Tras el caso de violación ocurrido en Cordón el domingo a la madrugada, fueron detenidos tres hombres, dos mayores y un adolescente que fueron finalmente emplazados mientras la investigación sigue su curso.
Pero más allá de como siguen los pasos de la Justicia, otras preguntas sobre cómo se trabaja con las víctimas de este tipo de delitos también generaron interés público.
En este sentido, la fiscal de Delitos Sexuales Sylvia Lovesio, que lidera la investigación, lamentó en diálogo con el programa Doble Click que no se le pueda dar una respuesta más rápida a las víctimas.
“Actuamos con la mayor diligencia, pero la respuesta inmediata que la víctima debe tener no la tenemos, porque carecemos de las herramientas fundamentales”, dijo Lovesio, y agregó que en Uruguay los delitos sexuales “no son una prioridad en materia de políticas públicas”.
Para conocer más a fondo cómo se trabaja con víctimas de abusos sexuales en Uruguay este jueves la conductora de En Perspectiva Romina Andrioli conversó con la directora de la Unidad de Víctimas y Testigos de la Fiscalía de la Nación, Mariela Solari.
Solari expresó sobre la respuesta que se tiene desde el organismo que “con los magros recursos” que tiene la Fiscalía lo que se ha “implementado es un servicio de guardia”, para que cuando se inicia la investigación de un delito sexual se advierta el grado de vulnerabilidad que puede tener la víctima.
“Hay etapas que hay que cumplir en el proceso de investigación, que tiene que ver con las pruebas, acompañar y preparar a la víctima emocionalmente para que pueda declarar porque es su derecho. Es un traje a medida para cada caso, pero en otros delitos no hay como en los sexuales el grado de afectación que tiene la víctima. No es lo mismo primera infancia, infancia, adolescentes y personas adultas. Pero la característica común es la vergüenza, el miedo, la culpa. El no poder ni siquiera mencionar el hecho traumático que vivió”, explicó la profesional.
Solari señaló que “poder acompañar a esa victima para que pueda relatar” los hechos “es una exigencia ética y de derechos humanos para que las personas puedan acceder a la Justicia”.
“Si no está ese acompañamiento es muy fácil que una víctima de delito sexual se repliegue y no quiera acceder a la Justicia”, detalló.
Sobre la repercusión en la opinión pública y redes sociales que tuvo el caso de Cordón, Solari expresó que a veces siente “que uno tiene que repetir cosas durante muchos años porque la realidad también repite hechos que uno no puede creer que se sigan repitiendo”.
Solari dijo que es de “un reduccionismo casi primitivo” explicar las violaciones o abusos sexuales a partir de la conducta de la víctima. Señaló que esto no pasa con otros delitos y que es la “incomodidad de la sexualidad” la que lleva a culpar a quien fue sometida. Planteó que esto es “más cómodo” que asumir que el verdadero objetivo del delito sexual es obtener poder a partir de la dominación y el abuso de la mujer
Agregó que “cada vez que se hace público un hecho” de esta naturaleza, “no llama la atención que se sigan dando explicaciones reduccionistas que generan un relato que ubica la culpa en las victimas y perpetúa la situación de violencia sexual”.