El ex fiscal de Corte Jorge Díaz participó por primera vez en un acto político de la campaña electoral en agosto del 2024. En aquella ocasión había sido invitado al comité Los Malvines para exponer sus objeciones a la reforma constitucional que habilitaba los allanamientos nocturnos, reforma que finalmente no sería aprobada en el plebiscito simultáneo con las elecciones de octubre.

“Yo soy abogado, trabajo como abogado. Estoy en la actividad privada y me gusta lo que hago. Voy a colaborar con Yamandú como asesor en todo lo que sea necesario, pero no soy candidato a ningún cargo, no integro ninguna lista ni aspiro a ocupar ningún cargo”, dijo Díaz en aquel momento.

Tres meses más tarde, a fines de noviembre, apenas pasado el triunfo del Frente Amplio en el balotaje, Yamandú Orsi comunicaba que en el nuevo gobierno Díaz sería el prosecretario de Presidencia y que en lo inmediato se ocuparía de liderar el proceso de transición junto a Alejandro Sánchez, a quien se anunciaba como futuro secretario de la Presidencia.

Sobre este cambio, Díaz dijo, en diálogo con En Perspectiva, que, tras dejar la Fiscalía, él “estaba demasiado cómodo” como para comprarse “el problema de volver a la actividad pública después de 30 años de ejercicio muy intenso”.

“Después de eso, Yamandú [Orsi] siempre me dijo, desde hace ya mucho tiempo: ‘Voy a ser candidato a la presidencia y te quiero a mi lado’. Lo dijo varias veces, incluso en entrevistas de prensa. Tras la elección interna, allá por setiembre, aparece la propuesta concreta: ‘Yo aspiro a que tu seas el prosecretario de la Presidencia’”, narró.

De acuerdo con Díaz, ese proceso fue “muy intenso” y lo acercó al actual presidente “mucho más desde el punto de vista humano”.

“Llegué a la conclusión de que es muy difícil decirle que no a un presidente de la República. La pregunta era: ‘Me acompañaste hasta acá, ¿por qué ahora no?’”, admitió.

También contó una conversación que mantuvo con el expresidente Luis Lacalle Pou cuando le presentó la renuncia a su cargo como fiscal de Corte. “Me preguntó: ‘¿Te vas a dedicar a la política?’. Y yo le dije: ‘No’. Y me pregunta: ‘¿Pero a vos te gusta?’. Y yo le dije: 'Sí, más que el dulce de leche’”, reveló.

“Me encanta la política, siempre me gustó, lo que pasa es que yo me había ido de la actividad pública absolutamente quemado, no quería saber de nada que tuviera que ver con lo público”, admitió quien se considera “una persona de izquierda desde siempre”, frenteamplista “independiente” y “orsista desde el minuto uno”.

“Si me tengo que definir me defino como un socialdemócrata, si fuera español votaría a Pedro Sánchez. Si fuera norteamericano hubiera votado a Kamala Harris, si fuera brasileño votaría a Lula, si fuera chileno votaría a Boric. No sé si más no menos voy dando una definición”, ilustró.

En otro orden de temas, entre las tareas que viene realizado en estos 10 días de mandato se encuentra el velar por la seguridad presidencial. En este sentido, Díaz contó que la primera disposición que tomó desde su rol fue “hacer un relevamiento del estado de situación de la seguridad presidencial”.

“Esta involucra custodias fijas al edificio de la Torre Ejecutiva, la torre anexa, la residencia presidencial de Suárez, Punta del Este y parte de Anchorena, aunque ahí también hay una custodia militar”, puntualizó.

Además, se veló, según Díaz, por la presencia de “custodias móviles o tácticas que involucran a la familia del presidente y al presidente de la República” y añadió que “hay aproximadamente 150 personas abocadas a esa tarea”.

Teniendo en cuenta el escándalo que significó en el gobierno anterior la prisión de Alejandro Astesiano, jefe de la custodia presidencial que nombró Luis Lacalle Pou, Díaz afirmó que el responsable de la seguridad de Orsi “es una persona que viene trabajando ya en la seguridad” del exintendente de Canelones “desde la campaña electoral”.

Se trata del posgraduado en Inteligencia Estratégica y Amenazas a la Seguridad de los Estados, Álvaro Mariño. “Es una persona de absoluta confianza del presidente de la República, que se ha formado para esto durante mucho tiempo. Participó en la custodia [del expresidente José] Pepe Mujica”, destacó Díaz.

En cuanto al resto de integrantes del equipo que suele cuidar la seguridad del presidente, Díaz afirmó que se hizo un “relevamiento de cada una de estas personas” y que, a partir de ello, “algunas personas quedaron y otras no”.

“Ese relevamiento tiene que ver con saber si la persona tiene o no tiene antecedentes penales, si tiene sumarios, etcétera”, detalló y sumó: “Para nosotros las personas que allí trabajan tienen que estar absolutamente libres de toda duda respecto a su comportamiento, no solamente en su vida funcional, sino también en su vida privada, que muchas veces puede repercutir en la vida funcional”.

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