Los procesos productivos de decenas de empresas están siendo afectados por el agua salinizada que distribuye OSE en el área metropolitana, según una encuesta que realizó la Cámara de Industrias del Uruguay (CIU). La gremial realizó el sondeo a 500 empresas que integran el sector y recibió la respuesta de 153 de ellas, de las cuales 58% utilizan agua de OSE. De esas empresas, 60% argumentó que su producción está siendo afectada por el agua.
A la vez, 69% señalaron que no tienen un plan alternativo que puedan implementar dento de dos semanas si aparecen restricciones en el suministro. En caso de que esto suceda, el 79% de las compañías que respondieron indicaron que tendrían que suspender la producción. Las 153 empresas que respondieron representan más del 10% del empleo formal dentro del sector industrial uruguayo.
El presidente de la CIU, Fernando Pache, sostuvo que las 153 respuestas fueron buenas porque la encuesta se organizó rápidamente. Sobre los resultados, Pache consideró que algunos casos son preocupantes, sobre todo porque hay compañías que no tienen alternativas en caso de que se comience a hacer cortes programados.
“Hay empresas que tienen equipo para ir paleando esto, ya sea por la vía de la compra de agua. Hay empresas que no”, dijo el directivo de la CIU, pero prefirió no adelantar qué compañías tuvieron que parar la producción por la salinidad en el agua. “Si usted tiene salinidad en el agua y hace ravioles, evidentemente no la puede vender salada”, puso como ejemplo Pache.
Algunas compañías vieron afectados los productos por el sabor del agua y decidieron discontinuar la producción hasta que encuentren una alternativa válida para volver a brindar insumos de calidad, añadió Pache. Por el lado de las maquinarias que se utilizan para los procesos, el presidente de la CIU aseguró que algunas herramientas se vieron afectadas por esto.
Pache estimó que si la situación se mantiene para aquellos que debieron discontinuar la producción, lo más seguro es que se envíen empleados a seguro de paro. Sobre las alternativas que se podían prever, el directivo reconoció que nadie se esperaba una situación así.
“La realidad es que el agua viene del cielo. Si no llueve, no habrá embalses que sirvan. ¿Qué más previsiones podrían tener los industriales que bastante carga tienen el lomo?”, se preguntó Pache en entrevista con En Perspectiva.