Las lluvias del fin de semana pasado dejaron “medio vaso vacío y medio vaso lleno” porque fueron dispares en las diferentes zonas del país. Rivera y Tacuarembó fueron los departamentos que recibieron mayor acumulado llegando a los 50-60 milímetros, sin embargo, en otros departamentos del este, por ejemplo, prácticamente no llovió.

El ingeniero agrónomo Carlos Amonte dijo a En perspectiva, programa de Radiomundo, que da la sensación de que “sirvió” por el contexto en el que estamos de déficit hídrico tan severo. “Para la localidad que recibió 50-60 mm, recién un oyente decía que en Salto había llovido 50 mm, es una buena noticia, para esa localidad, para ese lugar lo es, pero esa lluvia de 50-60mm fueron localizadas y muy escasas, en muy pocos lugares”, detalló.

“Las lluvias fueron localizadas y muy escasas. Son lluvias de verano que, de repente, a un productor en una zona localidad cae esa cantidad de agua y a los 10 km no llueve absolutamente nada. De hecho, dentro de un establecimiento a veces pasa que en una zona se produjo una precipitación y en el resto del establecimiento no llovió nada. La mitad del país recibió entre viernes y ayer algo de lluvia desde el río Uruguay hacia el centro, la zona este y noreste no recibió absolutamente nada, y las zonas que hubo algo, que se puede decir que es un alivio para cinco o seis días hasta que se produzcan nuevas precipitaciones. Siempre es mejor que nada”, agregó.

En este sentido, el experto explicó que en Uruguay hubo tres grandes sequías (un agrónomo joven de 30 años las vio todas): en 1989, otra en 2009 y la que estamos viviendo actualmente, registrándose consecutivamente tres años.

“¿Cuál es la diferencia? Que en el 89 fue solamente en el norte del país, en el sur no hubo sequía por lo cual el sector lechero pudo zafar de esa sequía; la del 2009 es muy parecida a lo que estamos contando hoy, en algunos lugares y otros no, pero ahora la característica que tiene es todo el país y está afectando a todos los productores por igual”, explicó.

El experto aseguró que para el próximo fin de semana hay anunciados entre 20-30 mm, es decir, muy parecidas a las que pasaron el pasado fin de semana. A su entender, los problemas más agudos que se ven en el sector productivo es la falta de agua para tomar y cocinar, donde las intendencias, OSE y Bomberos ofrecen ayuda arrimando cisternas de agua y el riesgo de incendios.

“Se va a tener que empezar a estudiar para que la próxima sequía que va a venir nos agarre mejor parados. El INIA [Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria], la Facultad de Agronomía, el Ministerio de Ganadería y OSE, todos tienen algo que decir, quizás habría que formar un GACH para que los técnicos nos digan para el futuro cómo el Uruguay se puede preparar de mejor forma y ver lo que hizo Israel y Australia ante la falta de agua”, concluyó.

En Perspectiva · Entrevista Carlos Amonte - Déficit hídrico: ¿De qué utilidad han sido las escasas lluvias?