El martes de la semana pasada, el departamento de Energía de Estados Unidos anunció un “avance histórico” en el campo de la fusión nuclear, un fenómeno que se viene estudiando hace décadas atrás.

La información indicaba que, con la ayuda de rayos láser ultra potentes, provocaron “por primera vez una fusión” que liberó 1,5 veces más energía de la que se necesitó para lograr la reacción.

Para hablar de este tema, desmenuzarlo y poder entenderlo (al menos lo que se pueda), el programa En perspectiva de Radiomundo dialogó con el ingeniero industrial graduado en la Universidad de la República, doctor de Física nuclear por la Universidad de California, investigador emérito del Pedeciba, profesor del Instituto de Física de la Facultad de Ingeniería e integrante de la Academia Nacional de Ciencias y de la Academia de Ciencias de América Latina, Raúl Donangelo.

En Perspectiva · Entrevista Raúl Donángelo - Avance científico histórico en el campo de la fusión nuclear

El experto aseguró, en primer lugar, que este acontecimiento fue visto como una “demostración de que es posible obtener una cantidad de energía de la fusión”, que es 50% mayor que la inyectada por los láser que la provocaron. Sin embargo, en el comienzo de la entrevista dijo que relativizaría el hecho y ponerlo en contexto, porque entiende que no es correcto decir que esto va a ser una solución para los problemas energéticos del futuro.

“La fusión nuclear consiste en considerar dos núcleos, separados, darles energías para que se junten y que puedan formar un único núcleo. Es un proceso que ocurre muy parecido en el Sol y las estrellas, solo que en ese caso las partículas están confinadas por el campo gravitacional. En el caso de la experiencia que estamos describiendo, la fusión se dice que es del tipo inercial, o sea, hay que empujarlos con los láser para que se apreten y puedan llegar a la reacción”, comenzó definiendo.

“La importancia mayor que tiene este tipo de reacciones con núcleos relativamente livianos es para entender el mecanismo de producción de energía por las estrellas, en particular, por el sol. Las aplicaciones son un resultado adicional, lo importante de estas reacciones es entender la naturaleza”, añadió.

A continuación, el ingeniero diferenció la fusión de la fisión. La primera de ellas, ocurre cuando dos núcleos se unen formando un único núcleo, y la segunda cuando un núcleo se separa, tal como puede imaginarse una célula, que se divide en dos y forman dos núcleos. Explicó que, en este caso, la fisión se dio gracias al conjunto de 192 láser que incidieron con toda su potencia sobre una cápsula del tamaño de una pastilla de Omega 3, es decir, una región “muy pequeña” donde se mezcla el hidrógeno, el deuterio y el tritio”.

“Hay que recordar que cuando comienza la reacción se produce una gran cantidad de energía. La temperatura puede llegar a los 150 millones de grados, entonces, ese gas comprimido trata de expandirse. La energía de los láser es para comprimir para que no se expandan y dejen existir las reacciones”, aseguró.

Luego, el experto comenzó a relativizar este supuesto logro. Según dijo, la relación entre energía producida y suministrada anteriormente había llegado a un 70%, es decir, se pasó de un 70% a un 150%. Pero creo que es importante resaltar que lo que se está midiendo es la energía dada por los láser y la energía térmica producida por la explosión, y no energía eléctrica dada al sistema y la energía eléctrica que salió producida por el sistema.

“Además, la energía producida es energía térmica, no eléctrica, o sea, no hay ninguna intención de utilizar este tipo de experimentos para producir energía eléctrica. Sabemos transformar energía térmica en energía eléctrica, pero eso tiene una deficiencia bien menor que 100%, es en el orden del 30%”, señaló, y apuntó contra los políticos que hicieron el anuncio porque, a su entender, el entusiasmo es “relativo”.

“Una cosa es cómo los políticos lo anuncian como resultado de avances en el laboratorio, y otro es cómo lo presentan otros científicos. En The Economist de esta semana hay un artículo que hace el mismo tipo de consideraciones que estoy haciendo. O sea, no es una solución para el problema energético, no podemos decir que está resuelto y no tenemos que preocuparnos más con el desarrollo de otras energías convencionales, por el contrario, creo que lo que queda claro es la dificultad enorme para desarrollar esta técnica y la falta de garantías de que, una vez desarrollada, sea económicamente viable”, explicó.

“No relativizo el resultado, sino las perspectivas de que esta sea una solución para el problema energético. Enfatizaría a que hay experiencias de fusión diferentes, diría que mucho más avanzadas en el mundo, pero basadas en principios diferentes que están teniendo progresos importantes en los últimos días”, añadió, e informó que hay una iniciativa británica que se hace con confinamiento magnético cuyos orígenes vienen de la “investigación y producción de energía” y no “derivada del desarrollo de armas termonucleares”, como ocurre en Estados Unidos.

“No hay una competición, creo que hay una colaboración muy grande entre los países. En ese proyecto que mencionaba en Francia intervienen 35 países. Muchos países de Europa, inclusive Estados Unidos, Corea, Japón. Creo que lo que hay es una colaboración para resolver un problema científico en común. El gran problema está en si esta fuente de energía, que en principio es ilimitada y limpia, es económicamente posible”, afirmó.

Sobre lo que se vendrá a futuro, Donangelo comunicó que en el proyecto inglés esperan tener en 20 años un reactor comercial basado en la fusión (y no en la fisión, que son los que existen actualmente), es decir, una estructura que produzca energía para el consumo humano. “Todos los plazos que he visto hasta ahora de previsiones para tener un producto hecho han sido todas extremadamente optimistas, entonces, esos 20 años estimados, apostaría a que van a ser más, no sé cuántos”, sostuvo.

“Esto es un proyecto que posiblemente marque las bases de un posible desarrollo de un reactor comercial, pero lo que quería mostrar es que los tiempos son muy largos, las inversiones hechas hasta ahora han sido siempre pecando por optimistas y no hay que estar esperando por un break through hasta que esto ocurra, sino que hay que mantener el énfasis en desarrollar energías renovables como la hidráulica, la solar o la eólica. Hay que darle tiempo y analizar con cuidado los resultados. No hay que pensar que porque se hizo una experiencia que salió más energía de la que entró significa que el problema está resuelto”, concluyó.