El “retiro de presidentes” de Sudamérica, convocado por Lula da Silva, y que finalmente fue una cumbre de mandatarios, culminó este martes con llamados a superar las diferencias “ideológicas” y a trabajar en la integración regional. Sin embargo, las diferencias sobre Venezuela volvieron a generar divisiones.

Once gobernantes participaron en el encuentro, ideado por Lula con el objetivo de relanzar la integración regional.

En la declaración de consenso aprobada, los presidentes afirman haber acordado promover “iniciativas de cooperación sudamericana”.

“Reconocieron”, dice el texto, “la importancia de mantener el diálogo regular, con miras a impulsar el proceso de integración en América del Sur y proyectar la voz de la región en el mundo”, y “decidieron establecer un grupo de contacto, encabezado por los cancilleres, para evaluación de las experiencias de los mecanismos sudamericanos de integración y la elaboración de una hoja de ruta para la integración de América del Sur, a ser sometida a la consideración de los jefes de Estado”.

Lula, que ha intentado devolver protagonismo a Brasil en la escena internacional, dijo en su discurso de apertura: “Dejamos que las ideologías nos dividieran e interrumpieran esfuerzos de integración, abandonamos canales de diálogo y mecanismos de cooperación, y con eso todos perdimos”.

Lacalle Pou, en tanto, se pronunció en contra del relanzamiento de la Unasur (Unión de Naciones Suramericanas) y llamó a buscar acciones concretas: “Estas reuniones a todos nos sacan tiempo de nuestro real deber que es con nuestro pueblo, con nuestras naciones. Cuando sacamos el tiempo de nuestro gobierno en nuestros asuntos internos, venimos tratando de que estas reuniones generen consecuencias reales positivas”.

Este miércoles, el conductor de En perspectiva Emiliano Cotelo conversó con el experto en relaciones internacionales Carlos Luján, con el objetivo de sacar conclusiones sobre el encuentro.

En Perspectiva · Entrevista Carlos Lujan - ¿Qué primeras conclusiones pueden sacarse del "retiro de presidentes"?

El politólogo señaló que la postura de Brasil es que Sudamérica se consolide “como un espacio en el mundo”, como un paso “hacia la latinoamericanización a partir de la complejidad que implica el hecho de que México está en Norteamérica”.

Sobre Uruguay, Luján dijo que, “en términos de grandes políticas, el país ha tenido una política de acercamiento hacia China a partir de la propuesta del Tratado de Libre Comercio [TLC]”, por lo que hay que analizar qué es lo que va a ocurrir con ese acumulado.

“¿Se va a incorporar como parte de las tratativas del Mercosur o de toda Sudamérica en los vínculos con China hacia un diálogo más amplio? ¿Se avanzará hacia la Unión Europea? ¿Cómo nos vincularemos con Estados Unidos? Me parece esas son tres de las preguntas claves que uno debe hacerse. Si lo hacemos unidos o fragmentados”, planteó Luján.

En esta línea, el experto apuntó a la importancia que tiene que se avance en las negociaciones regionales a nivel de los puntos de contacto que establezcan los cancilleres.

“La mera diplomacia presidencial terminan en eventos efímeros que no tienen identidad. En cambio, si esto es el comienzo de un proceso, bienvenido sea. Ahí se van a tener avances, cuando las diplomacias regionales articulen los intereses de los distintos países y construyan la representación de esos intereses regionales. Lo de los presidentes genera confianza, diálogo, también intercambios duros en términos de visiones distintas, pero queda en eso”, afirmó.

A su vez, Luján consideró que “debe haber” diálogo suprapartidario sobre las posiciones que tiene Uruguay en este tipo de encuentros.

“Me imagino que la discusión sobre si formamos parte de un órgano de cooperación política sudamericana debería ser algo que discutan los partidos en su conjunto. Ir hacia convergencias en materia de política internacional, como se pueden tener con relación al vínculo con China y la Unión Europea”, dijo Luján.