Esta semana, la Administración Nacional de Educación Pública (Anep) anunció que a partir del martes la asistencia a clase será obligatoria en todos los centros públicos y privados que estén en condiciones de cumplir con el protocolo sanitario dispuesto por el Ministerio de Salud Pública (MSP).
Robert Silva, presidente del Consejo Directivo Central (Codicen) dijo oportunamente que esto se hizo de forma consultada con el Grupo asesor Científico Honorario (GACH) y que se seguiría trabajando para aumentar la presencialidad. Por su parte, el ministro de Salud Pública, Daniel Salinas, dijo que el gobierno "está dedicado a dar pasos cortos, seguros y con garantías".
Para profundizar acerca de esta vuelta a la presencialidad, Desde el programa En Perspectiva, emitido por Radiomundo, se consultó al consejero del Codicen, Juan Gabito.
"Hace ya bastante tiempo queríamos dar ese paso, toda la comunidad educativa quería hacerlo", expresó el funcionario, detallando que "a medida que dentro del esquema de gradualidad se fueron ampliando las medidas en el sentido de mejorar la asistencia y la cantidad de tiempo en aula, llegamos a este punto que para mí es muy importante. Digo de paso que fue en acuerdo con los consejos de educación, y luego por supuesto en consulta con el Ejecutivo. No necesita demasiada explicación sostener que es muy importante la presencia de alumnos en las aulas", consideró.
Interrogado acerca de si la decisión fue impulsada por una especial necesidad de las escuelas de contextos vulnerables, Gabito señalo que el problema generado por la falta de presencialidad obligatoria "no tanto territorial o centralizado en esas escuelas, donde el fenómeno también se da. Aun en una escuela que no tiene un contexto ‘crítico' como se decía antes, hay alumnos que no tienen tanto apoyo en el contexto familiar y que también estaban siendo perjudicados por el esquema de no obligatoriedad".
Entrevista adelante, se interrogó al jerarca acerca de las razones del cambio de criterio, recordando que la decisión de no obligatoriedad había tenido como cometido reducir riegos de contagio y propagación.
A ese respecto, recordó que el primer momento de la pandemia "fue una etapa en la que ni siquiera sabíamos cómo iba a evolucionar esto, no se sabía qué iba a pasar, ahora se saben más cosas". Entre esas "cosas" que ahora se saben, destaca el dato de que "no ha habido ningún contagio intraescolar, ningún estudiante contagio a otro estudiante. Eso fue constatado por nosotros y confirmado por el GACH. El riesgo no está dentro del local de enseñanza sino fuera. Felizmente el Uruguay ha sabido controlar hasta el momento la epidemia", se congratuló.
Además de saber más acerca de la transmisión del virus "sabemos más sobre el comportamiento", explico Gabito, quien luego hizo énfasis en "dos cuestiones que han tenido un efecto devastador en la asistencia. Una es la no obligatoriedad, porque la gente decodifica muy rápidamente ‘si n es obligatorio no es tan importante' y entonces el estudiante no va o los padres no lo mandan. La segunda fue aquello de que ‘pasen todos' de año. Si (la inasistencia) no va a tener ningún efecto, menos vamos".
Seguidamente, se refirió a lo que estaba sucediendo "con las medidas de desdoblamiento de grupos para mantener la distancia. En lugar de dividir un grupo en dos, se dividía en cuatro. De la mitad a la que le correspondía ir en ese día, a su vez la mitad no concurría. Estábamos en una situación donde el aprendizaje quedaba muy comprometido, por más esfuerzo que hiciera la comunidad educativa", describió.
"Estamos trabajando en ideas que refuercen la presencia, el aprendizaje cara cara", sentenció.
"Estamos dentro de un sistema educativo, no tenemos que mirar de las puertas de la escuela o liceo hacia adentro, sino un poquito al costado. El sistema público tiene más cantidad de locales no totalmente aprovechados. Estoy insistiendo mucho en eso, creo que hace falta una mirada más transversal para aprovechar todo el potencial que el sistema tiene", sostuvo.
Finalmente, y como tercera cuestión sumada a las dos ya mencionadas, destacó la necesidad de "mirar hacia la comunidad", en la convicción de que "el Estado uruguayo y la sociedad civil tienen muchas locaciones que el sistema educativo podría aprovechar. Estamos empujando por todos esos lados, tratando de terminar este año, que en realidad termina el 28 de febrero del próximo, con mejor aprendizaje, más acompañamiento y con estrategias de complementariedad de lo que no se haya podido aprender regularmente".
Luego, se le preguntó acerca de una eventual presión de los padres al respecto, referida a una eventual falta colaboración de otros organismos e infraestructura para extender el espacio físico y las horas de clase.
"No podemos decir que falte colaboración porque esa colaboración no se ha pedido, creo que falta un poco de imaginación", dijo Gabito.
"En la resolución que adoptamos ayer dispusimos la obligatoriedad para los que les toca, no es que el martes 13 van a ir todos", detallo, enfatizando que las divisiones para mantener las distancias continúan. "Es obligatorio para los (estudiantes) que les toca, y se pasa lista. O sea, hay consecuencias".
"Creo que, así como está planteado, el ideal sería tener más locales, que sacáramos la lotería como país y triplicáramos el presupuesto, pero eso no lo vamos a tener de hoy para mañana. Tenemos que aprovechar la infraestructura que ya existe", afirmó.
