La provincia española de Valencia vivió inundaciones repentinas que, por sus devastadoras consecuencias, castigaron a la población de decenas de municipios de la comunidad.
La tragedia, de una gravedad sin precedentes, se prolongó luego con los problemas en los operativos de rescate. Y nadie sabe cuánto tiempo pasará hasta que la zona vuelva a la normalidad.
La crecida de ríos y arroyos provocada por las lluvias ha dejado al menos 217 fallecidos, casi la totalidad de ellos (213) en la zona metropolitana de la ciudad de Valencia. Sin embargo, las autoridades advierten que el número de víctimas seguirá aumentando.
Los habitantes de las localidades más afectadas muestran angustia e irritación. Le reprochan a las autoridades no haberles avisado a tiempo de las grandes tormentas que se venían el martes pasado y, luego, de no haber hecho lo suficiente para paliar la crisis.
En entrevista con En Perspectiva, Emiliano Cotelo conversó con Diego Zafrilla, un valenciano y empresario de la construcción que contó los antecedentes y consecuencias de este trágico episodio.
Zafrilla explicó que las lluvias están “dentro del ADN de Valencia, pero lo que no es normal es lo que pasó el otro día”. “Estas tormentas normalmente suelen ser muy localizadas, pero llovió en todo el río Magro”, comentó, y añadió que “cayeron en 12 horas lo que llueve en un año”.
En el día que llegó la Depresión Aislada en Niveles Altos (DANA), el español contó que fue a trabajar en la mañana y que “estuvo lloviendo fuerte hasta las 09:30 horas”. “Pensamos que había pasado una tormenta fuerte como siempre y ya está, luego empezó a llover más fuerte a las 12:00 horas y empezamos a preocuparnos porque eso no era normal”, agregó.
Llegado el mediodía, el valenciano describió que se desbordó el río y “con mucha angustia, partió el pueblo en dos”. Con el crecimiento de las tormentas, Zafrilla detalló que cerca de la noche había perdido la cobertura de su celular, y que afortunadamente su casa estaba fuera de peligro y sus hijos a salvo.
El español contó que la empresa dispuso de maquinaria para rescatar personas de edificios y que llegó a su casa a medianoche luego de lo que aseguró haber sido “el peor día de su vida”.