El Grupo de Investigación en Antropología Forense (GIAF) comenzó este martes a la noche a analizar los restos humanos encontrados en el Batallón de Infantería N° 14 del Ejército.
La coordinadora del GIAF, Alicia Lusiardo, conversó con los conductores de En Perspectiva Emiliano Cotelo y Romina Andrioli para profundizar sobre el nuevo hallazgo de restos en un predio militar.
Lusiardo, quien se enteró de la noticia a pocos minutos de haber aterrizado en San Pablo, rápidamente retornó al país para integrase al equipo que lidera, que trabajó toda la noche del martes y madrugada de este miércoles.
Sobre la urgencia en la forma de trabajar, la profesional explicó que “en la medida que los huesos que han estado resguardados tantos años, en este caso por cal, una losa y tierra, cuando toma contacto con el medio ambiente empiezan a cambiar las condiciones”.
“Empieza a dañar los restos. Entonces, hay que proceder lo más rápido posible en la extracción, acondicionamiento y traslado. Por eso entendemos que la custodia del lugar tiene que hacerla el equipo de antropólogos, por más de que haya una custodia militar. Si hay un hallazgo de restos, no nos podemos mover hasta terminar su extracción”, desarrolló Lusiardo.
Con respecto al lugar, la antropóloga afirmó que es “de máximo interés” para la búsqueda de restos de desaparecidos, ya que se trata de una zona con varios señalamientos que, aunque “vagos, son de todas maneras importantes”.
“Están a 180 metros de los restos de Amelia Sanjurjo y a 200 metros de los del maestro Julio Castro y de Ricardo Blanco Valiente. Le sumo a eso, que está a un metro de unas trincheras que se realizaron en 2009. Se estuvo excavando hace varios años a un metro del lugar del hallazgo”, informó.
Por eso, agregó, “hemos aprendido a tratar de no caer en el problema de quedar a un metro de un hallazgo, y para esto hay que ser exhaustivos”.
Lusiardo puntualizó que en ese “punto casi exacto”, se había excavado en 2005 y 2009.
“En ninguna de esas dos ocasiones se dio con esta fosa clandestinas. Estamos buscando en el terreno algo que es muy pequeño, de apenas dos metros por 80 centímetros de ancho. Por eso, hay que abordar centímetro a centímetro todo el terreno que puede tener potencial para hallazgo. Porque podemos dejar afuera, nada más y nada menos, la posibilidad de encontrar a una persona”, afirmó Lusiardo.
Sobre las características similares del enterramiento de Amelia Sanjurjo, la investigadora confirmó que efectivamente hay una repetición en el patrón.
“Hay nuevamente la presencia de una losa de gran espesor por encima de la cal, como observamos en junio de 2023. En el caso de Amelia [Sanjurjo] estaba más en superficie, pero porque en ese lugar no había posibilidades de excavar más profundo cuando se hizo la fosa por parte de los perpetradores. En este caso, se trata de un lugar que tiene más posibilidades de profundizar. Sin embargo, la fosa está a unos 60 o 70 centímetros [de profundidad]. No cabe duda de que se trata de restos de un detenido desaparecido”, añadió.
Además, se encontró material textil que todavía no se ha terminado de extraer e identificar”, aunque parece tratarse de una prenda de vestir.
“Algunos huesos ya han sido retirados porque hubo un pequeño desplazamiento por parte de la retroexcavadora. Se desplazó un poco el cráneo. Pero ya retiramos el cráneo, algunas vertebras, algunas costillas y la parte de los hombros”, afirmó Lusiardo.
Por el momento, los investigadores creen que los restos son de una sola persona, pero hasta no excavar toda la zona y delimitar la fosa en su totalidad no se puede afirmar con seguridad.