"Todos conocemos situaciones donde una escuela está pegada a un liceo y a un instituto de formación docente, donde en determinados horarios hay capacidad ociosa. Lo mismo pasa con salones comunales, salones de actos de otras instituciones que estamos seguros de que van a estar a disposición de la enseñanza si esta lo requiere".
Por todo ello, recordó que en la nueva resolución "se incluye una directiva hacia los niveles superiores técnicos de cada subsistema (Primaria, Secundaria, UTU), para que de alguna forma movilicen esos contactos", y se detuvo en el ejemplo de las maestras rurales "que se rompen todas, se mueven y consiguen, porque están solas en el medio del campo".
"Hay que aguzar el ingenio, utilizar los contactos, y estamos seguros de que las comunidades respectivas van a colaborar", añadió.
"Los gobiernos departamentales y municipios estamos seguros de que estarán a la orden en todo esto, se trata de mirar hacia afuera de nuestro entorno inmediato, mirar el sistema educativo como inserto en la comunidad que va a ser solidaria. Por ejemplo, los sextos años de primaria, que son muchachos un poco más grandes, igual que algunos de secundaria, pueden trasladarse íntegros a una sala y tener todos juntos clases todos los días".
En otro momento del reportaje se plantaron comparaciones entre los medios a disposición del sistema público en comparación con el privado. Por ejemplo, algunas instituciones privadas estarían alquilando locales para ampliar su capacidad, estrategia que no sería la priorizada por Anep.
"Quiero derribar el mito de que los privados están mucho mejor que los públicos, porque hay muchos privados, especialmente en la periferia, que trabajan con muchas dificultades". Mientras tanto "hay muchos públicos que lo hacen en condición de excelencia y con gran compromiso".
"En esta materia, la diferencia -como siempre- la hacen las personas. Hay gente que ejerce su liderazgo como director o inspector de forma muy clara y otros no tanto, estamos apelando un poco a eso", explicó.
"La enseñanza no es dirigida por cinco iluminados que están en un consejo central. Hay toda una estructura para manejar a 700.000 docentes y 65.000 funcionarios, hay una pirámide jerárquica con un personal de carrera muy preparado, que conoce las situaciones y es a lo que apelamos para, caso a acaso, ir decidiendo lo mejor".
En cuanto a una posible flexibilización de los protocolos, dada la ausencia de contagios, Gabito dijo que "nosotros le damos la derecha a quien es competente en esa materia y no vamos a insistir, pero sí tenemos que insistir en lo que es competencia nuestra". En cuanto a la búsqueda de locaciones "lo importante no es si cobran o no, sino encontrar esos lugares. Tampoco es verdad que no tengamos ningún dinero", señalando que, dado que se trata de una emergencia "en materia educativa tenemos prioridad en ese caso".
"Lo importante es determinar cómo, dónde y quiénes, y para eso ya está dispuesta esa directiva que esperamos sea interpretada por los niveles superiores de la enseñanza".
Posteriormente se abordaron los planteos del colectivo Familias Organizadas de la Escuela Pública, que convocó para el próximo 14 de octubre a una movilización en procura de que se vuelva a la presencialidad total y que se reconozca un estado de emergencia nacional en la educación pública. Dicho reconocimiento debería ser acompañado de un incremento presupuestal.
"Me parece muy positivo que haya surgido ese movimiento, porque en el discurso todo el mundo considera como prioridad la educación pública, pero a la hora de las decisiones a veces hay mucha incoherencia o inconsistencia", manifestó.
"La cuestión económica no es lo determinante en este caso, sino la cuestión locativa. En el largo plazo, con pandemia sin ella, eso puede traducirse en la necesidad d expandir el presupuesto, porque no es solo construir aulas nuevas sino implicar horas docentes ara ocupar esas aulas", remarcó.
"Todo eso es a mediano y largo plazo: el tema es qué se hace ahora. En esa materia hay cuestiones que ya se han dispuesto, como la asignación de horas docentes para que trabajen dos maestros" en lugar de uno. Además, consideró que "la cantidad de docentes en las escuelas de tiempo completo no es el problema", sino contar con lugares donde se pueda trabajar. "No pasa por asociarlo a presupuesto, porque eso empobrece o simplifica el análisis de una situación mucho más compleja".
En otro momento de la entrevista se le pidió al funcionario que diera más detalles acerca de algo ya mencionado líneas arriba, acerca de los proyectos de acompañamiento y compensación para el verano entrante.
"Esas decisiones no están tomadas todavía, pero es un hecho que habrá estrategias de acompañamiento, compensación y prolongación del tiempo educativo. El calendario se va a mover y habrá actividades durante el verano. No en enero, que son vacaciones para todo el mundo, pero seguro en febrero, más días en diciembre y en febrero", adelantó.
"Tenemos que ver para quiénes y como, con énfasis en qué niveles y rendimientos individuales. No es un hecho o una decisión tomada, pero para mí es lo necesario", opinó.
Finalmente, Gabito insistió en un punto ya señalado. "Quien cree que la solución es tirarle más dinero al problema, está equivocado. Sabemos que en los últimos años se multiplico el presupuesto educativo y los resultados no fueron los deseables. Mi apreciación es que no pasa por más dinero, sino por trabajar mejor, y para eso hay que liberar la potencialidad que cada comunidad educativa tiene", concluyó.
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