El presidente, Luis Lacalle Pou, resolvió este miércoles extender hasta el 23 de mayo las medidas que incluyen cierres de gimnasios, free shops y la prohibición de espectáculos públicos.

Este miércoles diputados del oficialismo y la oposición votaron en conjunto una moción pidiéndole al Poder Ejecutivo la apertura de los free shops en las ciudades fronterizas con Brasil (Chuy, Rivera, Aceguá, Río Branco, Bella Unión y Artigas).

Incluso, tras los cierres decretados por el gobierno en abril, se dio en Rivera una movilización de comerciantes en protesta por la medida y por las consecuencias que iba a traer en lo económico.

Los comerciantes entienden que con los cierres no solo se perjudica a los free shops, sino también otros rubros que se han visto fuertemente afectados por el movimiento económico en general que produce ese tipo de comercio en la ciudad.

Para conocer el trasfondo de la situación en la ciudad de Rivera, este jueves el conductor de En Perspectiva, Emiliano Cotelo, conversó con el empresario gastronómico y uno de los principales impulsores de la movilización de comerciantes en esa ciudad Holger Vildózola.

Vildózola señaló en primer término que "desde el más pequeño, mediano y gran comerciante en todos los rubros vienen tratando de mostrarle al presidente y al gobierno que la situación de Rivera es realmente caótica".

El empresario destacó que, aunque son conscientes que "todo el país está en crisis, la que más está sufriendo es Rivera" debido a su característica de frontera seca.

"Es una ciudad que son dos en una, tanto en Brasil como en Uruguay. Rivera y Santana do Livramento viven en una misma ciudad y tan solo los que vivimos acá sabemos la realidad. Esto no viene de ahora, lo de la pandemia es un knock out técnico para nuestros comercios", expresó.

Agregó que históricamente ningún gobierno ha hecho "política de frontera", refiriéndose en particular a los vaivenes y diferencias del tipo de cambio entre los países.

"Hay años que el (tipo de) cambio favorece al lado de Rivera, vienen los brasileros, invaden y compran. Pero en la historia se ha dado que el (tipo de) cambio es más favorable para el lado brasilero que el nuestro", resumió Vildózola.

El dueño de la parrillada La Picaña dijo en esa línea que entre ocho y nueve años el tipo de cambio favorece a Brasil, "y después cuando se da vuelta, son dos o tres años que favorece al lado uruguayo".

"Lo que nos llama la atención es que para el gobierno, Rivera no es Uruguay o no existe. Se toman medidas totalmente diferentes. En Montevideo, por ejemplo, está todo abierto, con grandes aglomeraciones en todos lados y acá los comercios cerrados. No podemos trabajar", puntualizó el comerciante.

Insistió que se ha demostrado que el foco de la epidemia o de los contagios en la actualidad no es por Rivera y agregó que lo más seguro en estos momentos son "los comercios con los protocolos sanitarios".

Ante la consulta de Cotelo sobre qué tipo de comercios permanecían cerrados en la ciudad, Vildózola respondió: "Están cerrados todos los gimnasios, salones de reuniones y están cerrando los comercios normales. Tiendas, zapaterías, hoteles y restaurantes habrá dos abiertos. Y trabajando a medio turno".

En este sentido, Vildózola explicó que "el efecto de que estén cerrados los free shops es en todo el comercio" riverense.

"Cuando acá cerrás los free shops no anda nadie. Cuando la gente viene a Rivera no viene solo al free shop, viene por un paquete de compras, que incluye dulce de leche, camperas de cuero, buzos de lana, frazadas. Viene a un paseo por bodegas, afecta la gastronomía. Al cerrar los free shops estás cerrando totalmente la economía del departamento, porque los comercios que no son free shops viven del efecto que generan los free shops", argumentó.

"Acá hay algo irrisorio. El gobierno da la orden a las oficinas públicas de no presencialidad y están cerradas. Pero los funcionarios de las oficinas públicas están todos del lado brasilero haciendo compras, yendo a los gimnasios, peluquerías, supermercados. ¿De qué sirve que yo te de la orden de trabajar en tu casa, cuando vos salís y te vas para el otro lado?", expresó Vildózola.

Con relación al gobierno el entrevistado tampoco se guardó críticas, y dijo que "las órdenes y las decisiones se hacen atrás de un escritorio a 500 kilómetros sin venir a vivir la realidad".

"Hasta ahora el presidente que hace tres meses le estamos pidiendo que venga, no ha venido a Rivera. En el centro de la ciudad si hay 20 personas es mucho. Pero si cruzas la calle, no tenés dónde estacionar, hay más de 28 farmacias abiertas, 16 supermercados. Es impresionante el movimiento que hay -en el lado brasilero-", indicó.

Para Vildózola hay un gran "equivocación" al creer que al abrir los free shops en Rivera va a hacer "brotar el virus".

Con respecto a las opiniones que apuntan que el cierre de los comercios ayudó a bajar los casos en la ciudad al norte del país, el empresario consideró: "Les diría que Brasil hay que cerrarlo entonces. En Brasil hay 200 millones de habitantes que están trabajando y circulando. Le preguntaría a esa gente, ¿Son los que van a venir a pagar nuestras cuentas? Hasta ahora el gobierno a lo único que nos obliga es a no trabajar. Pero no nos sacaron todas las obligaciones tributarias. Siguen llegando los recibos de luz, agua, BPS y DGI".

"Nosotros queremos que se abran los comercios porque queremos trabajar. Realmente una semana más cerrada es el famoso tiro de gracia que nos ha dado el presidente. Mucha gente está en una situación que no es crítica, es caótica. Catastrófica total, con empresas que cada día que abren se endeudan. Acá hay que separar dos cosas: lo sanitario y lo económico. Hay que ponerse en la piel de la gente que vive el día a día. Una cosa es cuando tenés un salario cada 30 días, otra el que se despierta a las 7 de la mañana y depende de sus ventas o ingresos de forma cotidiana", resumió su postura el empresario.