La sequía extrema que castiga a Uruguay en los últimos tres meses ocasiona problemas graves en el sector agropecuario, aumenta el riesgo de incendios forestales y complica el abastecimiento de agua potable en algunos lugares del país. Pero, además, provoca dificultades en las centrales de generación de energía hidroeléctrica.

Para paliar este déficit, UTE encendió sus centrales térmicas que funcionan con combustibles fósiles y, además, inició negociaciones con Brasil para importar electricidad.

Esta situación contrasta con la de los dos años anteriores, cuando UTE tuvo ganancias extraordinarias por sus exportaciones de energía a Brasil, que padecía la falta de lluvias en buena parte de su territorio.

¿Qué impacto tendrá esta seca en UTE? ¿Puede afectar negativamente a las tarifas? ¿Cómo está funcionando la interconexión con nuestros vecinos?

Este miércoles, el conductor de En perspectiva Emiliano Cotelo conversó con la presidenta de UTE, Silvia Emaldi.

La jerarca dijo que los más de US$ 800 millones de ingresos extraordinarios que tuvo la empresa en los últimos dos años (casi US$ 600 millones en 2021 y US$ 200 millones en 2022), permitieron “aumentar el nivel de inversiones de UTE”.

Emaldi informó que en 2022 se invirtieron US$ 230 millones, con un foco especial en la “distribución de la energía eléctrica y urbanización”.

“También los dos últimos ajustes tarifarios, que fueron de 3,5%, estuvieron por debajo de lo que las paramétricas daban. Eso fue porque el directorio tomó la decisión de utilizar parte de esos ingresos” para tarifas, afirmó la jerarca.

Sobre la situación de sequía en particular, Emaldi explicó que, en “lo que va del año, el 27% de la generación eléctrica” fue de fuente térmica, mientras que hasta el 29 de enero la producción hidráulica fue “solo del 22% y eólica del 39%”. Normalmente la generación hidráulica representa el 45% de la energía que produce UTE.

“En años de lluvias normales, el 97% de nuestra generación es renovable y 3% térmica. En lo que va de este año es 27%”, afirmó Emaldi.

La jerarca explicó además que, en lo que va del año, se lleva gastado por parte de UTE US$ 52 millones en combustible para la generación de energía eléctrica. En 2022, el gasto por ese concepto fue por US$ 300 millones.

“Un promedio de US$ 1.5 millones por día es lo que va en el año de gasto en combustible. Esta situación ya había comenzado en noviembre, cuando habíamos tenido que prender las centrales térmicas. Este año estamos previendo una cifra menor en gasto de combustible que en 2022, dado que las previsiones de los especialistas en meteorología señalan que en marzo o abril retornarían las lluvias en regímenes normales, al salir del efecto de La Niña”, afirmó Emaldi.