Desde la semana pasada se vienen realizando ocupaciones en centros de formación docente por la reforma educativa que lleva adelante el gobierno de Luis Lacalle Pou. 14 de 32 edificios que hay fueron acaparados por gremios de estudiantes y, posteriormente, desalojados por efectivos del Ministerio del Interior, a pedido de las autoridades de la enseñanza.
El viernes se llevó a cabo la primera reunión entre representantes de las gremiales y del Consejo de Formación en Educación, que concluyó sin solución. A la salida, los dirigentes señalaron que el encuentro fue una “pérdida de tiempo” porque las autoridades se mostraron “intransigentes”.
Para avanzar más en las propuestas de los integrantes, el programa En perspectiva, y que se transmite por Radiomundo, dialogó con Tatiana Carbajal, dirigente del Centro de Estudiantes del Instituto de Formación Docente de Canelones.
En primer lugar, la estudiante planteó que el punto clave de sus reivindicaciones es la participación en la reforma que se pretende llevar a cabo, cuyo procedimiento de aplicación es “apurado e inconsulto”, según dijo.
“Los representantes de los estudiantes y docentes dentro del consejo siempre son minoría, dos contra tres, ellas nunca son escuchadas, son quienes nos representan. Se han realizado jornadas institucionales donde se discutieron estos documentos y se ha expresado el rechazo y no se ha escuchado, sin embargo, esta reforma va a ser llevada a cabo porque así se nos dijo en la mesa negociadora”, indicó.
En este sentido, informó que desde las autoridades les informaron que será llevada a cabo el año que viene, y que cuando consultaron por qué “no se dijo una respuesta”: “Fuimos y nos plantamos como la voz del pueblo y aun así no importó”, aseguró.
Por otra parte, consultada sobre las asambleas técnico-docentes, en donde se llevó a cabo una primera discusión del tema, Carbajal respondió que en las mesas de negociación se les manifestó que los documentos que habían elaborado “no fueron leídos”, dando a entender la “importancia que le dan a esas instancias de diálogo”.
“La primera jornada que se hizo acá para saber qué pensábamos los estudiantes y los docentes sobre esta transformación curricular, elaboramos un documento y desde ahí ni siquiera se han tomado la molestia de leerlo”, aseguró.
Cuestionada sobre a qué apuntaban esos documentos, la estudiante dijo que manifestaba la preocupación de que la reforma está “sacada de los pelos” y sin la participación de estudiantes y docentes, algo que “compete a todos” y que debe ser llevada a cabo con “los actores que están adentro”.
“Sentimos que [la reforma] apunta a un lado mercantilizante, con un fin utilitario, y nosotros apuntamos hacia un lado que tiene que ver con la praxis liberadora, con el ser, y estaría bueno seguir con esa impronta. Es ese el pienso que queremos darle a esa transformación. Se está gestionando de una visión de empresario, sentimos que esto se está implementando con la visión de una empresa, porque lleva a cabo este tipo de reformas por fuera de lo que son los empleados y demás. No se nos está consultando, nosotros queremos ser parte”, sostuvo.
“A nosotros tampoco es algo que nos guste ocupar los centros, nos encantaría poder tener clases con normalidad y lo hacemos porque es en defensa de la educación pública porque luchamos por convicción. Si elegimos esta profesión es porque lo sentimos, porque luchamos por el pueblo y no queremos que compañeros queden sin estudiar por esto que se nos viene. Esto genera una brecha bastante grande entre el interior y la capital, entonces más vale perder un poco de clase, que después lamentar que muchos compañeros se queden sin estudiar”, agregó.
Finalmente, manifestó que los gremios estudiantiles están abiertos al diálogo, pero el tema es que las autoridades estén abiertas a dialogar, cosa que “no sintieron” el viernes. “En lo único que cedieron fue en el tema de las becas que dijeron que lo iban a plantear, que se iba a estudiar, pero después con el resto no”, indicó.
“Otra de las propuestas que se planteó fue el tema del muro del IPA, que eso históricamente es de los estudiantes para expresarse y ahí sentimos que fue una tomada de pelo hacia los compañeros, porque se les planteó utilizar paneles que no pintaran los muros. Pareció que no correspondía porque históricamente correspondió a ellos”, añadió.
“¿Uno de los reclamos es la posibilidad del IPA y otras instituciones es que se puedan colocar leyendas en las paredes?”, repreguntó uno de los periodistas.
“Sí, en realidad se planteó es solo sobre el IPA. En cuanto a la transformación educativa lo único que se planteó fue eso, la participación real. En realidad, es lo que necesitamos que nos otorguen: participación real para a partir de ello poder dialogar. Necesitamos que nos den un sí para a partir de ello trabajar en forma colectiva”, concluyó.