó.

Asimismo, indicó que el proyecto tiene limitantes en cuanto a las condiciones del Río de la Plata como fuente hídrica y que no resuelve el problema, “lo dice el propio consorcio que lo presenta”.

“El objetivo y la iniciativa privada que fue aceptada por las voces claramente dice que es para resolver el déficit cuantitativo de agua al sistema metropolitano de Montevideo con horizonte 2045”, sostuvo y agregó que el “estudio” señala que para el 2036 hay que contar con otra reserva de agua “porque el sistema, como está planteado, no resuelve ese déficit cuantitativo”

“Se habla de esta nueva planta potabilizadora como una alternativa a la planta actual y en realidad representa el 30% de la futura demanda”, agregó.