En las elecciones generales de este domingo, el escrutinio final mostró que a nivel de territorio, el Frente Amplio fue el partido político más votado en 12 departamentos, mientras que el Partido Nacional lo fue en seis y el Partido Colorado sólo en uno, Rivera.
En comparación con la primera vuelta de 2019, la coalición de izquierda ganó tres departamentos y el Partido Nacional perdió tres. De todas formas, si se suman los votos de los partidos oficialistas, la coalición republicana se impuso en 17 de los 19 departamentos.
Según el politólogo Antonio Cardarello, la razón detrás de estos cambios se pueden adjudicar a “crecimientos” de parte FA, pero también de “retrocesos” de parte de las gestiones de los blancos en los territorios que perdieron. Sin embargo, para las elecciones departamentales, el politólogo argumentó que estos cambios “no significan nada”.
“El Frente Amplio, en general, ha tenido una votación con mayoría en varios departamentos desde la elección de 2004”, explicó Cardarello en entrevista con En Perspectiva. El politólogo detalló que el FA ganó 7 departamentos en la elección de la primera presidencia de Tabaré Vázquez, 11 en 2009 y 14 en 2014, con una “caída” en 2019.
“Por un lado, estaría reivindicando un mejor posicionamiento del Frente Amplio en cuanto a su presencia en el territorio, que era una de las autocríticas que se habían hecho de la izquierda”, interpretó el analista político. Por otro lado, indicó que también habla de un “retroceso” del Partido Nacional, que atribuyó en parte a la votación del Partido Colorado.
Sobre las implicancias de haber perdido los departamentos de Durazno, Florida y Tacuarembó, Cardarello argumentó que “no significa mucho” para el Partido Nacional. “Cada uno de estos departamentos, incluso los más chicos en cuanto a habilitados para votar, elige al menos dos diputados, y como es muy difícil que un partido duplique al que le sigue, salir en segundo lugar te asegura al menos una banca de ese departamento”, sostuvo.
Dentro de este mismo balance, el politólogo aseguró que para el Partido Nacional, “en términos de poder territorial, no significa nada y no dice nada tampoco en términos de lo que va a ser la competencia de mayo próximo”. También refirió a hechos como el escándalo de corrupción en Artigas del exintendente Pablo Caram, que no inhibió a los blancos de ganar allí, y aseguró que “ese tipo de escándalos no afecta la figura ni la presencia política del Partido Nacional”.
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